martes, 25 de septiembre de 2012

Una occidental es tratada con un antimalárico falso - DiarioMedico.com

Una occidental es tratada con un antimalárico falso - DiarioMedico.com

DESCRITO EN LA CUN, SE PUBLICA EN 'THE LANCET'

Una occidental es tratada con un antimalárico falso

The Lancet publica en su último número el caso de una mujer de 28 años que contrajo malaria en Guinea Ecuatorial y estuvo tomando un fármaco falsificado. Los autores son de la Clínica Universidad de Navarra.
Redacción   |  25/09/2012 00:00

José Luis del Pozo y Carlos Chaccour
José Luis del Pozo y Carlos Chaccour, de la Clínica Universidad de Navarra. (CUN)

Dos médicos de la Clínica Universidad de Navarra firman un artículo que se publica en el último número de The Lancet en el que se describe por primera vez el caso de un ciudadano occidental afectado por el consumo de un medicamento falso en un país en vías de desarrollo.

En concreto, se trata de una mujer de 28 años que contrajo la malaria en Guinea Ecuatorial y regresó a España para ser atendida al persistir los síntomas de la enfermedad, pese a estar tomando medicación adquirida en el país africano.
  • La paciente había contraído la enfermedad en tres ocasiones y el tratamiento con artesunato había resultado efectivo
La publicación es obra de José Luis del Pozo, del Área de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra, y Carlos Chaccour, médico residente del Departamento de Medicina Interna del mismo centro. Ambos tienen formación sobre enfermedades tropicales y llevan a cabo proyectos de investigación sobre la malaria, que incluyen nuevas técnicas para el control de los mosquitos transmisores de la enfermedad y métodos alternativos para la detección de antimaláricos falsos. También firman el artículo Harparkash Kaur y David Mabey, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, con la que Chaccour colabora en proyectos de investigación sobre malaria.
Carlos Chaccour presentará este caso en el congreso Challenges in Malaria Research. Progress towards elimination, que se celebrará en Basilea (Suiza) entre los días 10 y 12 de octubre.
El caso que se publica en The Lancet ocurrió en octubre de 2011. "Se trata de una mujer de 28 años, sin patologías previas, que visita con frecuencia Guinea Ecuatorial. Al presentar los síntomas propios de esta enfermedad -fiebre, escalofríos, malestar general...- acude a un centro de salud local donde le diagnostican la malaria", relatan Chaccour y Del Pozo.

La paciente había contraído la enfermedad en tres ocasiones anteriores y el tratamiento con comprimidos de artesunato había resultado efectivo. "Las otras veces se había recuperado al cabo de tres días, pero en esta ocasión no. Como persistían los síntomas, regresó a España y vino a la CUN. Mientras esperábamos 24 horas a que llegara el tratamiento solicitado al Ministerio de Sanidad, única vía para conseguir este tipo de medicación extranjera, la concentración del parásito que tenía en la sangre se había duplicado. Llegó a tener en su sangre 50 billones de parásitos y se encontraba peor desde el punto de vista clínico y analítico, pese a que seguía tomando los comprimidos que trajo de Guinea. Eso nos hizo sospechar de que el medicamento podía ser falso".

Una vez que se le administró el fármaco llegado del Ministerio, la paciente se recuperó a los tres días. "Aunque ingresó en planta, presentamos el caso en la UCI porque no sabíamos cómo iba a evolucionar y la malaria puede ser mortal en viajeros".


Análisis del fármaco
Tras recibir el alta, pidieron a la paciente que les facilitara todos los envases que tenía del medicamento y los enviaron a la Escuela de Medicina Tropical de Londres para su análisis mediante cromatografía y espectrometría de masas. "Los resultados mostraron que los comprimidos no tenían ningún principio activo. Eran una falsificación de Artesunat. A veces los falsificadores los fabrican con otros ingredientes como paracetamol e incluso precursores de anfetaminas como el éxtasis", señalan Del Pozo y Chaccour.

Por otro lado, los especialistas añaden que "el envase era una falsificación muy buena. Resultaba muy similar al original, pero se apreciaban errores tipográficos y ortográficos al compararlo con una caja original".
(The Lancet 2012; 380: 1120). 

EL 30% DE LOS ANTIPALÚDICOS PUEDEN SER FALSOS

El hecho de que este caso sea el primero descrito en el que una persona no autóctona de un país en vías de desarrollo se vea afectada por un medicamento antimalárico falso que pone en riesgo su vida podría obedecer, según José Luis del Pozo y Carlos Chaccour, "a un tráfico diferencial en el comercio de estas falsificaciones".

En concreto, la paciente había adquirido el mismo medicamento en ocasiones anteriores en farmacias de Guinea Ecuatorial y siempre había sido el producto original. "Sin embargo, esta vez envió a un ciudadano guineano a comprarlo. Aún es necesario probarlo, pero todo hace pensar que hay un tráfico diferencial. A un occidental no le venden el falsificado para no meterse en problemas, pero no ocurre lo mismo con los nativos".Hasta ahora, añaden, "sólo existían dos casos en los que podía correlacionarse el tratamiento con un antimalárico falso con consecuencias de riesgo vital: un joven en Birmania que falleció y otro en Laos, que afortunadamente sobrevivió. Este caso le pone cara humana, la de una mujer europea, a un drama que seguramente mata a miles de personas en los países en vías de desarrollo".

En este sentido, recuerdan que según estimaciones recientes un 30 por ciento de los antipalúdicos pueden ser falsos en África y el sudeste asiático, un fraude que conlleva daños de dos maneras: "Por un lado, puede suponer la muerte de quien lo toma, y por otro, existe un tipo de falsificación que consiste en fabricar fármacos de mala calidad. Por tanto, perderían efectividad, lo que puede a su vez matar a muchos miles de personas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario