martes, 12 de enero de 2010

La PET-TC muestra el cáncer en síndromes paraneoplásicos - DiarioMedico.com

PET-TC

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ESPAÑA
MEJOR OPCIÓN DIAGNÓSTICA COMPARADA CON LAS PRUEBAS CONVENCIONALES
La PET-TC muestra el cáncer en síndromes paraneoplásicos
La prueba de imagen PET-TC revela mejor que ninguna otra la presencia de tumores asociados a síndromes neurológicos paraneoplásicos, según un estudio que se publica hoy en Archives of Neurology.


DM Nueva York - Martes, 12 de Enero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


Las imágenes obtenidas mediante PET-TC, que simultanean una tomografía por emisión de positrones y una tomografía computarizada, detectan el cáncer en sujetos que presentan complicaciones neurológicas de forma más fidedigna que cualquier otra de las pruebas que se emplean convencionalmente. Así concluye un trabajo que publicará el número de marzo de Archives of Neurology, y que se ha adelantado en la edición electrónica de la revista.

Los síndromes neurológicos paraneoplásicos definen a una serie de alteraciones vinculadas a diversos tumores -de pulmón, mama y ovario, entre otros- y pueden explicarse por la acción de los anticuerpos frente al cáncer sobre las células del sistema nervioso central. "En los pacientes donde se sospecha la presencia de estos síndromes, se realizan evaluaciones oncológicas rutinarias no invasivas, como la exploración física, una TC, una mamografía o la determinación del PSA; sin embargo, estas pruebas no resultan reveladoras, pues los tumores que se asocian a los síndromes neurológicos paraneoplásicos suelen ser de tamaño pequeño; generalmente se circunscriben a una sola zona anatómica y no se descubren hasta la autopsia", explica uno de los autores del estudio, Andrew McKeon, de la referida clínica estadounidense.

Los investigadores analizaron los datos de 56 pacientes con síndromes neurológicos paraneoplásicos tratados de forma consecutiva en la clínica, en los que la TC no había revelado la presencia de un tumor. Todos ellos fueron examinados con una PET-TC entre 2005 y 2008. La prueba detectó anomalías que sugerían cáncer en 22 pacientes (el 39 por ciento); de ellos, en diez se confirmó el tumor (de tiroides, pulmón, colon, amígdalas y ganglios linfáticos secundario a un cáncer de origen indeterminado). Nueve de ellos se detectaron en estadios iniciales, con lo que la terapia hizo remitir al cáncer y, con ello, a los síntomas neurológicos en siete pacientes a los once meses del tratamiento.

(Arch Neurol 2010; 67(3).

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