miércoles, 6 de mayo de 2009

trasplante multivisceral - HIBA


Agustín, en los brazos de su abuela, les lanzó un beso a los periodistas antes de retirarse
Foto: LA NACION / Hernán Zenteno

Evolución favorable / Fue operado en febrero en el Hospital Italiano
Recibió el alta el niño de 3 años con un trasplante multivisceral
La cirugía había incluido el hígado, el duodeno, el páncreas y el intestino delgado

Noticias de Ciencia/Salud: Miércoles 6 de mayo de 2009 | Publicado en edición impresa FOTO
Fabiola Czubaj
LA NACION


Apenas entró en la sala donde el equipo médico acababa de anunciar el alta del hospital, Agustín quedó encantado con las cámaras de TV y los flashes. Con el cabello más corto y sin los rulitos de hace tres meses, Agustín lanzó primero un enérgico "Hola" a los periodistas y enseguida, sin separarse de su abuela, extendió un brazo para mostrarles uno de los dos autitos que tenía en las manos.

"Viéndolo bien a él, toda la familia está bien... Los médicos lo tienen muy mimado", dijo Ermelinda Maidana sobre su nieto de 3 años oriundo de la localidad cordobesa de Brickman. En febrero, dos equipos médicos del Hospital Italiano le hicieron al pequeño un trasplante "en bloque" de hígado, duodeno, páncreas e intestino delgado.

Agustín había nacido con una torsión intestinal (vólvulo) y en una primera cirugía en Córdoba casi se le extirpó todo el intestino, lo que le impedía alimentarse normalmente por la boca. La alimentación parenteral (por vena) le provocó una cirrosis hepática (cicatrización irreversible del tejido del hígado), lo que sólo se pudo resolver con el trasplante multivisceral.

Con inmensa alegría
Ayer, la alegría de los médicos del Italiano era inmensa. La alimentación de Agustín ya es en un 80% normal e incluye de todo, galletitas, fideos, banana y polenta... "Está muy bien, come por la boca, tolera muy bien los alimentos y recuperó peso", dijo Rodrigo Sánchez Clariá, jefe del Programa de Trasplante Intestinal, que participó de la cirugía con los equipos de los doctores Daniel D´Agostino, jefe del Servicio de Gastroenterología y Hepatología Pediátrica, y Eduardo de Santibañes, jefe del Programa de Trasplante Hepático.

Ahora comienza una nueva etapa de controles. "La inmunosupresión le baja las defensas, lo que lo predispone a tener infecciones", dijo la gastroenteróloga Verónica Busoni.

Pero ajeno a todo eso, Agustín acomodó como pudo los autitos en una mano y con la otra lanzó un beso de despedida.

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