jueves, 30 de julio de 2009

MEMANTINA post-ICTUS


Diariomedico.com
ESPAÑA
EN PACIENTES CON EL TRASTORNO CRÓNICO
La memantina podría resultar útil en la afasia tras un ictus
Una de las consecuencias del ictus puede ser la afasia, para la que no hay tratamiento farmacológico. Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga ha demostrado en un trabajo que se publica en Annals of Neurology que la memantina podría ser útil en este trastorno.


Sonia Moreno - Jueves, 30 de Julio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Se optó por la memantina a raíz de los datos de trabajos previos que indicaban una mejora en el lenguaje en sujetos con Alzheimer

2. El siguiente paso es determinar con neuroimagen funcional los mecanismos que explican el efecto positivo del fármaco sobre el habla

Una de las secuelas más temidas en el daño neurológico es la afasia, que aparece en un tercio de los pacientes con ictus. La terapia de habla y lenguaje puede mejorar algunos de los casos, aunque depende mucho de la gravedad del trastorno. Un equipo de la Universidad de Málaga ha realizado un estudio para determinar si el tratamiento con memantina, un fármaco indicado en la enfermedad de Alzheimer, podía tener algún efecto beneficioso en la afasia. Las conclusiones se publican en el último número de Annals of Neurology y se presentarán en septiembre en el congreso de la Federación Europea de Sociedades Neurológicas, en Florencia.

Marcelo Berthier, director de la Unidad de Neurología Cognitiva y Afasia de la citada universidad, y coordinador del estudio, en el que han participado investigadores del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes), ha explicado a DM que "se trata del primer estudio donde se aplica la memantina para la afasia postictus, sola y combinada con la terapia de Rehabilitación Grupal Intensiva de la Afasia (Regia). Hemos demostrado que la memantina es superior al placebo y que mejora la afasia, sobre todo si se administra en combinación con la terapia Regia".

Los autores del estudio optaron por administrar la memantina basándose en resultados de trabajos previos donde se sugería que en pacientes con demencia vascular el fármaco potenciaba su capacidad de habla y lenguaje, atendiendo a la escala de ADAS-cog (una prueba de valoración cognitiva que se emplea en Alzheimer). Tras disponer de la aprobación para uso compasivo del fármaco, iniciaron el estudio doble ciego con pacientes que presentaban afasia crónica (un año de media con el trastorno) causada por algún tipo de ictus único. El trabajo contó con el apoyo de la compañía Lundbeck.

Todos los pacientes eran menores de 70 años para evitar confusiones con un eventual inicio de demencia senil. La mayoría tenían afasia de leve a moderada. En total se incluyó a 28 sujetos, divididos en dos grupos de 14 pacientes: uno recibió la terapia Regia y placebo, y otro rehabilitación y memantina. Los dos grupos mejoraron, un efecto que se atribuye a la terapia Regia, pero lo hicieron de forma más significativa los pacientes que recibieron el tratamiento farmacológico.

Berthier destaca por un lado que el cien por cien de los pacientes responden a la rehabilitación grupal, pero además, "al finalizar el trabajo se llevó a cabo una fase abierta, de seis meses de duración, en la que los pacientes tratados con memantina continuaron con el fármaco y éste se administró a los que habían recibido placebo. Comprobamos en los dos grupos que el efecto se mantuvo a largo plazo, y los que recibieron por primera vez el fármaco mejoraron. Ello indica que la memantina es un tratamiento que puede ser útil en esos pacientes a largo plazo, al menos durante un año, lo que duró la investigación".

Ahora los científicos tienen previsto realizar estudios con neuroimagen funcional para determinar los mecanismos por los cuales funciona la memantina en el abordaje de la afasia; también probarán otros fármacos que actúen sobre diferentes neurotransmisores.

Estimulación 'regia'
La terapia Regia se conoce en inglés como Constraint-induced aphasia therapy (CIAT). Ideada hace unos ocho años por Friedemann Pulvermüller, de la Unidad de Ciencias del Cerebro y Cognición del Medical Research Council británico, en Cambridge, consiste en estimular en grupo a pacientes para que se comuniquen oralmente. Para ello se restringe la posibilidad de recurrir a gestos, indicar con la mano o escribir. Eso se consigue colocando al paciente tras unos paneles para que sólo muestre el tronco.

El grupo realiza un juego de cartas con imágenes, dirigido por un logopeda para estimular el uso del lenguaje; la complejidad aumenta a medida que avanzan las sesiones. Además de haberse mostrado eficaz, la terapia Regia tiene entre sus ventajas que es breve e intensiva. Pulvermüller ha asesorado al equipo de Berthier para ponerla en práctica en este estudio.

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