martes, 18 de mayo de 2010

La terapia conservadora inicial beneficia al paciente con GNM - DiarioMedico.com


Natalia Polanco, Manuel Praga y Elena Gutiérrez Solís, del Hospital 12 de Octubre, de Madrid. Natalia Polanco, Manuel Praga y Elena Gutiérrez Solís, del Hospital 12 de Octubre, de Madrid. (José Luis Pindado)

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ESPAÑA
UN ESTUDIO AVALA LAS VENTAJAS DE EMPEZAR CON UN SEGUIMIENTO ESTRECHO
La terapia conservadora inicial beneficia al paciente con GNM
El paciente con glomerulonefritis membranosa (GNM) se beneficia de un tratamiento conservador basado en la observación estrecha del enfermo en los primeros meses desde el diagnóstico, pues en un tercio de los casos se produce una remisión espontánea de la nefropatía.


Sonia Moreno - Martes, 18 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

Un porcentaje nada desdeñable de los pacientes con glomerulonefritis membranosa idiopática presentan una remisión espontánea. Según se desprende de la larga serie estudiada por catorce centros hospitalarios españoles y cuyos resultados se publican en The Journal of the American Society of Nephrology, el 32 por ciento de estos enfermos experimentan un descenso progresivo de la proteinuria tras el diagnóstico, que finalmente conduce a la desaparición de la enfermedad. Del trabajo se extrae que la remisión no sólo puede producirse en los casos leves, sino también en aquellos pacientes con una proteinuria masiva. Así lo explica el coordinador del estudio, Manuel Praga, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario 12 de Octubre, de Madrid.

El trabajo multicéntrico que ha liderado Praga, junto con las nefrólogas del 12 de Octubre Natalia Polanco y Elena Gutiérrez Solís, ha analizado una cohorte de 328 pacientes con nefropatía membranosa diagnosticados entre 1975 y 2007. La patología es una de las principales causas de entrada en diálisis.

El objetivo del estudio era describir las características clínicas de los pacientes que presentan la remisión espontánea para poder discriminarlos y evitar así iniciar una terapia no exenta de toxicidad. De toda la serie de pacientes analizados, 104 presentaron una remisión sin recurrir al tratamiento convencional, basado en la inmunosupresión; la mitad de los recuperados espontáneamente lo hicieron de forma parcial y el resto, de forma completa. Los pacientes con la remisión tuvieron también menos probabilidades de recidiva e incluso una menor incidencia de fallecimientos.

Entre los pacientes que experimentaron la remisión espontánea muchos presentaban formas leves de la enfermedad, como era de esperar, mientras que en otros se observaba un deterioro rápido de la función renal; el tratamiento inmunosupresor quedaría limitado pues a estos últimos.

El trabajo indica que los niveles de proteinuria y de creatinina en el diagnóstico, el tratamiento con inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina o con antagonistas receptores de la angiotensina y una disminución de más del 50 por ciento de la proteinuria en el primer año de seguimiento son factores independientes significativos de remisión espontánea.

"La conclusión es que en un paciente con glomerulonefritis membranosa que no requiere un tratamiento inmediato por su gravedad lo mejor es esperar y someterle a un seguimiento muy estrecho. En cuestión de un año podremos determinar si es necesario instaurar la terapia inmunosupresora o no", resume Praga. Esta actitud conservadora implica que el especialista realice un control exhaustivo del enfermo, "cada uno o dos meses" para evitar un eventual riesgo de deterioro renal. Con esta premisa se pueden evitar los efectos secundarios a muchos pacientes abocados al tratamiento y que no habrían progresado a una insuficiencia renal.

RESULTADO DEL TRATAMIENTO

El trabajo coordinado por Manuel Praga Tratamiento con Tacrolimus de la Glomerulonefritis Membranosa, merecedor del premio Íñigo Álvarez de Toledo en 2008, en el que participaron trece hospitales de la red pública nacional, se centraba en el empleo de tacrolimus en pacientes con problemas renales que derivan en un síndrome nefrótico. Como resultado, en más del 85 por ciento de ellos la enfermedad remitía de forma completa o parcial. Aunque no se trata de una solución definitiva, porque en algunos casos es necesario continuar con un tratamiento indefinido en pequeñas dosis, la investigación ha demostrado que el suministro de tacrolimus es una opción terapéutica efectiva en este tipo personas.

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