Los objetivos de control de la HTA en niños con ERC deben ser ambiciosos

El control de las cifras de tensión arterial debe hacerse en algunos niños, vigilancia que debe extremarse en casos con afectación renal. Los profesionales consideran que el control de la hipertensión en estos pacientes indica qué medidas, clínicas y farmacológicas, son las más adecuadas para proteger su funcionalidad renal a largo plazo.

C. D. | 08/05/2012 00:00

Empar Lurbe, jefe de Pediatría del Hospital General Universitario de Valencia. (C.D.)

La hipertensión arterial (HTA) no es infrecuente en la edad pediátrica. De hecho, su prevalencia se sitúa entre el 2 y el 3 por ciento de la población infantil. En circunstancias normales la presión arterial debe ser medida ya a partir de los tres años y antes de esta edad en niños prematuros o con patología asociada.

"En caso de tener elevada la presión arterial (PA) en niños con enfermedad renal crónica (ERC), los objetivos de control deben ser más ambiciosos que en otros grupos", según Empar Lurbe, jefe de Servicio de Pediatría del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia y jefe de grupo del Ciber de Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III. La profesional ha participado en el XXII Curso Internacional de Avances en Nefrología Pediátrica, celebrado en Oviedo, con un análisis sobre el manejo de la HTA en el niño y el adolescente.

Lurbe, que se ha referido a las recomendaciones de la Sociedad Europea de Hipertensión Arterial, considera que estas guías, que merecieron una sesión plenaria en su presentación en el último congreso de la citada sociedad, "dejan claro cuándo hay que empezar a medir la presión arterial, cómo hay que hacerlo, cuáles son los valores que indican hipertensión y cuáles son las opciones de tratamiento más adecuadas".

Menor a percentil 90
Las guías indican que debe establecerse un diagnóstico de hipertensión en un niño cuando sus valores de presión arterial se sitúan en el mismo nivel o por encima del percentil 95 específico por su edad, sexo y talla. Respecto al tratamiento establecen cuáles son las intervenciones oportunas, tanto en modificación de estilos de vida como tratamiento farmacológico, "que estará indicado en HTA secundaria, sintomática o cuando se ha detectado afectación de órganos diana". Sobre cuáles deben ser los objetivos una vez iniciado el tratamiento, Lurbe ha señalado que los niveles de presión deben situarse por debajo del percentil 90.

En el caso de niños con ERC sin proteinuria los niveles deben fijarse por debajo del percentil 75 y en aquéllos con proteinuria, por debajo del percentil 50. "Los objetivos son más ambiciosos en estos pacientes porque está demostrado que así tardan más en evolucionar a insuficiencia renal terminal, es decir, que el efecto beneficioso sobre la protección renal es mucho mayor con objetivos estrictos que con un control estándar".

Necesidad de revertir
Además, ha insistido en que la hipertensión esencial es causa importante de HTA en niños y que la detección precoz de factores relacionados con el desarrollo de HTA puede evitar o retrasar la aparición de enfermedad cardiovascular en etapas posteriores de la vida. "O revertimos las cifras de obesidad infantil o nos encontraremos ante la primera generación cuya expectativa de vida será inferior a la de sus padres".