jueves, 3 de septiembre de 2009

CTLA4-IG: proteínas terapéuticas


Mecanismo de acción del Maxi-4

Diariomedico.com
ESPAÑA
La CTLA4-IG, una promesa en la I+D de fármacos proteínicos
Las proteínas terapéuticas o los fármacos proteínicos ganan terreno. Un ejemplo de alta innovación es el desarrollo de una nueva proteína de fusión cuya investigación preliminar se vale de la tecnología MolecularBreeding y ha sido la base para un acuerdo entre Maxygen y Astellas.


CRISTINA G. REAL - Jueves, 3 de Septiembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. La plataforma 'MolecularBreeding' ha sido el origen de compañías de los sectores agrícola, biofarmacéutico y de biocombustibles
2. La investigación del programa Maxy-4 va dirigida a las enfermedades autoinmunes y al tratamiento del rechazo postrasplante

El desarrollo de fármacos proteínicos ha dado ya algunos frutos y se mantiene como un área de investigación innovadora. Un ejemplo de ello es la nueva generación de la proteína de fusión CTLA4-Ig, con una potencia incrementada. La compañía responsable de esta investigación, la biofarmacéutica estadounidense Maxygen, se centra en el desarrollo de versiones mejoradas de medicamentos proteínicos, para lo que utiliza su tecnología de transposición de ADN y sus conocimientos en modificación proteínica extensiva para crear proteínas biosuperiores.

Un proyecto concreto, el Maxy-4, se basa en esa nueva generación más potente de la proteína de fusión CTLA4-Ig, que uniéndose a los ligandos B7 con gran avidez inhibe el estímulo de las células T a través del receptor CD28. Con ello se reduce la activación de las citadas células y, por tanto, la activación del sistema inmune.

Las áreas a las que va dirigida esta investigación son las enfermedades autoinmunes y el rechazo postrasplante, y el aliado de Maxygen en este proyecto es la japonesa Astellas, que dispone de los fondos necesarios para pasar de la teoría básica al desarrollo clínico. Maxygen emplea para su investigación su tecnología patentada MolecularBreeding -también parte del acuerdo-, una plataforma para albergar su biblioteca de nuevas proteínas CTLA4 con más capacidad específica para unirse a ligandos humanos B7.

La biofarmacéutica, que preside Rusell Howard, también trabaja en su Maxy-G34, una proteína que estimula la producción de leucocitos para combatir infecciones en pacientes sometidos a quimioterapia. Maxygen podría solicitar su aprobación a la FDA en 2012. Otro proyecto en desarrollo, el Maxy-7 dirigido al área de hemofilia ha sido comprado recientemente por la alemana Bayer por 120 millones de dólares.

La plataforma de Maxygen fue el origen para la creación de la compañía y ha sido también la base de negocios surgidos a modo de spin-off en otros sectores, como Verdia en agricultura -que después compró DuPont- y Codexis en química y biocombustibles, de la que Maxygen aún mantiene una propiedad del 20 por ciento.

La aplicación de la plataforma al programa Maxy-4 ha dado lugar al citado acuerdo entre Maxygen y Astellas para el desarrollo de cuatro proyectos proteínicos -aún en fases preclínicas- por parte de la primera durante un periodo de tres años. Los proyectos son específicamente aplicables a la artritis reumatoide y a la profilaxis, y al tratamiento del rechazo postrasplante, incluidos los casos de hígado y riñón.

Fuerte apuesta
La innovación asociada a esta investigación ha llevado a Astellas -una compañía japonesa de gran tradición investigadora procedente de la fusión de Fujisawa y Yamanouchi cuyo presidente es Masafumi Nogimori- a invertir diez millones dólares en el proyecto -en el que Maxygen aportará otros diez millones-, y financiar durante tres años todos los costes, que se estiman en unos 30 millones de dólares.

Mecanismo de acción del Maxi-4
La activación óptima de las células T requiere necesariamente la coestimulación de dos señales: la que producen la unión de MHC-Ag y TCR y la resultante de la combinación de ligandos B7 con el receptor CD28. Del mismo modo que hacen otras proteínas de fusión, la Maxy-4 bloquea la capacidad de los receptores B7 impidiendo la activación de las células T.

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