jueves, 21 de febrero de 2013

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Sólo el 20% de los pacientes con hepatitis C recibe el tratamiento adecuado

 
Madrid (21/02/2013) - Redacción

• En el marco del XXXVIII Congreso Anual de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), los expertos han dedicado varias sesiones a comentar las últimas novedades en trasplante hepático, en tratamientos para pacientes con hepatitis C y en hígado graso, una enfermedad de reciente aparición

• Además, se ha presentado un estudio que muestra que los resultados en trasplante hepático en España han mejorado en todos los casos de cirrosis, excepto en la provocada por el virus de la hepatitis C


En el marco del XXXVIII Congreso Anual de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que reúne a más de 600 hepatólogos de toda España, los expertos han compartido algunas de las principales novedades que se han producido en materia hepática durante el último año. En este sentido se han destacado los nuevos tratamientos disponibles para los enfermos de hepatitis C, una enfermedad de notable prevalencia en nuestro país (unas 900.000 personas la padecen) pero que comporta, a pesar de la aparición de fármacos de gran eficacia, importantes complicaciones en el acceso a un tratamiento adecuado.

José Luis Calleja, vicesecretario de la AEEH y miembro del servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, ha destacado que los tres problemas principales a los que se enfrenta la hepatitis C en nuestro país son "que el 50 por ciento de los que padecen esta patología lo desconocen (y no están diagnosticados), que hay muchos pacientes que no son derivados a un especialista y que hay un deficiente acceso a los nuevos tratamientos por parte de algunas comunidades autónomas".

De hecho, los expertos han señalado que, como consecuencia de estos tres factores, sólo el 20 por ciento de los pacientes con hepatitis C en nuestro país recibe el tratamiento adecuado. En este sentido, han destacado los buenos resultados que se están obteniendo gracias a una combinación de fármacos (Peginterferon, Ribavirina e inhibidores de la proteasa, Boceprevir y Telaprevir), conocida como triple terapia, que ha conseguido duplicar las tasas de curación, pasando de un 40 a un 75 por ciento.

La desigualdad en el acceso a los nuevos tratamientos es, para los expertos, un tema de gran preocupación, ya que algunas comunidades autónomas aún no han aprobado tratamientos que ya son capaces de curar la enfermedad en un 75 por ciento de los casos y que están disponibles para tratar esta patología desde hace más de un año. Esta dificultad en el acceso al tratamiento en comunidades como Asturias, Baleares, Aragón o Canarias está dejando a los facultativos sin alternativas para estos pacientes, la mayoría con una hepatitis avanzada o cirrosis.


Retraso injustificable
Según Rafael Esteban, presidente de la AEEH y jefe del Servicio de Medicina Interna-Hepatología del Hospital Universitario Vall d'Hebron, esta situación es también muy lamentable en otras comunidades como Cataluña, donde aunque ya se han aprobado estos tratamientos, "el tiempo de espera ha sido injustificablemente lento, lo que ha provocado que los pacientes con hepatitis C hayan empeorado su estado hasta poder beneficiarse de un tratamiento que ya hacía meses que estaba aprobado".

Según el Dr. Esteban, la crisis está llegando a tal punto que está paralizando que los pacientes puedan beneficiarse de tratamientos surgidos gracias a la investigación, ya que ni los gobiernos autonómicos ni los hospitales pueden asumir el coste que suponen.

Uno de los principales temas en el Congreso Anual de la AEEH es el de los resultados de un estudio que muestra la evolución del trasplante hepático en España y que se recoge en el Análisis del Registro Español de Trasplante Hepático (RETH). En él se observa que los resultados del trasplante hepático en pacientes con cirrosis han mejorado de forma notable en los últimos veinte años, excepto en los trasplantes realizados por cirrosis por virus de la hepatitis C, cuyos resultados se mantienen estables desde principios de los años 90.

En general, el trasplante de hígado representa una buena alternativa para la mayoría de los pacientes con cirrosis, ya que, al primer año de la intervención, el porcentaje de supervivencia de los trasplantes realizados entre 2009 y 2011 es del 87,7 por ciento, un diez por ciento más que en los trasplantes realizados durante los años 90.

Las principales causas de transplante de hígado son la cirrosis, en su estado más avanzado, y el cáncer de hígado, enfermedades provocadas principalmente por el virus de la hepatitis C y el alcohol.

Sin duda, uno de los principales problemas a los que se enfrenta el trasplante de hígado es la hepatitis C, ya que, como el virus se encuentra en la sangre, aunque la intervención resulte un éxito, la hepatitis C se vuelve a reproducir en el nuevo hígado y entre un 30 y un 40 por ciento de los pacientes volverá a desarrollar una cirrosis a los cinco años del trasplante, mientras que en los años 90 esta cifra rondaba entre el 20 y el 30 por ciento.

