lunes, 11 de abril de 2011

La remisión y la adherencia, retos en la enfermedad mental - DiarioMedico.com

Diariomedico.com
ESPAÑA
las terapias llevan asociados muchos riesgos
La remisión y la adherencia, retos en la enfermedad mental
Tanto la bipolaridad I como la depresión tienen bajas tasas de remisión, debido a los problemas generados por los tratamientos. De ahí que las estrategias terapéuticas se orienten a conseguir fármacos con menos efectos adversos que garanticen la adherencia de los pacientes.


Beatriz Roselló. Atenas - Lunes, 11 de Abril de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


Brian Leonard, Connie Sánchez, Lawrence Martin y Johan den Boer, en Atenas.


Las enfermedades mentales influyen en muchos aspectos de la vida de las personas que las padecen y, por ello, su tratamiento y la erradicación de los efectos adversos de los fármacos son dos de las cuestiones que más preocupan a psiquiatras y neurólogos. Allan Young, del Imperial College de Londres, en el Reino Unido, ha introducido su intervención en el Simposio de Lundbeck Focus in CNS disorders 2011, celebrado en Atenas (Grecia), resaltando que aún quedan muchos avances que alcanzar en la estrategia terapéutica de estas patologías.

En el caso de la bipolaridad I y la bipolaridad II, el riesgo de suicidio es entre un 15 y un 20 por ciento más alto que en la población sana y hay altas tasas de remisión incompleta. "El trastorno bipolar tiende a persistir durante toda la vida y el riesgo de recurrencia es constante durante décadas", ha afirmado. Otro factor determinante es la baja adherencia, provocada sobre todo por efectos adversos del tratamiento que merman la calidad de vida de los pacientes e influyen negativamente en su salud, como el síndrome metabólico.

El síndrome metabólico asociado a la bipolaridad I es un efecto secundario problemático, porque añade otras patologías al paciente

Más riesgo en mujeres


Mientras que en la población general las mujeres tienen perfiles de lípidos más saludables que los hombres, entre los pacientes psiquiátricos se da la proporción contraria: "Las mujeres parecen tener más tasas de obesidad y de síndrome metabólico, lo que les provoca una mayor vulnerabilidad a las enfermedades cardiovasculares", ha dicho Natalie Rasgon, de la Universidad de Stanford, en California (Estados Unidos). Así, la especialista ha incidido en la importancia de tener en cuenta el riesgo metabólico a la hora de elegir un antipsicótico u otro para el paciente.

Hasta ahora se ha demostrado que el tratamiento con olanzapina provoca ganancia de peso, en comparación con la administración de asenapina o de placebo. "Asenapina ofrece una gran eficacia clínica y más seguridad y tolerancia", ha resaltado Roger McIntyre, del Hospital Toronto Western, en Canadá.

Según Susana Gómez-Lus, del departamento médico de la compañía Lundbeck, la olanzapina relaja mucho al paciente cuando está en fase aguda (la de manía), pero conlleva sobrepeso y otros efectos que se incluyen en el síndrome metabólico, como la hipertensión o el desarrollo de diabetes tipo 2. "Todo esto resta esperanza de vida y, además, genera costes socioeconómicos altísimos, porque no tienes sólo a un paciente bipolar sino a un paciente bipolar que además es hipertenso, diabético...". Aparte de la eficacia de asenapina, Gómez-Lus ha destacado que, al ser sublingual, la administración es mucho más segura (el paciente no la escupe como ocurre con otras pastillas) y actúa con mayor rapidez porque llega antes al cerebro.

Reducir los síntomas

Si en los episodios de manía se administran antipsicóticos para relajar al paciente, en la depresión se pretende lo contrario: provocar un output de serotonina que haga sentirse mejor al enfermo. Según Brian Leonard, de la Universidad Nacional de Irlanda, en Galway, "hay todo un mar de medicamentos para tratar la depresión"; la cuestión es cómo reducir los síntomas de la patología al máximo y conseguir una remisión "real". Y Lawrence Martin, del St Joseph's Healthcare Hamilton, en Ontario (Canadá), ha añadido que, aunque tanto escitalopram como duloxetina generan en el paciente la sensación de sentirse mejor, la remisión real es mayor con el primero.

Además, escitalopram también muestra una respuesta superior y una mayor reducción de los niveles de depresión frente a citalopram. "Escitalopram consigue la más alta proporción de pacientes que no remiten". Martin destacó que los síntomas depresivos como el estrés o el dolor afectan a entornos fundamentales de su vida. "Aunque vayan sintiéndose mejor, les resulta muy difícil enfrentarse a las tareas cotidianas que han ido abandonando; nos sorprendería saber cuántos de nuestros pacientes viven en una casa desordenada o con suciedad".

Cuando la monoterapia no funciona, hay varias opciones de tratamiento. Según Johan den Boer, del Centro Médico de la Universidad de Groninga, en Holanda, se obtiene más efectividad combinando dos antidepresivos, aunque es necesario examinar cada caso. "En general, añadir antipsicóticos de segunda generación es efectivo, aunque su mantenimiento en el largo plazo y su seguridad aún no están del todo claros".
La remisión y la adherencia, retos en la enfermedad mental - DiarioMedico.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario