jueves, 16 de julio de 2009

PARKINSON: papel fundamental del receptor neuronal CB1


EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Científicos españoles demuestran el papel fundamental del receptor neuronal CB1 en la disminución de la pérdida de las neuronas dopaminérgicas


EP

Se trata de una investigación del Instituto de Neurociencias que abre la puerta a nuevos tratamientos para los enfermos de Parkinson


Valencia (16-7-09).- Una investigación multidisciplinar realizada por el Instituto de Neurociencias -un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, y la Universidad Miguel Hernández de Elche- ha demostrado el papel fundamental del receptor neuronal CB1 en la disminución de la pérdida de las llamadas neuronas dopaminérgicas, responsables del sistema motor, una de las alteraciones neuropatológicas más características de la enfermedad de Parkinson.

El hallazgo, publicado en la revista 'Neurobiology of Aging', abre la puerta a la búsqueda de nuevos tratamientos que permitan superar las complicaciones motoras conocidas como discinesias -movimientos anormales e involuntarios de la cara, tronco y extremidades- que se presentan muy frecuentemente en los pacientes con enfermedad de Parkinson tratados con el fármaco levodopa, según han señalado los responsables del trabajo en un comunicado.

Como explica el profesor Jorge Manzanares, el investigador del Instituto de Neurociencias que ha liderado el trabajo, "la enfermedad de Parkinson se caracteriza por una pérdida de neuronas dopaminérgicas en la sustancia nigra y la disfunción de los circuitos neuronales relacionados con el control de los movimientos corporales".

Hay muchas hipótesis sobre el origen de esa pérdida neuronal pero por el momento no existen claras evidencias científicas que los sustenten, agrega.
La investigación se llevó a cabo a partir de un modelo animal de enfermedad de Parkinson. Se trataba de un ratón desprovisto del receptor cannabinoide CB1 (que se activa por sustancias cannabinoides que produce nuestro propio organismo) al que se le indujo la lesión dopaminérgica (pérdida de neuronas dopaminérgicas) por la inyección de la neurotoxina 6-hidroxi-dopamina (6-OHDA) en la región cerebral conocida como estriado, explicaron.

Esta investigación ha demostrado por primera vez el papel fundamental del receptor CB1 en la neuroprotección de la lesión dopaminérgica. El estudio revela que los ratones desprovistos del receptor presentan un trastorno motor mayor que los ratonesnaturales sometidos al mismo tipo de lesión.

Asimismo, la ausencia de receptores cannabinoides aumenta algunos parámetros bioquímicos indicativos de estrés oxidativo en varias regiones cerebrales, "lo que podría relacionarse con la mayorvulnerabilidad por la lesión con la neurotoxina 6-OHDA en los ratones sin el receptor", argumenta Manzanares.
En el estudio también han participado también científicos de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Libre de Bruselas, así como neurólogos especialistas del Hospital General de Alicante y del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

El análisis de la incidencia y la gravedad de las discinesias ante la presencia o ausencia del receptor CB1 fue otro de los objetivos del trabajo. Para ello, se trataron a ambos grupos de ratones con dosis crecientes del fármaco levodopa, responsable de estas complicaciones motoras, observándose una normalización de los síntomas del parkinsonismo similar en ambos grupos, pero "con una marcada reducción de las discinesias en los ratones desprovistos del receptor, pese a que la gravedad de su trastorno motor era mayor", comenta Jorge Manzanares.

Estos resultados abren la puerta a nuevas investigaciones que profundicen en los mecanismos, tanto de la neuroprotección como de la modificación de las complicaciones motoras de la terapia con levodopa. La búsqueda de nuevos tratamientos estaría encaminada a la modificación del sistema endocannabinoide en pacientes con enfermedad de Parkinson, de forma que los fármacos activen o bloqueen el receptor según el estadio de desarrollo de la enfermedad y las necesidades de cada paciente.

"En definitiva, se trataría de minimizar o paliar algunos efectos adversos como las discinesias inducidas por los fármacos dopaminérgicos actualmente en uso y, finalmente, actuar sobre la progresión de la enfermedad de Parkinson", concluye Jorge Manzanares.
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