sábado, 19 de mayo de 2012

Pacientes paralizados usan la mente para mover un brazo robótico: MedlinePlus

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Pacientes paralizados usan la mente para mover un brazo robótico

Pero falta mucho para que este método sea práctico, señalan expertos

Traducido del inglés: jueves, 17 de mayo, 2012
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MIÉRCOLES, 16 de mayo (HealthDay News) -- Dos pacientes de accidente cerebrovascular (ACV) que habían perdido el uso de brazos y piernas pudieron usar sus cerebros para mover un brazo robótico, informan investigadores.
De hecho, una paciente pudo usar el brazo para agarrar un termo de agua, llevárselo a la boca y beber sola con una pajilla.
"Es la primera vez que agarró algo en 15 años", señaló el investigador, el Dr. Leigh Hochberg, profesor asociado de ingeniería de la Universidad de Brown y del Departamento de Asuntos de Veteranos, ambos en Providence, Rhode Island, y neurólogo de atención crítica del Hospital General de Massachusetts en Boston.
Los pacientes lo logran "simplemente pensando en mover su brazo y mano", explicó.
"El sueño real de esta investigación es que las personas paralíticas puedan un día reconectar su cerebro a sus propias extremidades", apuntó Hochberg. "La investigación está al principio, y falta mucha más".
El estudio aparece en la edición del 17 de mayo de la revista Nature.
Lo que posibilita esto es un dispositivo en investigación llamado el sistema de interfaz neural BrainGate, que hace que el cerebro controle dispositivos robóticos.
El sistema usa un sensor para monitorizar las señales cerebrales y el software y el hardware de computadora para convertir esas señales en órdenes para mover el brazo robótico, explicaron los investigadores.
El sensor es un minúsculo cuadro de silicona del tamaño de una aspirina para niños que contienen 100 electrodos del grosor de un pelo que registran la actividad de pequeños grupos de neuronas. Se implanta en la corteza motora del cerebro, lugar que dirige el movimiento físico.
"Con ese sensor, podemos registrar docenas de neuronas individuales. Entonces decodificamos la actividad que registramos", apuntó Hochberg.
Se pide a los pacientes que intenten mover el brazo o que imaginen mover el brazo, los investigadores registran la actividad cerebral y construyen un mapa de dicha actividad, que se convierte en un programa de computadora que permite al brazo robótico moverse cuando el paciente piensa sobre mover el brazo, explicó.
Los dos pacientes fueron una mujer de 58 años y un hombre de 66 que no pueden hablar ni mover los brazos ni las piernas debido a ACV que sufrieron hace años. La mujer sufrió el suyo en 1996, y el hombre en 2006.
En el ensayo, ambos aprendieron a realizar complejas tareas con un brazo robótico al imaginarse los movimientos de sus propios brazos y manos, apuntó Hochberg.
"En un futuro, registraremos el cerebro humano en más de un lugar, para extender los movimientos, y a medida que la investigación siga, los movimientos se harán más rápidos y naturales", aseguró Hochberg.
Andrew Jackson, investigador del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Newcastle en Reino Unido, y autor de un editorial acompañante en la revista, dijo que "sería bueno si estos dispositivos permitieran a pacientes paralizados mover sus propias extremidades".
Jackson también cree que este método se podría integrar con esfuerzos para restaurar la función a través de la regeneración nerviosa.
"Quizás algunas de estas tecnologías resulten ser formas importantes de rehabilitar un sistema. Ambas podrían ser complementarias", dijo.
"Se están logrando avances", aseguró Jackson. "Lo que hace diez años era ciencia ficción ahora comienza a traducirse a pacientes, pero aún hay un largo camino y muchos impedimentos a abordar antes de que se convierta en un dispositivo útil en la clínica".
Otro experto, el Dr. J. Marc Simard, profesor de neurocirugía, patología y fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, anotó que "es un paso pequeño, pero sólido".
Hay muchas esperanzas para el desarrollo futuro de esta tecnología, pero aún falta tiempo, comentó.
"No sucederá mañana, y si sucede durante las vidas [de los pacientes] sería sorprendente", apuntó Simard. "Pero saber que existe y que esos pasos son una realidad tiene que darnos esperanza".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Leigh Hochberg, M.D., Ph.D., associate professor, engineering, Brown University, Providence, R.I., Department of Veterans Affairs, Providence, R.I., critical care neurologist, Massachusetts General Hospital, Boston; J. Marc Simard, M.D., Ph.D., professor, neurosurgery, pathology and physiology, University of Maryland School of Medicine, Baltimore; Andrew Jackson, Ph.D., research fellow, Institute of Neuroscience, Newcastle University, Newcastle upon Tyne, U.K.; May 17, 2012, Nature
HealthDay

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