domingo, 31 de enero de 2010

HISTORIAS ANÓNIMAS que APORTAN VIDA


Una sonrisa para Martino: Nació con labio leporino; fue tratado con sus propias células de cordón. Aquí, junto a sus padres y hermana, Manola
Foto: Amancio Alem

Salud
Tesoros de vida
El trasplante de células de cordón umbilical de los recién nacidos ha probado ser útil en algunas enfermedades oncológicas de la sangre y déficits inmunológicos. Historias de familias que recurrieron a ellas para tratar a sus hijos y tuvieron éxito
Noticias de Revista: Domingo 31 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa


La familia Ortega es santafecina. Marcelo es cirujano odontomaxilofacial y Carolina, odontopediatra. Su hija mayor, Manola, tiene cuatro años y medio, y el menor, Martino, nació hace un año y medio. "Durante los primeros meses de embarazo todo fue felicidad, tranquilidad y ansiedad, hasta que en el quinto mes Carolina se realizó una ecografía 4D y supimos que Martino tenía labio leporino y fisura de paladar. Fue duro enterarse de la malformación", recuerda un papá que sabe bien del tema, pero que no había imaginado vivirlo tan de cerca. Fiel a su espíritu investigador, comenzó a buscar información sobre el uso de células madre para prácticas quirúrgicas de este tipo y dio con el doctor Guillermo Trigo, que había sido su profesor y se ocuparía de la cirugía de su hijo.

-¿Cuándo se realizó la operación?
-En sus primeros días, los bebes tienen mayor regeneración de tejido; por eso, la primera operación a Martino fue el 17 de julio, con apenas unas semanas de vida. Consistió solamente en la reconstrucción del labio, aún sin la utilización de células madre.

-¿Y la que incluyó células madre?
-El 7 de noviembre, cuando le realizaron la operación en el paladar, una palatoplastia. La ventaja es que al utilizar sus propias células no hay posibilidad de rechazo ni complicaciones, y los tiempos de cicatrización se aceleran.

-¿Cómo es la recuperación de Martino?
-A los 20 días de la segunda operación ya estaba bien y al mes no tenía el típico cordón cicatrizante que tienen los pacientes operados de paladar. Pero esto no se termina acá; el proceso de un niño que nació con labio leporino y fisura de paladar sigue hasta que tiene 18 años, con ortodoncia, fonoaudiología y cirugía de nariz.
"El doctor Trigo operó a Martino utilizando sus células del cordón como adyuvante a la cirugía, y los resultados fueron realmente maravillosos en cuanto a la cicatrización que tuvo. Abrió una nueva línea de investigación. A Martino se le inyectaron las células en la parte derecha del maxilar, adonde los chicos con fisura de paladar tienen problemas de dentición. Se obtuvo regeneración del hueso y, al cabo de algunos meses, apareció un germen dentario en una zona donde no existía", comenta el doctor Claudio Chillik, presidente de ABC Cordón (Cámara de Bancos Privados de Células Madre de Cordón) y asesor científico de MaterCell.

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En 1988 se descubrió que en los cordones umbilicales existe gran cantidad de células madre y que en ellos su extracción es más simple que en la médula ósea. En la Argentina hay bancos públicos y privados de conservación de este tipo de células, y se diferencian porque en los primeros se preservan las células que provienen de donantes para trasplantes de médula mientras que en los segundos se guardan para uso propio o de un familiar compatible.

"Las células progenitoras hematopoyéticas (CPH) de la sangre de cordón umbilical y la placenta, para usos en los que no haya indicación médica fijada, que se colecten a partir de que entre en vigencia la resolución y las que se hayan realizado con anterioridad, deberán ser inscriptas en el Registro Nacional de Donantes de CPH", exige la Resolución 069/09 del Incucai, que genera controversia entre los médicos especialistas (ver recuadro).

