sábado, 12 de mayo de 2012

Un nuevo abordaje evita el daño en glándulas salivares en cáncer de cabeza y cuello - DiarioMedico.com

Un nuevo abordaje evita el daño en glándulas salivares en cáncer de cabeza y cuello - DiarioMedico.com

REDUCE LAS COMPLICACIONES HABITUALES

Un nuevo abordaje evita el daño en glándulas salivares en cáncer de cabeza y cuello

Una investigación de la Universidad de Groningen (Holanda), presentada en el congreso de la Estro, ha descrito la ubicación de las células precursoras esenciales para la regeneración de la glándula parótida: al situarse principalmente en sus conductos mayores, pueden ser fácilmente evitadas durante la radioterapia o bien recibir la mínima dosis de radiación.
J.G.R. Barcelona   |  11/05/2012 00:00


Según Peter van Luijk, investigador asociado del Centro Médico Universitario de la citada universidad neerlandesa, este modo de actuación "podría reducir significativamente las complicaciones que surgen de la radioterapia en el cáncer de cabeza y cuello".

Alrededor del 40 por ciento de los pacientes que reciben tratamiento contra este tipo de cáncer sufren efectos secundarios como el síndrome de boca seca. Esta condición se puede producir cuando la glándula parótida deja de funcionar adecuadamente tras el daño producido por la radiación. A causa de ello se producen problemas a la hora de comer, de dormir, de hablar y pérdida de dientes, que pueden causar aislamiento social.

Los investigadores holandeses analizaron primero en modelos de ratón y rata la ubicación de las células precursoras y los efectos concretos de la radioterapia en determinadas regiones de la glándula parótida. Posteriormente, se tomó tejido de esta glándula y de las glándulas salivares de pacientes: en todos los casos las células precursoras se encontraron en los conductos mayores de la parótida.

"Hemos confirmado los datos de trabajos previos, que señalaban que estas células precursoras son capaces de regenerar una glándula parótida cuando han sido trasplantadas tras la irradiación. La posición de estas células en las ratas corresponde con la extensión cráneo-ventral de la glándula en humanos, en el lado ventral donde el conducto excretor abandona la glándula. Por lo tanto, pese a que las glándulas tienen diferente forma en ratas y humanos, las células precursoras presentan exactamente la misma estructura anatómica", ha afirmado van Luijk.

Modelo matemático

A continuación los investigadores comprobaron su hipótesis creando un modelo matemático basado en el tratamiento de 36 pacientes. Este modelo les permitió estimar la función esperada de la glándula parótida en función de la dosis recibida por las células precursoras.

El siguiente paso será el diseño de un estudio clínico aleatorizado en el que se comparará la función de la glándula parótida en un grupo de pacientes tratados con el tratamiento estándar frente a otro grupo en que la dosis en las células precursoras se minimizará gracias al empleo de la técnica propuesta por los investigadores holandeses.

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