martes, 2 de febrero de 2010

Elementos culturales en la colaboración científica internacional


JANO.es
ESPAÑA
Elementos culturales en la colaboración científica internacional
Dr. Xavier Bosch

Servicio de Medicina Interna, Hospital Clínic, Universitat de Barcelona Institut d’Investigació Biomèdica August Pi i Sunyer, Barcelona


18 Enero 2010

La colaboración internacional en proyectos de investigación conlleva numerosos beneficios, aunque también presenta diversas limitaciones. La proporción de estas colaboraciones, valorada especialmente desde el punto de vista del número de autores que aparecen en los artículos publicados, ha crecido de forma exponencial en los últimos años, reflejando no sólo la naturaleza internacional sino también multidisciplinar de los mismos. Sin ninguna duda, la validez y fiabilidad de los resultados obtenidos como consecuencia de proyectos llevados a cabo entre investigadores de distintos países, así como en la ciencia en general, se fundamenta en una serie de principios conocidos como ‘realización responsable de la investigación’ (RRI). Estos principios, reconocidos por diversos organismos internacionales como la Oficina de Integridad de la Investigación (ORI) de Estados Unidos, se pueden clasificar en torno a nueve grupos diferenciales:

1. Adquisición y gestión de datos
2. Conflicto de intereses y compromiso de los investigadores
3. Protección de los participantes
4. Bienestar de los animales
5. Mala praxis de la investigación
6. Prácticas de publicación y autoría responsable
7. Tutoría y responsabilidades de los mentores
8. Revisión de pares
9. Colaboración científica

En la actualidad, no existe un consenso general acerca de cuales deben ser los puntos cardinales de la RRI y, en este sentido, un tema al que habitualmente no se presta demasiada atención, pero que debiera formar parte del núcleo central de la RRI, por ser de la misma o incluso mayor importancia que los nueve citados, es el de las diferencias culturales y el entendimiento de las mismas antes del inicio de proyectos internacionales.

De hecho, la movilidad a través de límites culturales, lingüísticos, institucionales y políticos es fundamental para una práctica correcta de la investigación en el contexto de colaboraciones internacionales. De hecho, las formas empleadas para manejar los datos científicos varían entre diferentes países e incluso dentro de los propios grupos de investigación. Los acuerdos que existan sobre el liderazgo y el estatus de los proyectos pueden reflejar perfectamente expectativas diferentes en lo que respecta a la autoría o incluso el control del diseño de los proyectos. Asimismo, los hábitos convencionales de trabajo o la sensibilidad existente a los plazos establecidos para la finalización de las distintas fases de un proyecto y los requisitos necesarios para la publicación representan elementos esenciales que pueden variar de forma notable.

En la fase de diseño de la investigación pueden presentarse numerosas limitaciones, tales como si los conceptos y los propios términos utilizados poseen el mismo signifi- cado. Por ejemplo, en un estudio de enfermedades crónicas cuyo objetivo era lograr medidas comparables de calidad de vida, el hecho de hallar unos términos apropiados para las palabras ‘tos’ y ‘secreciones mucosas’ se convirtió en una parte esencial en la consecución exitosa del proyecto. En otras ocasiones, pueden existir inconsistencias en la comprensión de enfermedades tales como ictus y enfermedad de Alzheimer, como sucedió en un estudio que incluyó pacientes procedentes de Uganda. Otra limitación habitual en la fase de planificación de proyectos de investigación es, simplemente, si las cuestiones propuestas son política o culturalmente correctas. Así, en estudios sobre la población infantil llevados a cabo en China, el hecho de preguntar a los padres si fueron ellos mismos los que eligieron la escuela de sus hijos representó un tema delicado puesto que en este país las familias no realizan tal elección. Otra posible limitación es la disponibilidad de los investigadores implicados en los proyectos en los países menos desarrollados, ya que a menudo poseen diversos trabajos con la finalidad de mantener unas condiciones de vida aceptables. En algunos casos, los investigadores de los países más desarrollados pueden enfrentarse a la desagradable realidad que, en algunas culturas, un proyecto determinado no podrá empezar ni finalizar si no es mediante sobornos, como ha sido publicado con anterioridad.