"El problema -opina el doctor Claudio Chillik, presidente de ABC Cordón y asesor científico de MaterCell- es que la donación es un acto voluntario; así lo dice la ley. Independientemente del Incucai, la sangre de cordón tiene un tesoro enorme, que son las células madre, y no hay que tirarlo."

El doctor Pablo Argibay, director del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental (Icbme), del Hospital Italiano de Buenos Aires, tampoco acuerda con las regulaciones oficiales. "No me parece legítimo obligar a que cualquier persona que pueda guardar su sangre sea un donante universal. La donación es altruista. Tampoco se puede prohibir por la cuestión básica de que estos cordones se tiren a la basura", explica.

Mientras las opiniones se enfrentan con las resoluciones oficiales, el doctor Diego Fernández Sasso, jefe de Trasplante Pediátrico del Instituto del Diagnóstico y director de CrioCenter, recuerda que en nuestro país nacen alrededor de 700 mil bebes por año y que se tiran los cordones de casi... 700 mil bebes por año.

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Nélida y Milton Millapi se enamoraron en Bariloche y en julio de 2006 tuvieron su primer hijo, Alejo. De alguna manera, el pequeño estaba destinado a convertirse en un luchador, pero ellos no lo supieron hasta que, dos años y tres meses más tarde, le diagnosticaron leucemia.

Apenas Alejo comenzó con las sesiones de quimioterapia, sus padres buscaron en Buenos Aires la guía de un médico especialista: con el doctor Cristian Sánchez La Rosa siguieron el tratamiento. Había pasado sólo un mes cuando les informaron que tenía que ser trasplantado de urgencia. Entonces Nélida tuvo un atraso y pensó que era nervioso. Pero estaba embarazada.

"Nos habían dicho que le avisáramos al obstetra que necesitábamos guardar el cordón de nuestro próximo hijo. Algo de lo que no teníamos idea antes de lo que le pasó a Alejo", comenta Nélida. "Cuando ella quedó embarazada -sigue Milton- estábamos esperando un donante, pero no aparecía. Y para la fecha de parto ya teníamos prevista la conservación de las células del cordón (en CrioCenter).

El 11 de agosto de 2009 llegó Franco. Un ángel. "La probabilidad de que un hermano sea compatible con otro es del 25 por ciento", revela el doctor Anver Kuliev, director del Research and Stem Cell Bank of Reproductive Genetics Diagnosis Institute. Para los Millapi era como un milagro: Alejo y Franco eran compatibles.
El 22 de septiembre se realizó el trasplante.

-¿Cómo sigue la recuperación de Alejo?
-En la primera semana ya hubo una mejoría; solamente tuvo un virus que es común en los trasplantados. Ahora hay que seguir el tratamiento durante cinco meses más, con medicación oral, y después va a poder hacer la vida de cualquier chico.

"Es el caso de un niño con leucemia, sin un donante compatible y que necesitaba un trasplante. Comenzamos una búsqueda en bancos públicos de todo el mundo a través del Incucai y, al mismo tiempo, nos enteramos de que la mamá del chico había quedado embarazada. Confiamos y rezamos para que su hermano fuera compatible y tuvimos suerte. Entonces internamos al paciente, le hicimos el tratamiento pretrasplante, retiramos la sangre del banco y realizamos la operación: un trasplante alogénico relacionado de sangre de cordón", recuerda el doctor Fernández Sasso.
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Las promesas
Junto a la terapia génica, las células madre o stem se han convertido desde hace más de una década en una gran promesa a la hora de proyectar tratamientos para numerosas enfermedades e, incluso, de pensar en órganos de reemplazo.

