jueves, 3 de septiembre de 2009

Una técnica quirúrgica para el tratamiento de tumores óseos


EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Una técnica quirúrgica para el tratamiento de tumores óseos de la Clínica Universidad de Navarra consigue conservar el miembro afectado en el 90 por ciento de los casos

Redacción

Así se recoge en el libro ‘Pediatric Bone Sarcomas: Epiphysiolysisis before excision’, escrito por los doctores José Cañadell Carafi y Mikel San Julián Aranguren



Pamplona (4-9-09).- Una técnica quirúrgica aplicada en la Clínica Universidad de Navarra desde hace 25 años para el tratamiento de tumores óseos consigue conservar el miembro afectado en el 90 por ciento de los casos tratados, manteniendo la funcionalidad de la extremidad. Así se recoge en el libro ‘Pediatric Bone Sarcomas: Epiphysiolysisis before excision’, escrito por los doctores José Cañadell Carafi y Mikel San Julián Aranguren. El libro está prologado por el profesor Franklin Sim, de la Clínica Mayo (Estados Unidos), quien también es autor de uno de los capítulos introductorios.

Según el doctor San Julián, más de 1.400 pacientes que padecían un tumor óseo han sido tratados en la Clínica Universidad de Navarra durante el último cuarto de siglo. De ellos, 136 casos se han beneficiado de la citada técnica. “A los 15 años, se registra una tasa de supervivencia del 72 por ciento y más del 90 por ciento de los pacientes conserva la extremidad”.

Cañadell, antiguo director del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica, ha asegurado que este tratamiento tiene como fin “no sólo conservar la vida y la pierna del paciente, sino también la articulación cercana al sarcoma, pues este tipo de tumores se asientan con frecuencia en la parte del hueso más cercana a la articulación. Se trata de conservar la articulación, los ligamentos y el cartílago de crecimiento, algo muy importante en el caso de pacientes jóvenes”, apunta el especialista de la Clínica. El especialista ha remarcado que esta técnica no es aplicable en todos los sarcomas óseos. “Está indicada principalmente para tumores en rodilla, tobillo, muñeca y húmero, siempre que no afecten a la articulación”.

Cañadell ha comentado que este tratamiento “fue pionero en el tratamiento conservador de los sarcomas óseos, un tipo de cáncer infrecuente que aparece habitualmente en niños y en adolescentes. Tenía aversión por el tratamiento que se aplicaba en estos casos, la amputación, ya que además no lograba una mayor supervivencia de los pacientes. Con la llegada de la quimioterapia a finales de la década de 1970, el doctor Cañadell decidió tratar estos tumores sin recurrir a la amputación en prácticamente ningún caso”, explica el doctor San Julián, especialista de la Unidad de Cirugía de Sarcomas Óseos y Partes Blandas del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica.

En los primeros años, añade, debido a su carácter pionero, la técnica aplicada en la Clínica Universidad de Navarra suscitó opiniones encontradas entre diferentes especialistas. En algunos foros médicos temían que la conservación de la extremidad afectada por el tumor pudiera dar lugar a una recidiva y posible extensión posterior de la enfermedad. Sin embargo, el doctor Cañadell demostró que la amputación no aportaba mejores tasas de supervivencia que la técnica que él había desarrollado.

Actualmente son numerosos los especialistas de todo el mundo que acuden a la Clínica interesados en aprender esta técnica. “En los últimos meses han venido, entre otros, especialistas de Royal Orthopaedic Hospital de Birmingham (Reino Unido) o del National Cancer Center de Tokio (Japón)”.

La técnica ideada por el doctor Cañadell “consiste en romper el hueso a través del cartílago de crecimiento, que frena el paso del tumor en la mayoría de los casos. La fractura se provoca mediante la colocación quince días antes de la operación de un fijador externo. La mayor parte del cartílago de crecimiento queda pegada a la epífisis o parte articular del hueso y una pequeña capa queda adherida a la metáfisis, lo que proporciona un margen sano para extirpar el tumor, pues el cartílago no está atravesado por vasos”.

Una vez resecado el tumor -añade el doctor San Julián- “se reconstruye el hueso mediante un injerto, bien autólogo o procedente de un banco de tejidos. En la mayoría de los casos, los resultados funcionales son extraordinarios a largo plazo, como hemos podido comprobar en estos 25 años de experiencia”.
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