martes, 3 de agosto de 2010

La larga y la corta duración del sueño, factores de riesgo cardiovascular

Diariomedico.com
ESPAÑA
Mayor para quienes duermen cinco u ocho horas
La larga y la corta duración del sueño, factores de riesgo cardiovascular
Un estudio publicado en Sleep sugiere que dormir habitualmente durante menos o más de siete horas diarias está asociado con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. La investigación, llevada a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad West Virginia en Morgantown, Virginia Occidental (Estados Unidos), y dirigida por Anoop Shankar, reveló que quienes duermen cinco horas diarias o menos y quienes lo hacen ocho o más horas por día tienen más riesgo de padecer estas enfermedades.


Redacción - Lunes, 2 de Agosto de 2010 - Actualizado a las 11:33h.

Para llevar a cabo el estudio, se analizaron las respuestas de 30.397 adultos que participaron en la Encuesta Nacional de Salud de 2005, que recopiló información sobre factores demográficos, socio-económicos, asociados al estilo de vida y la salud. Entre los participantes, se registraron 2.146 casos de enfermedades cardiovasculares, definidas como el diagnóstico médico de angina de pecho, enfermedades cardiacas coronarias, infarto o ictus. Del total de los participantes, el ocho por ciento aseguró dormir cinco o menos horas diarias, mostrando el análisis que su riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares era más de dos veces mayor que el de aquellas personas que dormían siete horas diarias, con un cociente de probabilidad de 2,2. Para el nueve por ciento de los encuestados que afirmó dormir nueve horas al día, también se incrementaba el riesgo; tenían un cociente de probabilidad del 1,57. Los resultados se ajustaron, además, a múltiples variables de confusión como la edad, el sexo, la raza, el consumo de tabaco y alcohol, el índice de masa corporal, la actividad física, la diabetes, la hipertensión y la depresión.

El equipo de investigación halló también un elevado índice de riesgo, aunque de forma más moderada, para aquellos que dormían seis u ocho horas diarias; con sendos cocientes de probabilidad de 1,33 y 1,23. El riesgo para los que informaron de períodos de sueño de cinco o menos horas diarias aumentaba para adultos menores de 60 años (cociente de probabilidad de 3,08) y para las mujeres (cociente de 2,57). Al excluir del análisis a los enfermos de diabetes, hipertensión o depresión, el riesgo continuaba siendo elevado para periodos de sueño de cinco horas diarias, con una probabilidad de 2,26, y de nueve horas diarias, con una probabilidad de 2,04.

En esta asociación entre la corta duración del sueño y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares subyacen motivos como alteraciones de la función endocrina y del metabolismo relacionadas con el sueño. Entre los efectos negativos de la carencia de sueño se incluyen la intolerancia a la glucosa, la sensibilidad reducida a la insulina, una mayor actividad simpática y una elevada presión sanguínea, todos ellos causantes del endurecimiento arterial. La larga duración del sueño, por otro lado, puede estar relacionada con un desorden respiratorio subyacente relacionado con el sueño o una baja calidad del mismo.

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