miércoles, 6 de enero de 2010

EMERGENCIAS: preparándonos para afrontar el cambio climático



Incendios forestales

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(201 KB/3 páginas - http://emergency.cdc.gov/disasters/wildfires/espanol/pdf/wildfiresfacts-espanol.pdf)

Riesgos de salud por la exposición al humo de los incendios forestales
El humo de los incendios forestales está compuesto de una mezcla de gases y partículas microscópicas que se desprenden de la vegetación en llamas. El humo puede afectar los ojos, irritar el sistema respiratorio y agravar las afecciones de personas que padecen de enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas.

¿Cómo saber si el humo lo está afectando?
El humo puede causar:

Tos
Irritación de la garganta
Irritación de los senos nasales
Dificultad para respirar
Dolor en el pecho
Dolor de cabeza
Irritación de los ojos
Secreción nasal
Exacerbación del asma
Si padece de alguna enfermedad cardíaca o pulmonar, el humo podría empeorar sus síntomas.

Las personas que padecen de alguna enfermedad cardíaca podrían experimentar:

Dolor en el pecho
Palpitaciones
Dificultad para respirar
Fatiga

El humo puede empeorar los síntomas de las personas que padecen de afecciones respiratorias preexistentes, tales como alergias respiratorias, asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en cuyo caso podrían experimentar:

Dificultad para respirar normalmente
Tos seca o con flema
Molestias en el pecho
Sibilancia y dificultad para respirar
Cuando la concentración de humo es bastante alta, incluso las personas saludables podrían presentar algunos de los síntomas antes mencionados.

Entérese si corre algún riesgo
Si padece de alguna afección cardíaca o pulmonar como insuficiencia cardíaca congestiva, angina, enfermedad obstructiva pulmonar crónica, enfisema o asma, usted corre mayor riesgo de sufrir problemas de salud que una persona saludable.

Los ancianos tienen mayor posibilidad de verse afectados por el humo, tal vez porque es más probable que padezcan de enfermedades cardíacas o pulmonares que los más jóvenes.

Los niños corren mayor riesgo de salud por exposición al humo debido a que sus vías respiratorias aún están en desarrollo e inhalan más aire por libra de peso corporal que un adulto. Además, los niños tienden a realizar más actividades al aire libre.

Protéjase
Limite su exposición al humo. Siga las siguientes recomendaciones para proteger su salud:

Preste atención a los informes locales sobre la calidad del aire. Esté atento a las noticias o alertas de salud relacionadas con el humo. Averigüe si su comunidad distribuye informes sobre el índice de calidad del aire que expide la Agencia de Protección Ambiental, y manténgase al tanto de los mensajes de salud pública sobre medidas adicionales de seguridad.

Consulte las guías sobre visibilidad si están disponibles. No todas las comunidades cuentan con un medidor de las partículas que hay en el aire. En la zona oeste de los Estados Unidos, algunas comunidades tienen directrices para estimar el índice de calidad del aire según la visibilidad hacia el horizonte.

Si le recomiendan permanecer adentro, mantenga el aire interior tan limpio como sea posible. Mantenga puertas y ventanas cerradas a menos que el clima esté extremadamente caluroso. Utilice el aire acondicionado, si cuenta con uno, pero cierre la entrada de aire fresco y mantenga el filtro limpio para evitar que entre el humo de afuera. Si no cuenta con un aire acondicionado y hace mucho calor adentro para mantener las ventanas cerradas, refúgiese en otro lugar.

No aumente la contaminación del aire en ambientes cerrados. Si hay altas concentraciones de humo no encienda nada que tenga llamas como velas, chimeneas o estufas a gas. No pase la aspiradora puesto que levanta partículas en el aire ya presentes en su hogar. No fume ya que con ello aumentará la contaminación del aire.

Si sufre de asma o de alguna otra enfermedad pulmonar, siga las instrucciones de su médico en cuanto a medicamentos y su plan de control del asma y llámelo si sus síntomas empeoran.

Las mascarillas contra el polvo no son suficientes para su protección. Las mascarillas de papel contra el polvo que venden en las ferreterías sirven para atrapar partículas más grandes, tales como las de aserrín, pero no protegen a los pulmones del humo. Una mascarilla tipo “N95”, si se usa adecuadamente, le brindará alguna protección. Para mayor información sobre mascarillas eficaces, consulte la Hoja informativa sobre respiradores del Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ocupacional de los CDC.

Evacuación segura
Durante la evacuación y su posterior regreso a casa, sea cuidadoso y tome las mismas medidas de seguridad que tomaría en situaciones en que no hay emergencias: abróchese el cinturón de seguridad y no consuma alcohol mientras maneje. Para mayor información, vea la hoja informativa de los CDC Estado de ineptitud para conducir sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol o narcóticos.

Asimismo, asegúrese de que los niños tengan el cinturón bien abrochado y que se sienten en la parte trasera del auto. Para mayor información consulte la hoja informativa de los CDC sobre seguridad de los niños en automóviles Child Passenger Safety (en inglés).

Cortes eléctricos
Los apagones pueden ser más que una inconveniencia. Haga clic en la página Lo que necesita saber en caso de un corte inesperado de la electricidad para obtener más información sobre intoxicación por monóxido de carbono, seguridad de los alimentos, agua potable, riesgos con los cables de tendido eléctrico y más.


Esta página fue modificada el 19 de abril de 2007

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CDC || Incendios destructivos

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