sábado, 6 de junio de 2009

Identifican una molécula capaz de frenar el mecanismo celular implicado en enfermedades autoinmunes


INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL
EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Junio 2009
Identifican una molécula capaz de frenar el mecanismo celular implicado en enfermedades autoinmunes

Redacción

El estudio sugiere que el sistema inmune innato, no el adaptativo más especializado, dirige las enfermedades autoinflamatorias. Los descubrimientos podrían abrir nuevas vías terapéuticas para la investigación en los trastornos como la enfermedad intestinal inflamatoria o la gota


Madrid (6/8-6-09).- Investigadores de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han desarrollado el primer modelo de ratón para las enfermedades autoinflamatorias, trastornos que suponen una activación excesiva del sistema inmune innato del organismo. Los resultados de su trabajo se publican en la edición digital de la revista Cell Immunity.

Según explica Hal Hoffman, responsable del estudio, "las enfermedades autoinflamatorias son enfermedades de relativamente nueva clasificaciónn que son diferentes de las enfermedades autoinmunes o alergias".

Las enfermedades autoinmunes surgen de una respuesta excesiva del sistema inmune adaptativo, o adquirido, frente a sustancias y tejidos que suelen estar presentes en el organismo. Las alergias son también un producto del sistema inmune adaptativo pero en respuesta a sustancias ambientales. Ambos tipos de trastornos suponen la acción de linfocitos como las células B y las células T.

Por otro lado, el sistema inmune innato más antiguo recluta células inmunes a localizaciones de infección e inflamación pero no confiere una protección a largo plazo. Los patógenos evocan una respuesta inapropiada en la que no participan anticuerpos o linfocitos.

En el caso de los síndromes periódicos asociados a la criopirina (SPAC), trastornos autoinflamatorios hereditarios, el equipo de Hoffman descubrió en estudios previos que las mutaciones del gen NLRP3 causaban los síntomas de la enfermedad debido a que los genes producen alteraciones en la proteína llamada criopirina.

La criopirina regula la liberación de interleuquina-1 (IL-1), un importante mediador de la fiebre y la inflamación sistémica durante la respuesta inmune innata del organismo y las alteraciones en la proteína conducen a una producción excesiva de la IL-1.

Los investigadores desarrollaron dos modelos de ratones mutantes de NLRP3 para examinar el papel de los mediadores inflamatorios y las respuestas del sistema inmune en estos síndromes. En estos ratones, la información genética se incluye en una parte determinada del gen, son ratones denominados 'knock-in', en contraste con los 'knock-out', en los que se elimina información genética.

Según señalan los científicos, estos ratones mutantes tenían inflamación sistémica y un crecimiento pobre, de forma similar a lo que sucede en los pacientes humanos.

Al emparejar estos ratones con ratones con varias mutaciones genéticas, los investigadores mostraron que estos síndromes autoinflamatorios requieren un inflamasoma intacto que sólo depende en parte de la IL-1 y que sí es dependiente de las células T. Sus descubrimientos podrían ayudar a desarrollar tratamientos más eficaces para los síndromes periódicos asociados a la criopirina.

"Los datos muestran que los SPAC son enfermedades mediadas por el inflamasoma y que el sistema inmune adaptativo no es necesario para la enfermedad. En una visión más amplia, nuestros descubrimientos también sugieren que los sistemas innatos y adaptativos no necesariamente se comunican entre sí", señala Hoffman.

Según los investigadores, dada la importancia de la interleuquina y el inflamasoma para la inmunidad innata, los ratones mutantes NLRP3 podrían aplicarse al estudio de muchas enfermedades junto al espectro de las enfermedades autoinflamatorias y autoinmunes.

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