lunes, 11 de octubre de 2010

Opciones para vejiga hiperactiva refractaria - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
TOXINA BOTULÍNICA Y NEUROMODULACIÓN
Opciones para vejiga hiperactiva refractaria

Los pacientes con vejiga hiperactiva refractaria que no responden a la terapia convencional con anticolinérgicos disponen hoy día de otros dos tratamientos: la toxina botulínica y la neuromodulación sacra. Una técnica y otra no son equivalentes, sino que hay que estudiar bien cada caso y hablarlo con el paciente para ver cuál es la más idónea.


A. C. M. - Lunes, 11 de Octubre de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


Por ejemplo, "para el urólogo, la toxina botulínica es más fácil de administrar porque la técnica endoscópica está más dominada en nuestra especialidad. Por el contrario, la utilización de la neuromodulación le resulta más alejada", ha explicado Salvador Arlandis, del Servicio de Urología del Hospital La Fe, de Valencia, en la VI Reunión del Grupo Español de Suelo Pélvico, que se ha celebrado en el Hospital Infanta Sofía, de Madrid.

La inyección de toxina botulínica en la vejiga relaja el músculo detrusor, logrando que respondan de un 70 a un 80 por ciento de los pacientes. "El problema es que su efecto dura entre seis y nueve meses, lo que obliga a reinyecciones. También tiene efectos secundarios porque aún no conocemos la dosis ideal para cada paciente y esto puede provocar lo contrario, retenciones de orina. Además, la toxina botulínica no está aprobada para esta indicación, sino que se utiliza por uso compasivo".

Arlandis ha añadido que, aunque hay pacientes que ya llevan entre tres y cuatro años de seguimiento, la toxina botulínica tendrá que seguir bajo vigilancia. La segunda terapia disponible, la neuromodulación sacra, está aprobada por la FDA americana desde 1997. En todo el mundo ya hay más de 30.000 "marcapasos de la vejiga" implantados, por lo que es una técnica bien establecida. Los pacientes con trastornos psiquiátricos no son los más adecuados.
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