jueves, 8 de octubre de 2009

La obesidad favorece la enfermedad renal crónica

Fernando de Álvaro, del Hospital Santa Sofía

Diariomedico.com
ESPAÑA
ES UN FACTOR DE RIESGO INDEPENDIENTE ASOCIADO A NEFROPATÍAS
La obesidad favorece la enfermedad renal crónica
La obesidad acorta la esperanza de vida y eleva el riesgo de diversas patologías, entre las que se encuentra la enfermedad renal crónica, según se ha puesto de manifiesto en el XXXIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología, que se celebra en Pamplona.


Redacción - Jueves, 8 de Octubre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

Existen múltiples estudios epidemiológicos que demuestran un incremento de la mortalidad por cualquier causa ligado a la obesidad, fundamentalmente a la obesidad grave, pero, sobre todo, un aumento de la mortalidad de origen cardiovascular. Se considera que una persona con un IMC de entre 25 y 30 padece sobrepeso, con más de 30 sería obesidad y más de 40, obesidad mórbida.

Fernando de Álvaro, jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Infanta Sofía, de Madrid, ha moderado un simposio sobre relaciones entre obesidad y riñón que se ha celebrado en el XXXIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), que se celebra en Pamplona.

En España se estima que la obesidad afecta al 26 por ciento de la población con edades comprendidas entre los 2 y los 24 años.

Según expertos de la SEN, a partir de un IMC de entre 25 y 50 se asocia un incremento significativo de la mortalidad: un 40 por ciento más de riesgo de padecer isquemia coronaria e infarto cerebral, más del doble (120 por ciento) de padecer diabetes, casi un 60 por ciento de enfermedad renal crónica, un 10 por ciento de algunos tipos de cáncer como el de riñón, hígado, pulmón, endometrial, próstata y colon, y un 20 por ciento de enfermedades respiratorias.

Además, "la obesidad en adultos se asocia con una reducción de la esperanza de vida en hombres y mujeres".

Según el estudio americano Framingham, los que eran obesos a los 40 años vivían entre seis y siete años menos de los que no lo eran. Aquéllos que padecían de sobrepeso a los 40 años, vivían aproximadamente tres años menos; y los que eran obesos y fumadores a la vez, vivían de 13 a 14 años menos.

Además, los obesos tenían un mayor riesgo de hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes en comparación con las personas normales. El riesgo de hipertensión y diabetes crecía con el incremento del IMC.

De Álvaro ha puntualizado que la obesidad también está asociada con un mayor riesgo de muchos otros problemas como la resistencia a la insulina, las enfermedades cardiovasculares, los infartos cerebrales, la apnea del sueño y el cáncer.

Por último, "se relaciona con el aumento de condicionantes que afectan a la función renal, incluyendo los ya citados -hipertensión y diabetes- y el síndrome metabólico".

Y según datos del Framingham, la obesidad es un factor de riesgo por sí mismo para desarrollar la enfermedad renal, independientemente de los otros factores asociados a esta patología.

EL CONTROL DE LA RESISTENCIA

Los pacientes que sufren hipertensión resistente, que alcanza a buena parte de la población española, no consiguen controlar sus niveles de presión arterial, a pesar de recibir fármacos. Normalmente, esta ausencia de control se debe confirmar mediante una monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA).
"Hasta en un tercio de los pacientes no se confirma el diagnóstico al realizar un registro continuado de la presión arterial durante 24 horas", ha explicado Rafael Marín Iranzo, jefe clínico de Nefrología en la Unidad de Hipertensión del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo.
El problema de la hipertensión resistente es uno de los aspectos destacados de la relación entre la especialidad de Nefrología y la Atención Primaria, ya que es una de las indicaciones mejor reconocidas de derivación de los pacientes desde las consultas de primaria a las unidades de hipertensión hospitalarias.

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