lunes, 28 de febrero de 2011

IntraMed - Artículos - Infecciones relacionadas con los catéteres intravasculares


28 FEB 11 | ¿Cuál es el origen predominante?
Infecciones relacionadas con los catéteres intravasculares
Existen programas de prevención de máxima eficacia para abordar las diferentes fuentes de la infección relacionada con los catéteres

Dr. Leonard A. Mermel
Clinical Infectious Diseases 2011;52(2):211–212



La fuente principal de las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con los catéteres intravasculares ha sido un interrogante clínico y de investigación durante más de 30 años. Durante ese tiempo, se ha pasado de considerar la existencia de una sola fuente que predomina en todos los cuadros clínicos hasta un concepto más realista que acepta que la piel del sitio de inserción del catéter y el centro del catéter y el conector (es decir, una fuente intraluminal y otra extraluminal) son importantes y que hay programas de prevención de máxima eficacia para abordar las diferentes fuentes de infección.

Siempre se ha debatido acerca de la vía que siguen los microbios hasta infectar los catéteres intravasculares; la vía extraluminal deriva del sitio de inserción del catéter en la piel o la vía intraluminal, a partir de la punta del catéter, de la conexión del tubo del catéter o, con menos frecuencia, la contaminación intravenosa por líquidos.

La mayoría de las pruebas sugieren que, en general, la fuente de la infección extraluminal predomina en los catéteres colocados por un período más corto de tiempo, mientras que el origen intraluminal predomina en los catéteres que permanecen durante tiempos prolongados. En un estudio de 25 infecciones del torrente sanguíneo por catéteres a corto plazo (ITSCCP), que utilizó la huella dactilar molecular para confirmar la fuente de la infección, 15 tuvieron un origen extraluminal; 3 de fuente intraluminal y 7 podrían haber tenido su origen en cualquiera de la fuente.

En un marcado contraste, un estudio de 24 ITSCCP a largo plazo se comprobó que 5 eran de origen extraluminal, 16 intraluminal, 2 podría haber surgido a partir de cualquier fuente y, en 1 caso, la siembra hematógena provino del catéter. En otro estudio que utilizó las huellas dactilares moleculares, la duración media de la cateterización fue de 14 días para las ITSCCP, con un descenso confirmado de la fuente extraluminal; 24 días cuando la fuente fue extraluminal o intraluminal y, 64 días cuando la fuente fue confirmada como intraluminal.

La colonización intraluminal con microbios productores de biofilm fue más extendida después de la cateterización prolongada en un estudio que halló que más del 40% de la superficie intraluminal en el sitio de entrada del catéter estaba cubierta de biofilm a los 30 días, en comparación con solo el 15% en la superficie intraluminal de los catéteres en su lugar, <10 días. En un estudio de pacientes con catéteres de hemodiálisis, se hicieron hemocultivos semanales por tracción del catéter. Si un cultivo de sangre por extracción del catéter revelaba el crecimiento microbiano, luego los hemocultivos se hacían semanalmente por extracción percutánea. De los 31 pacientes, 21 desarrollaron hemocultivo positivo en un tiempo de permanencia media de 27 días. De estos 21 pacientes, 12 mostraron posteriormente un crecimiento microbiano concordante con los hemocultivos obtenidos por vía percutánea, en un tiempo medio de 32 días después del primer cultivo positivo. Estos hallazgos sugieren que la colonización concordante del catéter, medida por los hemocultivos positivos extraídos del catéter se produce en los catéteres de larga duración, y si no se controla, puede conducir a una verdadera ITSCCP. Las ITSCCP derivadas del sitio de inserción son extraluminales, por lo que la adecuada antisepsia de la zona de inserción reduce el riesgo de estas infecciones. Las ITSCCP derivadas de una fuente intraluminal reflejan una brecha en la técnica aséptica en el momento de la manipulación de los catéteres, tapas, conectores o llaves de paso o, la contaminación de la misma infusión. En un estudio, el 31% de las enfermeras no desinfectaron los conectores del catéter sin aguja antes de acceder a ellos y el 17%. De las muestras de sangre “descartada” a partir de la sangre extraída a través de estos conectores sin aguja tenían crecimiento microbiano. Esto puede reflejar la falta de tiempo para limpiar adecuadamente los conectores antes de acceder a ellos, una formación profesional inadecuada o ambos. Del mismo modo, independientemente, una relación enfermera-paciente baja, aumenta el riesgo de infección del catéter, probablemente reflejando fallas en la técnica aséptica. Del mismo modo, hay enfermeras insuficientemente capacitadas que trabajan en una unidad de cuidados intensivos, lo cual aumenta en forma independiente el riesgo de estas infecciones. Algunos conectores sin aguja se asocian con una mayor incidencia de infección del catéter, probablemente de origen intraluminal. Esto puede deberse a la dificultad de limpiar la superficie de algunos conectores que se comercializan en la actualidad, la incapacidad para desinfectar los componentes del conector interno o problemas de comportamiento, como se señaló anteriormente, lo que hace que la desinfección de los conectores antes de ser utilizados sea subóptima, o incluso, que no se desinfecten. Por otra parte, algunos estudios han comprobado que con el uso de de conectores con aguja el riesgo de colonización es menor, lo que sugiere que con los dispositivos de uso clínico actual probablemente haya diferencias en el riesgo de contaminación del torrente sanguíneo. Conclusiones

Tanto la vía de infección extraluminal como intraluminal es importante en la patogénesis de las infecciones relacionadas con los catéteres venosos centrales. Inmediatamente después de la inserción, la vía de infección predominante es la extraluminal, mientras que la vía intraluminal predomina después de un tiempo de permanencia más prolongado del catéter.