Hay muchos experimentos en marcha. "Lo primero que uno piensa es en lo que se llama «ingeniería de tejidos», que consiste en tratar de reemplazar partes mecánicas, por ejemplo, cartílago o hueso. Después, se podrían llegar a tratar algunas enfermedades metabólicas, como la diabetes o alteraciones hepáticas, y en algunos lugares del mundo ya se han realizado estudios sobre infartos de corazón -afirma el doctor Pablo Argibay, director del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Hospital Italiano-. Hay una rama muy optimista que se refiere a las enfermedades del sistema nervioso, pero me parece que ésas van a ser las últimas en beneficiarse, si es que en algún momento lo logran".
Por Luján Moyano

LA POSICIÓN OFICIAL

El doctor Víctor Hugo Morales, director del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), del Incucai, explicó que a partir de la Resolución 069/09, de abril de 2009, las células madre de la sangre placentaria son colectadas y criopreservadas, y se incorporarán al Registro Nacional y a la red internacional Bone Marrow Donors Worldwide.

"En estas unidades se deberá determinar su patente genética, o marcadores de histocompatibilidad, y estarán disponibles para ser usadas en alotrasplantes (trasplante de un individuo a otro) de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) en pacientes que no posean donante compatible dentro del grupo familiar, algo que ocurre en los dos tercios de los casos, por lo que son muchos quienes reciben indicación de trasplante y no acceden por falta de un donante compatible -explica Morales-. La Resolución del Incucai debe interpretarse en este sentido: establecer bancos de sangre de cordón umbilical para su uso en el trasplante alogénico, que es el que ha sido probado para enfermedades como leucemias, aplasias de la médula ósea, déficits inmunológicos severos y otras patologías menos frecuentes. El uso autólogo (autotrasplante) de las CPH de la sangre de cordón umbilical no cuenta hasta ahora con evidencias científicas que avalen su guarda."

¿Qué pasa con la sangre de cordón umbilical guardada en bancos privados?
"Las unidades colectadas y criopreservadas a partir de la Resolución 069/09 y de la habilitación de los bancos de sangre de cordón umbilical (SCU) estarán disponibles para beneficiar con un alotrasplante a pacientes que no cuenten con donante compatible. Y forman parte de la red nacional e internacional. Sin embargo, si en el grupo familiar existe un antecedente de una enfermedad hematológica, la guarda de la unidad de CPH de la SCU está contemplada y autorizada por la Resolución 319, del año 2004, del Incucai."

Si bien varios fallos judiciales cuestionaron la normativa, la Resolución 069/09 sigue en plena vigencia, indicó el organismo a LN R al cierre de esta nota.

EL BANCO PÚBLICO

Nuestro país cuenta con el Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical, que funciona en el hospital Juan P. Garrahan. En su página web, se informa con detalle de qué manera pueden las embarazadas donar esas preciadas células para que estén al alcance de quien las necesite: "Aquellas maternidades habilitadas para realizar las colectas les informarán oportunamente a las madres durante el seguimiento del embarazo y le ofrecerán la opción de donar la sangre de cordón umbilical -se explica-. Sin embargo, como ocurre con la donación común de sangre, una embarazada deberá cumplir con ciertos requisitos específicos para poder donar. Por ejemplo, ser mayor de 18 años, con una edad gestacional mayor a 34 semanas en el momento de la colecta y no tener historia médica de enfermedades neoplásicas (cáncer) y/o hematológicas (anemias hereditarias por ejemplo), entre otras. Como la sangre que se colecta se utiliza para obtener células para realizar trasplantes, debemos tomar numerosas precauciones para asegurarnos que cada unidad guardada en nuestro Banco es adecuada para ese fin. Por ello, necesitamos hacerle a cada donante una serie de preguntas y tomar muestras para realizar estudios. Todo ello es realizado por el personal capacitado por nuestro Banco de manera tal que tanto nuestros donantes como pacientes reciban la atención que se merecen."
Más información: http://www.garrahan.gov.ar/sangredecordon/d3.html

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El trasplante de células de cordón umbilical de los recién nacidos ha probado ser útil en algunas enfermedades oncológicas de la sangre y déficits inmunológicos. Historias de familias que recurrieron a ellas para tratar a sus hijos y tuvieron éxito

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