miércoles, 5 de mayo de 2010

Probióticos, en análisis para tratar alteraciones digestivas - Diariomedico.com


Fernando Azpiroz, Miguel Bixquert y Francisco Guarner.
Fernando Azpiroz, Miguel Bixquert y Francisco Guarner. (Lenda)

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ESPAÑA
XIV Jornadas de Nutrición Práctica
Probióticos, en análisis para tratar alteraciones digestivas
Las bacterias presentes en el intestino y en el colon están siendo analizadas para descubrir sus posibles indicaciones como alternativa bioterapéutica para prevenir y tratar alteraciones gastrointestinales, según los expertos reunidos en las XIV Jornadas de Nutrición Práctica.


Isabel Gallardo Ponce - Miércoles, 5 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


Se estima que en el intestino humano la población microbiana incluye unos 100 billones de bacterias de unas 500 a 1.000 especies distintas. La fracción no digerible de la dieta se constituye como el factor principal para modular la composición y actividad de las comunidades microbianas del intestino. Por ello, los probióticos y los prebióticos pueden optimizar la relación de simbiosis entre la microbiota y el organismo anfitrión, según explicó Francisco Guarner, jefe de Sección de Aparato Digestivo, del Hospital Valle de Hebrón, en Barcelona, durante las XIV Jornadas de Nutrición Práctica, celebradas en Madrid.

El uso de probióticos y prebióticos en la prevención y el tratamiento de trastornos gastrointestinales está en fase de análisis para demostrar las indicaciones precisas de cada bacteria en un área de salud. "Contamos con una amplia evidencia que documenta la eficacia de determinadas cepas probióticas en procesos agudos del aparato digestivo", explica Guarner. En este sentido, la Organización Mundial de Gastroenterología ha publicado una guía clínica con las indicaciones demostradas en determinadas cepas y sus dosis.

"Las bacterias colónicas pueden modular tanto el contenido del colon, por su actividad metabólica, como las respuestas sensitivas y reflejas del tubo digestivo, lo que abre un campo potencial de acción de las bacterias y de los tratamientos que las modifiquen sobre las alteraciones sensitivoreflejas del aparato digestivo", dice Fernando Azpiroz, jefe de Servicio de Aparato Digestivo, del Hospital Valle de Hebrón. Parte de las patologías sin causas orgánicas se producen por este tipo de alteraciones, y los síntomas específicos dependen de las vías y de las zonas afectadas. Concretamente, los pacientes con síndrome del intestino irritable presentan signos abdominales con alteraciones del tránsito intestinal. "Se admite que el mecanismo que produce los síntomas son alteraciones sensitivoreflejas, por lo que teóricamente podrían beneficiarse de intervenciones que modifiquen la flora intestinal y sería potencialmente aplicable a otros síndromes funcionales del aparato digestivo.

Aplicaciones
El área de los probióticos se ha desarrollado especialmente con bifidobacterias y lactobacillos, con un amplio perfil de seguridad, y cuyo uso cuenta con una amplia tradición en productos suplementados lácteos y en yogures. "En paralelo se está desarrollando el Proyecto del Microbioma Humano, entre el Instituto Nacional de Salud estadounidense y la Comisión Europea, en el que se están analizando las bacterias del intestino humano y la presencia o la ausencia de estos organismos con trastornos y enfermedades sin causa conocida. Algunas serían el síndrome del intestino irritable, la dispepsia, y otras patologías inflamatorias, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, el cáncer de colon y las alergias", explica Guarner.

De esta forma, cuando se perfilen con mayor fidelidad los beneficios de las bacterias podrán utilizarse los probióticos de forma más precisa. Para Guarner y Azpiroz, uno de los problemas que se presentan en el uso de estos compuestos es la asunción universal de sus beneficios para cualquier patología o síntoma. "Hemos de exigir estudios que indiquen los beneficios concretos de cada especie", puntualiza Guarner.

En cuanto a los problemas por exceso de gas intestinal, Azpiroz, afirma que si "se pudiera modificar de forma efectiva la composición de la flora colónica para obtener una menos gasproductora, constituiría a largo plazo un tratamiento mucho más fácil de llevar a cabo que una dieta restrictiva. En este sentido se ha iniciado una línea de investigación prometedora".

Para Miguel Bixquert, jefe del Servicio de Medicina Digestiva del Hospital Arnau de Vilanova, en Valencia, el papel de la alimentación en los trastornos digestivos es fundamental, ya que puede ser preventiva de la enfermedad, de sus complicaciones o curativa. "No sólo es importante lo que comemos, sino cómo lo comemos. Pero también hay que evitar la obesidad, hacer ejercicio regular, no fumar y llevar una vida organizada".

Bixquert señala la importancia de los alimentos funcionales, que además de aportar sus propiedades nutritivas, le suman un valor añadido en salud. Sin embargo, la ingesta regular de estos productos no debe ser la única medida saludable, sino que han de combinarse con una dieta equilibrada y variada y con ejercicio físico para ser eficaces. "Si la persona que toma alimentos ricos o enriquecidos en calcio no hace ejercicio físico, el mineral no se deposita en los huesos y, a lo mejor, se elimina por la orina, lo que eleva el riesgo de piedras en el tracto urinario".

Aun así, habrá que esperar hasta que la UE apruebe nuevas alegaciones de alimentos funcionales.

LACTOBACILLUS E INTESTINO

Según explica Guarner, diversos estudios realizados en Suecia y Polonia parecen relacionar el uso del Lactobacillus Plantarum 299v con una reducción en la percepción de los síntomas, sobre todo en los relacionados con la distensión abdominal, en pacientes con síndrome del intestino irritable. Asimismo, parece reducir el dolor y la flatulencia, y regula las deposiciones debido a su capacidad para colonizar las mucosas de los seres humanos.

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