Por lo tanto, el cuidado en la inserción del catéter ayudará a prevenir las ITSCCP que se producen a los pocos días del cateterismo y el cuidado en el mantenimiento del catéter ayudará a prevenir las infecciones posteriores. Los cambios de comportamiento derivados de la educación, basada en la evidencia sobre la inserción del catéter y la utilización de un paquete de mantenimiento, como así la promesa de catéteres nuevos y de novedades en los conectores, apósitos antimicrobianos y soluciones para el lavado del catéter reducirán aún más el riesgo de infecciones relacionadas con el catéter.

♦ Traducción y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti. Esp. Medicina Interna.

Referencias

1. Safdar N, Maki DG. The pathogenesis of catheter-related bloodstream infection with noncuffed short-term central venous catheters. Intensive Care Med 2004;30:62–7.
2. Segura M, Llado´ L, Guirao X, et al. A prospective study of a new protocol for ‘in situ’ diagnosis of central venous catheter related bacteraemia. Clin Nutr 1993; 12:103–7.
3. Douard MC, Clementi E, Arlet G, et al. Negative catheter-tip culture and diagnosis of catheter-related bacteremia. Nutrition 1994; 10:397–404.
4. Raad I, Costerton W, Sabharwal U, Sacilowski M, Anaissie E, Bodey GP. Ultrastructural analysis of indwelling vascular catheters: A quantitative relationship between luminal colonization and duration of placement. J Infect Dis 1993; 168:400–7.
5. Dittmer ID, Sharp D, McNulty CA, Williams AJ, Banks RA. A prospective study of central venous hemodialysis catheter colonization and peripheral bacteremia. Clin Nephrol 1999; 51:34–9.
6. Chaiyakunapruk N, Veenstra DL, Lipsky BA, Saint S. Chlorhexidine compared with povidone- iodine solution for vascular cathetersite care: A meta-analysis. Ann Intern Med 2002; 136:792–801.
7. Karchmer TB, Cook EM, Palavecino E, et al. Needleless valve ports may be associated with a high rate of catheter-related bloodstream infection [abstract]. In: Program of the 15thAnnual Meeting of the Society for Healthcare Epidemiology of America (Los Angeles, CA). Washington, DC: Society for Healthcare Epidemiology of America, 2005. 307.
8. Fridkin SK, Pear SM, Williamson TH, Galgiani JN, Jarvis WR. The role of understaffing in central venous catheterassociated bloodstream infections. Infect Control Hosp Epidemiol 1996; 17:150–8.
9. Alonso-Echanove J, Edwards JR, Richards MJ, et al. Effect of nurse staffing antimicrobialimpregnated central venous catheters on the risk for bloodstream infections in intensive care units. Infect Control Hosp Epidemiol 2003; 24:916–25.
10. Jarvis WR, Murphy C, Hall KK, et al. Health care-associated bloodstream infections associated with negative- or positive- pressure or displacement mechanical valve needleless connectors. Clin Infect Dis 2009; 49:1821–7.
11. Bouza E, Mun˜oz P, López-Rodrı´guez J, et al. A needleless closed system device (CLAVE) protects from intravascular catheter tip and hub colonization: A prospective randomized study. J Hosp Infect 2003; 54:279–87.
12. Casey AL, Worthington T, Lambert PA, Quinn D, Faroqui MH, Elliott TS. A randomized, prospective clinical trial to assess the potential infection risk associated with the PosiFlow needleless connector. J Hosp Infect 2003; 54:288–93.
13. Sawyer M, Weeks K, Goeschel CA, et al. Using evidence, rigorous measurement, and collaboration to eliminate central catheterassociated bloodstream infections. Crit Care Med 2010; 38:S292–8.
14. Miller MR, Griswold M, HarrisII JM, et al. Decreasing PICU catheter-associated bloodstream infections: NACHRI’s quality transformation efforts. Pediatrics 2010; 125:206–13.
15. Sannoh S, Clones B, Munoz J, Montecalvo M, Parvez B. A multimodal approach to central venous catheter hub care can decrease catheter-related bloodstream infection. Am J Infect Control 2010; 38:424–9.
16. Maki DG. In vitro studies of a novel antimicrobial luer-activated needleless connector for prevention of catheter-related bloodstream infection. Clin Infect Dis 2010; 50:1580–7.
17. Casey AL, Mermel LA, Nightingale P, Elliott TSJ. Antimicrobial central venous catheters in adults: A systematic review and metaanalysis. Lancet Infect Dis 2008; 8:763–76.
18. Timsit JF, Schwebel C, Bouadma L, et al. Chlorhexidine-impregnated sponges and less frequent dressing changes for prevention of catheter-related infections in critically ill adults: A randomized controlled trial. JAMA 2009; 301:1231–41.
19. Venkatesh M, Rong L, Raad I, Versalovic J. Novel synergistic antibiofilm combinations for salvage of infected catheters. J Med Microbiol 2009; 58:936–44.


IntraMed - Artículos - Infecciones relacionadas con los catéteres intravasculares

No hay comentarios:

Publicar un comentario