sábado, 12 de diciembre de 2009

Los trastornos psiquiátricos a menudo debutan en la infancia - DiarioMedico.com


Lluís San, María Dolors Petitbó, José Ángel Alado, Josefina Castro y Azucena Díez.

Diariomedico.com
ESPAÑA
EL DIAGNÓSTICO PRECOZ ES UNA ASIGNATURA PENDIENTE
Los trastornos psiquiátricos a menudo debutan en la infancia
Gran parte de los trastornos psiquiátricos que se detectan en los adultos tienen su inicio durante la infancia, pero pasan desapercibidos, según ha explicado Lluís San, jefe del departamento de Psiquiatría y Psicología del Hospital San Juan de Dios, de Barcelona.


Karla Islas Pieck. Barcelona - Viernes, 11 de Diciembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Más de un 9 por ciento de los niños y un 4 por ciento de las niñas en Cataluña sufren un trastorno de la conducta, según el informe Faros
2. Hasta un 50 por ciento de los padres de los pacientes con TDHA salen de la consulta del San Juan de Dios con un diagnóstico similar al de sus hijos

El diagnóstico de las patologías mentales en la infancia es una de las asignaturas pendientes de la pediatría, ya que muchos de los trastornos psiquiátricos que se detectan en los adultos debutan durante los primeros años de vida, pero con frecuencia pasan desapercibidos, según Lluís San, jefe del departamento de Psiquiatría y Psicología del Hospital San Juan de Dios, de Barcelona.

La tercera edición del Informe del Observatorio de la Infancia y la Adolescencia Faros, impulsado por el Hospital San Juan de Dios, se ha centrado en los principales trastornos del comportamiento en los menores, después de que en el primer análisis que realizó esta entidad se perfilara como uno de los temas más preocupantes relacionados con la salud infantil, junto con la obesidad y la diabetes.

San ha explicado a Diario Médico que los trastornos del comportamiento son los más prevalentes en la población infantojuvenil en función de la información de la Encuesta de Salud de Cataluña de 2006, que recoge datos de menores de entre los 4 y los 14 años.

Según estos datos, un 9 por ciento de los niños y un 4 por ciento de las niñas catalanas sufren un trastorno de la conducta que puede derivar en acciones antisociales como pequeños robos, crueldad con los animales, absentismo escolar o violencia.

Además, otros estudios apuntan que entre un 3 y un 8 por ciento de los menores sufren un trastorno negativista desafiante, una forma moderadamente grave de comportamiento que hace que los niños que lo padecen se comporten continuamente de forma obstinada, rebelde y provocativa.

Las causas de estas patologías aún son un misterio para la ciencia, pero se sabe que están implicados factores genéticos y ambientales.

Por ejemplo, en el Hospital San Juan de Dios cerca del 50 por ciento de los padres de los pacientes que se diagnostican con trastorno de déficit de atención también salen de la consulta con un diagnóstico similar. "Esto nos habla del componente genético de esta patología, pero también de los problemas de diagnóstico precoz".

Una de las principales dificultades para diagnosticar el trastorno de conducta es que la barrera entre la rebeldía propia de los niños de entre 2 y 3 años de edad, o de los adolescentes, es muy sutil entre la normalidad y la patología, lo que pone sobre la mesa la necesidad de mejores herramientas diagnósticas.

Actualmente existen varios medicamentos para tratar estas patologías, pero una de las grandes limitaciones que han existido en los últimos años en Europa es que la mayoría de los psicofármacos no se han ensayado en niños, por lo que su uso es muy limitado. Se espera un cambio en la normativa próximamente que podría modificar positivamente la situación.

NUEVO EDIFICIO PSIQUIÁTRICO
El Hospital San Juan de Dios, de Barcelona, ha puesto en marcha su nuevo edificio de hospitalización psiquiátrica y hospital de día de salud mental, denominado Ítaka, que cuenta con cinco plantas que suman casi 5.000 metros cuadrados de superficie. Lluís San, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología de este hospital pediátrico, ha explicado que las nuevas instalaciones responden a las necesidades de atención de estos pacientes. La seguridad es uno de los factores que más se han cuidado, por lo que el centro cuenta con cámaras, controles de movilidad dentro del edificio, además de intercomunicadores de las enfermeras y entre las habitaciones, pero están pensados para que los menores no los perciban de forma directa e intrusiva ni les hagan tener la sensación de reclusión forzada. Uno de los objetivos es reducir al máximo el impacto de la hospitalización en el niño. El nuevo edificio cuenta con un importante equipo multidisciplinar integrado por psiquiatras, psicólogos, personal de enfermería, auxiliares, maestros y trabajadores sociales, todos ellos cualificados específicamemte para la atención de todas las patologías mentales.

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