Según Valentín Cuervas-Mons, jefe de Servicio Medicina Interna en el Hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda (Madrid), "este incremento se debe a que, en el caso de estos pacientes trasplantados, y, además, la evolución de la fibrosis es más acelerada en los pacientes trasplantados durante los últimos años respecto a los trasplantados hace 20 años, debido, fundamentalmente, a que la edad del donante es cada vez mayor y, probablemente, a la mayor potencia del tratamiento inmunosupresor".


España, líder mundial en trasplantes
En España, durante 2011, se realizaron 1.137 transplantes, lo que nos convierte en líderes mundiales en número de transplantes de hígado por millón de población, con una tasa de 24,1 trasplantes de hígado por millón de habitantes. Sin embargo, y a pesar de que también somos el país líder en donación de órganos, en España, por cada hígado disponible para ser trasplantado hay dos receptores que esperan, por lo que sólo la mitad de ellos podrá beneficiarse de un trasplante, y alrededor de un siete por ciento de los pacientes en lista de espera morirán antes de recibir un trasplante de hígado.

En este sentido, cabe destacar que la lista de espera para recibir un trasplante de hígado puede superar los doce meses. Durante este tiempo, el deterioro de los pacientes puede comportar una importante reducción de su calidad de vida, motivada por los frecuentes ingresos hospitalarios a los que deben ser sometidos debido a infecciones, a la acumulación de líquido en el abdomen o a hemorragias digestivas.

Con el fin de poder aumentar el número de hígados disponibles para trasplante se han empezado a buscar alternativas, como el aprovechamiento de hígados sanos, pero provenientes de pacientes infectados por el virus de la hepatitis C, para su trasplante en pacientes con cirrosis por virus C que han derivado en cirrosis a causa de esta enfermedad, aunque esto sólo representa un dos por ciento de las donaciones hepáticas.

Según Xavier Forns, del servicio de Hepatología del Hospital Clínic y secretario de la AEEH, "otras alternativas que se están valorando y que ya se han empezado a llevar a cabo en algunos hospitales es aumentar el número de donantes aprovechando también los hígados de personas fallecidas por una parada cardíaca y no sólo a causa de muerte cerebral, y los provenientes de donantes vivos".

En cuanto al impacto de la hepatitis C en el transplante hepático, el Dr. Forns ha puntualizado que "es muy probable, que en los próximos años la aplicación de nuevos fármacos antivirales en la fase del pre-trasplante, reduzca de forma drástica el número de pacientes que presenten hepatitis C en el post-trasplante y por tanto el impacto del virus C en los programas de trasplante".


Hígado graso
Durante la jornada, los expertos han alertado sobre los peligros que conllevan los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo para la salud de nuestro hígado. Actualmente, en España, entre tres y cuatro millones de españoles, cerca del diez por ciento de la población, tienen exceso de grasa en su hígado y, de estos, alrededor de 300.000 ya ha desarrollado inflamación y fibrosis hepática como consecuencia de este aumento de grasa en el hígado.

A esta inflamación hepática causada por la acumulación de grasa se le denomina esteatohepatitis no alcohólica y aparece en aquellas personas cuyo organismo muestra resistencia a la acción de la insulina y es consecuencia de las dietas hipercalóricas, de la falta de ejercicio físico y de la obesidad, además de concurrir causas genéticas.

Según Javier Crespo, jefe de Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y vocal de la AEEH, "los pacientes con hígado graso son típicamente obesos o con sobrepeso, de mediana edad, con hipertensión, con trastorno en el metabolismo del azúcar (diabéticos) y grasas (hiperlipidémicos), o ambas, y responden a un modelo de vida sedentario".

El hígado graso puede ser fácilmente detectado por la ecografía hepática o un análisis de sangre (se percibe un aumento de las transaminasas).

El Dr. Crespo también ha destacado que esta enfermedad está aumentando en España y que este desarrollo es especialmente alarmante en niños, ya que cada vez son más altas las tasas de obesidad y sobrepeso infantil.

A día de hoy el mejor tratamiento para este tipo de pacientes es la práctica de unos sanos hábitos de vida que, con la ayuda de algún fármaco destinado a tratar alguna de las otras patologías asociadas, pueden llegar a conseguir revertir totalmente la enfermedad si ésta no se encuentra en fase muy avanzada.

En la actualidad todavía no existen fármacos para tratar el hígado graso, pero se está llevando a cabo un estudio multicéntrico internacional que está investigando la eficacia de un tratamiento y en el que participan varios países europeos: Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y España, que aportará entre un 20 y un 30 por ciento de los pacientes. Por este motivo, por ahora, los expertos aconsejan la práctica de ejercicio y el seguimiento de una dieta que favorezca la pérdida de peso, como mejor tratamiento para este tipo de enfermedad.

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