lunes, 14 de septiembre de 2009

VI Día Mundial del Linfoma



EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Sociedades Científicas

Expertos señalan que los avances en el tratamiento de los linfomas están repercutiendo en que el pronóstico mejore cada vez más

Redacción

El desconocimiento sobre los linfomas ha llevado a la Sociedad Española de Oncología Médica y la Asociación Española de Hematología y Hemoterapia a apoyar la celebración del VI Día Mundial del Linfoma convocado por la AEAL



Madrid (15-9-09).- Cuando se cumplen 6 años desde la primera convocatoria del Día Mundial del Linfoma, que se celebra el 15 de septiembre, las cifras revelan por un lado, unas altísimas tasas de supervivencia en este tipo de tumores y por otro, un enorme desconocimiento de la enfermedad por parte de la población general. A este respecto, sólo el 16 por ciento de la población sabe qué es un linfoma, según datos de una encuesta realizada por la Asociación Española de Afectados por Linfoma (AEAL). Este desconocimiento ha llevado a la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española de Hematología y Hemoterapia (AEHH) a apoyar, un año más, la celebración del VI Día Mundial del LInfoma.

En torno a este Día, AEAL tiene previsto organizar, bajo el lema 'Porque mañana podrías ser tú', la instalación de puntos de información al público en una selección de hospitales de toda España, difusión de trípticos, celebración de jornadas informativas, etc. Begoña Barragán, presidenta de AEAL, ha recordado que “un año más, este pretende concienciar a la población general sobre la existencia de este tipo de cáncer y la importancia de conocer sus síntomas para poder identificar la enfermedad lo antes posible. Y también informar de que tanto las nuevas técnicas de diagnóstico, primordiales para conseguir un buen pronóstico de la enfermedad, como los avances en los tratamientos farmacológicos, han repercutido en una mayor supervivencia y mejor calidad de vida de las personas que padecen un linfoma”.

En los últimos años, los avances en los tratamientos de los linfomas, están repercutiendo en que el pronóstico de estas enfermedades mejore cada vez más. Así, actualmente, el porcentaje de curación en algunos tipos de linfomas alcanza cifras bastante elevadas. Como destaca el doctor Mariano Provencio, representante de la Sociedad Española de Oncología Médica, “los linfomas son, en general, un modelo de enfermedad curable en Oncología que han permitido establecer protocolos de investigación y esquemas para su abordaje”.

Los tratamientos habituales son quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, radio-inmunoterapia, cirugía, trasplante de médula ósea y los novedosos anticuerpos monoclonales. “Es lo que se conoce como terapia dirigida, fármacos que reconocen una característica celular concreta y actúan sobre ella. En este sentido, para cada tipo de linfoma y en función de cada paciente se utilizará un tratamiento o la combinación de varios; será el equipo médico el encargado de decidir cuál es el más indicado” – ha apuntado el doctor Provencio.

Es importante que toda la población española conozca los síntomas del linfoma porque con ello pueden salvar su vida. De hecho, el doctor Evarist Feliú, presidente de la AEHH, recalca que los síntomas del linfoma pueden ser parecidos a los de otras enfermedades menos serias, haciendo que el diagnóstico a veces sea difícil. El linfoma se confunde en ocasiones con una gripe o fatiga excesiva. “El signo físico más característico es la aparición de bultos en zonas donde hay ganglios, como en el cuello o encima de la clavícula. El cuadro se acompaña, aunque no siempre, de síntomas generales como malestar, fiebre y pérdida de peso”- señala el hematólogo.

Al igual que la Medicina avanza, también debe hacerlo la manera de apoyar a los pacientes y a sus familiares que, cuando reciben la noticia, no siempre saben cómo reaccionar. Cuando a una persona le comunican que padece un linfoma le asaltan miles de dudas, los sentimientos que pueden llegar a experimentar el afectado y sus familiares pueden llevarles a un bloqueo emocional que les puede afectar en su forma de comportarse y relacionarse con los demás. El linfoma, como otros tipos de cáncer, requiere de tratamientos muy duros y no siempre se puede asegurar que acaben con éxito y el apoyo psicológico resulta esencial.

María Jesús Alarcón, psico-oncóloga de AEAL, cuenta que “cuando el paciente llega por primera vez a la Asociación siente en general una gran incertidumbre, no sólo sobre el proceso terapéutico que le espera sino también sobre la posibilidad de la muerte. Esa incertidumbre viene causada, sobre todo, por la falta de información sobre la enfermedad y su tratamiento. De AEAL pueden recibir, en este sentido, información, que les ayuda a disminuir sus miedos, y recursos frente al dolor y el malestar”.

Los especialistas aseguran que se debe prestar una atención especial a los pacientes con cáncer y a la relación médico-paciente, que es más estrecha que en otras patologías. “Independientemente que, en el caso de los pacientes con linfoma la parte más positiva es el alto porcentaje de curación, es necesario que aparezca en las unidades de oncología la figura del psico-oncólogo para facilitar la adaptación psicológica del afectado a su nueva situación", ha comentado Provencio.

“La figura del psico-oncólogo aún está escasamente instalada en los hospitales españoles. Se trata de una persona que pretende enseñar tanto a los propios pacientes como a sus cuidadores, cómo afrontar lo mejor posible un cáncer”, ha concluido Begoña.

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