martes, 6 de abril de 2010

"La escritura es saludable contra el dolor" - DiarioMedico.com


María Sáinz Sáinz, en su despacho, donde coordina Adeps, Fundadeps, la Red de Bibliotecas para Pacientes y la de Hospitales Sin Humo. (José Luis Pindado)

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"La escritura es saludable contra el dolor"
Es presidenta de la Asociación de Educación para la Salud, que coordina desde el Hospital Clínico de Madrid, poeta y firme defensora del humanismo de la Medicina en el siglo XXI.


Isabel Gallardo Ponce - Martes, 6 de Abril de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Los médicos sedamos para calmar el dolor pero no podemos hacer nada contra el sufrimiento intelectual de la pérdida de un ser querido

María Sáinz lleva 25 años al frente de la Asociación de Educación para la Salud (Adeps), para cuya creación contó con la bendición de Pedro Laín Entralgo, quien le aseguró que Adeps triunfaría, ya que su etimología coincidía con adipocito. "Me dijo: siempre se va a mantener y además esa grasa va a engrasar la maquinaria para que sigas adelante", explica Sáinz. Laín Entralgo, Carlos Zurita y Vega Díaz fueron los que la provocaron intelectualmente y la impulsaron a publicar sus poesías, que escribe desde la niñez. Además, Sáinz ha participado en la creación de programas de promoción de la salud en el ejército, en programas estatales, y continuará pisando fuerte con la Campaña Con Corazón y Malos Humos, que comenzará a finales de abril en la Universidad Complutense de Madrid con la colaboración del Hospital Clínico, y la Comunidad de Madrid, desde la que se abordará la alimentación, la nutrición, el ejercicio físico, la hipertensión y la prevención del tabaquismo, sobre todo en mujeres jóvenes.


¿Cómo se realiza todo esto desde Medicina Preventiva?
-La Medicina es una ciencia empírica y está basada fundamentalmente en una ciencia humanista. La parte humanista es la que a mí siempre me ha atraído. Es también mi grasa personal, quizá porque desde pequeña he mirado al mundo desde la visión utópica de la poesía. He sido capaz de entender y de soportar el sufrimiento ajeno y el deseo de poner mi granito de arena en, si no curar, sí prevenir.

¿Qué es la poesía para usted?
-Es una manera de entender mis propios sentimientos. Me desespera enormemente no poder llegar a todos los lugares, a los sitios y a la gente. Para mí la poesía es aterrizar en que soy mortal, porque soy una persona medible y limitada. Es una descarga. Es una manera de descargar esa pulsión interna que a veces me hace soportar la vida dando una expresión de belleza, aunque la poesía que ahora escribo sea muy dura, ya que tiene una temática más social que la poesía romántica y religiosa de mis primeros años de infancia.

¿Escribe desde que era pequeña?
-Desde muy pequeña. Tuve la suerte de tener una madre que era una gran pintora y enfermera. Siempre he estado entre el mundo de la medicina, la enfermería y la docencia. Esa ha sido mi cuna. El discurso que hice de ingreso en Asemeya [Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas] fue sobre la poetisa Carolina Coronado, que fue la que me inspiró cuando tenía 8 ó 9 años. Quería ser como ella. Yo me denomino poeta porque la definición de poetisa está más encajada en la poesía romántica del siglo XVIII y XIX. A partir de mi ingreso en Asemeya publiqué Donde sobrevive la esperanza, mi primer libro de poesía. El último libro que he publicado es En la Ciudad del Derribo. El prólogo es de Fernando Lamata, otro gran poeta. Los poetas nos tocamos y los extremeños también. Es un poemario muy duro y va dirigido especialmente a las mujeres.

¿Cuándo escribe?
-En mi bolso siempre llevo un cuaderno. Escribo en el metro, en el autobús, sentada en el banco de una plaza... Ahí hago mis primeros poemas. La poesía también es un oficio en el que hay que reconstruir el lenguaje para que tenga cadencia.

¿Recomienda a la gente que escriba?
-A veces recomiendo a personas que sufren que utilicen la escritura y la lectura como una terapia. He comprobado que es muy saludable para el dolor del espíritu cuando se está de duelo por un ser querido. Es una necesidad volcar en el papel ese sufrimiento, y leerlo al cabo del tiempo es un indicador de que la persona va sanando. Los médicos sedamos para calmar el dolor, pero no podemos hacer nada contra ese sufrimiento intelectual de la pérdida de alguien querido.

¿Hay que repetir las campañas para que se recuerden los mensajes de educación para la salud?
-Sí, y además hay que saber hacerlas en el tiempo adecuado. En las campañas el objetivo fundamental es que la gente hable del lema; si consigues eso ya tiene un impacto importante. Por ejemplo, la campaña de donación de sangre ha de ser siempre previa a los grandes desplazamientos. Es verdad que continuamente necesitamos sangre, pero se va a necesitar aún más en esos momentos. Existen tres premisas que son el abecedario de la pedagogía: cuando lo oigo, lo olvido; cuando lo leo, lo recuerdo, y cuando lo hago, lo sé.

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