Durante la fase de planificación, los aspectos éticos cobran especial relevancia, incluso mayor de la esperada. En este sentido, el concepto de protección adecuada, como, por ejemplo, el significado de consentimiento, puede variar entre distintas culturas. En China, el consentimiento paterno no es necesario desde un punto de vista legal, sino que son el estado y las propias escuelas las verdaderas responsables de la protección de los menores. En otros casos, los comités institucionales responsables de la revisión de proyectos pueden imponer exigencias poco realistas y excesivamente burocratizadas a los grupos de investigación, tales como la traducción de los informes de consentimiento informado en diferentes idiomas. En ocasiones, la explicación de conceptos aparentemente sencillos como placebo y riesgo puede representar un problema de difícil solución. Asimismo, las posibles reacciones de la comunidad local a los estudios de investigación deberían anticiparse y, a ser posible, ser gestionadas in situ. Por ejemplo, en Rumania, en un estudio en el que debían seleccionarse a niños para un proyecto sobre desarrollo y crecimiento, los investigadores fueron acusados de poner el nombre de los menores a la disposición del mercado negro de adopciones.

La segunda fase del proyecto, de creación y manejo de grupos de datos, presenta otros retos. Es esencial corroborar la terminología y las diversas construcciones utilizadas para evitar sesgos y asegurar la fiabilidad a la hora de realizar comparaciones. Los conceptos de posesión y acceso a los datos son temas especialmente delicados. Puede darse el caso que los investigadores implicados estén en desacuerdo en aspectos tales como el control de datos. En un estudio sobre poblaciones publicado con anterioridad, se presentó el problema cultural que un grupo del estudio constituido por indígenas australianos había asumido que los resultados basados en sus respuestas a las encuestas pertenecían a ellos de forma exclusiva.

Por otra parte, los científicos de diferentes países también pueden experimentar limitaciones de tiempo y trabajo. Así, se ha observado que en estudios internacionales, existe un número considerable de investigadores pertenecientes a los países menos desarrollados que abandonan el proyecto como consecuencia de su emigración a países más desarrollados o por el simple hecho de cambiar de trabajo debido a las condiciones laborales precarias propias de ese país. Los diferentes problemas que pueden aparecer pueden deberse a las propias condiciones de vida en los países del tercer Mundo. Por ejemplo, un estudio con investigadores norteamericanos y ugandeses presentó una limitación no prevista referente al tiempo dedicado diariamente al estudio, puesto que la obtención de datos tenía que finalizar antes del anochecer debido a que la viviendas rurales no poseían iluminación eléctrica propia. Igualmente, la compensación que debe ofrecerse a los participantes requiere, en algunos casos, discusiones prolongadas entre los distintos investigadores sobre qué es lo más apropiado en función del tiempo empleado.

La tercera fase se concentra en la diseminación y publicación de resultados y existen diversas expectativas culturales en cuanto a la interpretación, autoría y pertenencia de los mismos. La revisión de manuscritos en diferentes idiomas y considerando los estilos variables de narración académica así como el orden de los autores puede conllevar dificultades y esfuerzos notables. Así, es sabido que los artículos publicados por investigadores japoneses incluyen generalmente más autores que los estudios norteamericanos y ello puede deberse a las distintas convenciones existentes entre países en lo que se refiere al otorgamiento de crédito. Por ejemplo, no resulta sorprendente que, en el caso de Japón, la totalidad de los participantes de un proyecto científico sean listados como autores a la hora de la publicación del mismo. No es infrecuente la práctica, observada en numerosos países, de incluir autores en función de consideraciones jerárquicas, aún en ausencia de una participación explícita e implícita de los mismos en un proyecto determinado, como ha sido reconocido ampliamente . Se observan con frecuencia autores ‘honorarios’ en numerosos países como Chile, China, Italia, Francia y España. En un estudio sobre publicaciones científicas en China, únicamente un tercio de los autores de artículos aparecidos en tres revistas clínicas de este país reunían los requisitos de autoría reconocidos por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas.

En definitiva, la realización de la investigación de una forma culturalmente responsable es un factor primordial para el desarrollo de la ciencia con integridad. Existe, asimismo, la necesidad de construir eficazmente las capacidades de cada nación con la finalidad de hacer frente a la mala praxis científica cuando ésta ocurra y poder prevenirla.

“La movilidad a través de límites culturales, lingüísticos, institucionales y políticos es fundamental para una práctica correcta de la investigación internacional”


BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Bosch X, Titus SL. Cultural challenges and internacional research integrity. Lancet 2009;373:610-12.
Glew RH. Promoting collaborations between biomedical scholars in the US and Sub-Saharan Africa. Exp Biol Med 2008;233:277-85.
Musil CM, Mutabaazi J, Walusimbi M, et al. Considerations for preparing collaborative international research: a Ugandan experience. Applied Nursing Research 2004;17:195-200.
Hayashi K, Walker AM. Japanese and American reports of randomized trials: differences in the reporting of adverse effects. Controlled Clin Trials 1996;17:99-110.
Pignatelli B, Maisonneuve H, Chapuis F. Authorship ignorance: views of researchers in French clinical settings. J Med Ethics 2005;31:578-81.

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