miércoles, 12 de mayo de 2010

Pautas para la hidratación y deshidratación del anciano - DiarioMedico.com


Jaime Rodríguez Salazar, Ángela Casado y Primitivo Ramos Cordero. Jaime Rodríguez Salazar, Ángela Casado y Primitivo Ramos Cordero. (José Luis Pindado)

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ESPAÑA
EL FACULTATIVO HA DE AYUDAR
Pautas para la hidratación y deshidratación del anciano
Para reducir la deshidratación en las personas mayores y dar pautas a los profesionales sanitarios para su correcto tratamiento, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha presentado un documento de consenso con recomendaciones.


Isabel Gallardo Ponce - Miércoles, 12 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


La llegada del aumento de las temperaturas eleva los problemas de deshidratación en un colectivo ya predispuesto a padecerlos: la población anciana. Con la edad el mecanismo de termorregulación se altera y provoca una disminución en la sensación de sed y una sensación de saciedad precoz. Por eso, y para servir de apoyo a los profesionales de la salud y elevar su conocimiento sobre la hidratación en la población y, especialmente, en las personas mayores, se ha presentado el documento de consenso Pautas de hidratación con bebidas con sales minerales para las personas mayores, realizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

Según explica Ángela Casado, del departamento de Medicina Celular y Molecular del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, los síntomas de la deshidratación en mayores son inespecíficos por lo que hay que prestar atención a su aparición: sed, sequedad de las mucosas, reducción en la cantidad de la orina y un aumento de su concentración, pérdida de peso de más de un 3 por ciento sin explicación aparente, somnolencia y fatiga extrema.

Jaime Rodríguez Salazar, vicesecretario de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, afirma que lo conveniente es ingerir de 6 a 8 vasos de líquido diarios, fundamentalmente de agua, además de otras bebidas con sales minerales y el agua que contienen los alimentos. Asimismo, cuando las temperaturas superan los 37ºC se recomienda aumentar la cantidad de líquido ingerido un vaso por cada grado. Casado explica que hay determinadas situaciones que también requieren un mayor aporte de líquidos, como son la edad, la disfunción renal, el estreñimiento, vómitos y diarrea, así como diabetes mal controladas, situaciones de estrés ingesta de varios fármacos, y la práctica de ejercicio físico.

Primitivo Ramos, presidente de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología, explica que ciertos fármacos favorecen los estados de deshidratación, si bien éstos no deben retirarse sin la prescripción de un facultativo. Además, "los pacientes con insuficiencia cardiaca, renal o hepática requieren una ingesta de líquido más controlada y restringida de cantidad y calidad".

El facultativo también debe de prestar atención a la aparición de incontinencia urinaria, ya que "algunas personas mayores restringen a menudo erróneamente la ingesta de líquidos para paliarla", explica Rodríguez.

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