martes, 22 de junio de 2010

Un triángulo peligroso: sal, HTA y mortalidad por ictus - DiarioMedico.com


Antonio Coca Antonio Coca, miembro del Consejo Ejecutivo de la ESH. (Karla Islas Pieck)

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debe REDUCIRse EL CONSUMO DEL CONDIMENTO
Un triángulo peligroso: sal, HTA y mortalidad por ictus
El consumo de sal está asociado con los niveles de tensión arterial. Además, la incidencia de hipertensión es un marcador de mortalidad por ictus entre la población, por lo que se trata de un triángulo que es prioritario romper, según se ha dicho en la XX Reunión de la ESH.


Karla Islas Pieck. Oslo - Martes, 22 de Junio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


El tratamiento de la hipertensión arterial atraviesa actualmente por un momento de estabilidad en el que no se avistan nuevas moléculas y los principales avances terapéuticos se centran en las combinaciones, que están demostrando mejores resultados y facilitan la adherencia de los pacientes.

En este contexto, uno de los principales temas que han focalizado la atención y el debate durante la XX Reunión de la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH), que se ha celebrado en Oslo (Noruega), ha sido la importancia de la reducción del consumo de sal por parte de la población.

En España se ha conseguido reducir de manera importante la cantidad de sal en el pan; el próximo objetivo son los embutidos y los precocinados

Antonio Coca, director del Instituto de Medicina y Dermatología del Hospital Clínico de Barcelona y miembro del comité ejecutivo de la ESH, ha explicado que, aunque la asociación entre el consumo de sal y el aumento de la presión arterial está bien definida desde hace tiempo, las medidas para evitar el abuso de esta sustancia han pasado por diversos altibajos en los que se ha llegado a relajar mucho la preocupación por la situación.

En los últimos años, con el aumento de las tasas de incidencia de algunas patologías, como la diabetes y las cardiopatías en personas cada vez más jóvenes, cobra cada vez más importancia la prevención de factores de riesgo asociados como la obesidad, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia."Esto es lo que ha disparado otra vez el gatillo de que el consumo excesivo de sal está relacionado con el aumento de la presión arterial, pero también va asociado con el tipo de alimentación. La población actual en el mundo occidental abusa de la comida basura que tiene no sólo un exceso de grasas animales sino también de sal. La obesidad y el consumo de sal están muy relacionadas", ha comentado Coca.

Geometría fatal
El consumo de sal está asociado con la hipertensión arterial, que a su vez consiste en un marcador de la mortalidad por ictus en una determinada población. Por ello estos factores conforman un "triángulo fatal" que los especialistas intenta romper.Según cifras de la ESH, las tasas de mortalidad por ictus son muy heterogéneas entre los diferentes países y la alimentación es uno de los factores que más inciden en estas variaciones.

En los países del Este, las tasas de mortalidad prácticamente duplican a las de los países occidentales, lo que está motivado en gran parte con los consumos de sal y de alcohol. Además, de entre los países de Europa occidental, Portugal y Grecia son los que tienen las mayores tasas de mortalidad por ictus y también son los que presentan mayor consumo de sal y mayores niveles de presión arterial.

La hipertensión arterial es un marcador de mortalidad por ictus en una determinada población, lo que pone de relieve la importancia de evitarla

Menos sal en el pan

Uno de los ejemplos que se expusieron durante la reunión científica es la estrategia española para reducir la cantidad de sal en el pan que se implantó por iniciativa de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y el Ministerio de Sanidad durante la gestión de Elena Salgado."Según los últimos estudios que se han realizado, se ha demostrado que ahora el pan tiene cinco gramos menos de sal por kilo de harina de la que tenía hace unos cinco años". Esto se ha hecho de manera similar en otros países como el Reino Unido o Francia, pero otros como Alemania no lo han conseguido.

En la opinión de Coca, el reto ahora está en conseguir que los grandes distribuidores de alimentación acepten reducir en lo posible las cantidades de sal que llevan los embutidos y los alimentos preparados y precocinados, que se consumen mucho en España.Uno de los países que han obtenido grandes logros en este campo es Finlandia, que gracias a las medidas de reducción del consumo de sal entre la población ha conseguido reducir de manera muy significativa la morbimortalidad cardiovascular entre sus ciudadanos.

"Nos gustaría que nuestro modelo se pareciera al de Finlandia, en el cual a lo largo de muchos años consiguieron reducir la cantidad de sal en la población desde una media de once gramos a siete por persona al día".Este país nórdico consiguió disminuir la media de consumo de sal de su población en cuatro gramos diarios durante un periodo de diez años "y esto tiene unas consecuencias poblacionales enormes en la reducción de la morbilidad y la mortalidad cardiovascular", ha comentado el especialista.



PRUDENCIA PARA TRATAR A LOS DIABÉTICOS
Antonio Coca, del Hospital Clínico de Barcelona y miembro del comité ejecutivo de la ESH, ha comentado que otro de los grandes debates que existen actualmente en este campo es el de las estrategias agresivas para reducir la presión arterial en los pacientes diabéticos. "No tenemos suficientes evidencias científicas para bajar demasiado la presión en estas personas. Hay que hacerlo con cierta prudencia".Las guías europeas han atenuado las indicaciones en este sentido a la espera de nuevos datos, mientras que las recomendaciones americanas "siguen diciendo que la presión hay que bajarla mucho, pero nosotros somos más prudentes al respecto". A su juicio, actualmente no existe evidencia científica que respalde que cifras inferiores a 180 mmHg de presión sistólica ofrezcan mejores resultados en dichos enfermos. Por este motivo, la ESH está diseñando un estudio prospectivo de estas características que pretende demostrar la hipótesis.

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