sábado, 9 de marzo de 2013

Las carnes procesadas podrían desempeñar un rol en la muerte precoz, según un estudio: MedlinePlus

Las carnes procesadas podrían desempeñar un rol en la muerte precoz, según un estudio: MedlinePlus

 

Las carnes procesadas podrían desempeñar un rol en la muerte precoz, según un estudio

Halló que los que comían la mayor cantidad aumentaban su riesgo de muerte prematura en un 44 por ciento

Traducido del inglés: jueves, 7 de marzo, 2013
Imagen de noticias HealthDay
Temas relacionados en MedlinePlus
MIÉRCOLES, 6 de marzo (HealthDay News) -- Quizás los perritos calientes y las salchichas a la parrilla sean unas sabrosas indulgencias en los juegos de pelota y en los picnics, pero un estudio reciente con casi 450,000 personas halla que comer un exceso de carnes procesadas podría recortar años de vida.
Las personas que comían la mayor cantidad de carnes procesadas aumentaban su riesgo de muerte prematura en un 44 por ciento. En términos más amplios, si las personas comieran menos carnes procesadas, el número de muertes prematuras en general descendería en casi un tres por ciento, hallaron los investigadores suizos.
"Nuestra recomendación es limitar la ingesta de carnes procesadas a menos de 28 gramos (una onza) al día", aconsejó la autora del estudio Sabine Rohrmann, directora de la división de epidemiología y prevención del cáncer del Instituto de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Zúrich.
Los investigadores solo pudieron mostrar una asociación entre comer carnes procesadas y un mayor riesgo de morir temprano, no una relación causal. Sin embargo, hay motivos para creer que la asociación es real, apuntaron los científicos.
"Sabemos de algunos mecanismos potenciales que probablemente contribuyan", señaló Rohrmann. "La carne es rica en colesterol y grasa saturada, lo que podría ser el vínculo con la enfermedad cardiaca coronaria".
La carne procesada también es tratada con nitrato para mejorar su durabilidad, color y sabor. "Sin embargo, también provoca la formación de carcinógenos. Están relacionados con el riesgo de cáncer de colon y de estómago", apuntó Rohrmann.
Además, una ingesta alta de hierro a partir de la carne puede llevar a un mayor riesgo de cáncer, advirtió.
Otro experto anotó que investigaciones anteriores respaldan el vínculo entre la carne procesada y los problemas de salud.
"Una amplia variedad de estudios han relacionado la ingesta de carne con unas tasas más altas de enfermedades crónicas", señaló el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut.
Comer relativamente más carne probablemente conlleve comer menos alimentos vegetales, que protegen de la enfermedad crónica, apuntó.
"Hay argumentos fuertes para que todos comamos sobre todo plantas", planteó Katz. "Pero los que lo prefieran pueden comer carne sin dañar su salud, siempre y cuando elijan con inteligencia y se alejen de la mortadela".
Para el estudio, que aparece en la edición en línea del 6 de marzo de la revista BMC Medicine, Rohrmann y un equipo internacional de investigadores recolectaron datos sobre casi 450,000 hombres y mujeres. Al inicio del estudio, ninguno de los participantes había sufrido de cáncer, de un ataque cardiaco ni de un accidente cerebrovascular. Los investigadores también recolectaron datos sobre la dieta, el tabaquismo, el ejercicio y el peso.
Para mediados de 2009, más de 26,000 de los participantes del estudio habían muerto.
"La mortalidad aumenta cuando comparamos a los participantes que comían más de 40 gramos al día de carne procesada con los que comían entre 10 y 20 gramos al día", señaló Rohrmann.
Mientras mayor es el consumo, mayor es el riesgo. "Para el grupo de mayor consumo (los que consumen al menos 160 gramos de carne procesada al día), la mortalidad fue un 44 por ciento más elevada en comparación con los que comían poca carne (de 10 a 20 gramos al día)", comentó.
"Dado que la carne también es rica en ciertos minerales y vitaminas, no recomendamos que no se coma carne, sino reducir la ingesta de carnes procesadas y limitar la ingesta de carne roja a unos 300 a 600 gramos por semana, según recomiendan otros grupos de nutrición", aconsejó Rohrmann.
Además, el consumo de mucha carne procesada se daba junto con otras opciones malsanas. Los que comían la mayor cantidad de carne procesada eran los que menos frutas y verduras comían, y eran más propensos a fumar. Además, los hombres que comían mucha carne tendían a beber mucho, hallaron los investigadores.
Una experta apuntó que cambiar los malos hábitos podría resultar difícil en EE. UU.
"Las salchichas, un sándwich de bacón, lechuga y tomate o de jamón son la norma diaria de muchos estadounidenses", señaló Samantha Heller, nutricionista clínica del Centro de Atención Musculoesquelética de la NYU en la ciudad de Nueva York. "Limitar el consumo de carnes procesadas a menos de una onza al día, como sugieren los investigadores del estudio, será una recomendación difícil de implementar a menos que podamos educar al público sobre los problemas de salud asociados con comer carnes procesadas con regularidad".
Los profesionales de la salud, los educadores y las compañías alimentarias deben esforzarse por cambiar la cultura de la comida en Estados Unidos, de forma que una alimentación saludable basada en plantas se convierta en la norma diaria, enfatizó Heller.
El Instituto Americano de la Carne (American Meat Institute) criticó los hallazgos.
"Si bien tenemos inquietudes significativas sobre la metodología y los resultados del estudio, si se elige aceptar sus conclusiones, los estadounidenses pueden sentirse tranquilos de que su consumo de carne procesada se encuentra, en promedio, en el nivel recomendado aproximado por estos investigadores, y pueden sentirse confiados de que la carne roja consumida como parte de una dieta equilibrada y saludable ofrece una buena nutrición sin un aumento en el riesgo de mortalidad", aseguró en una declaración la directora científica de la American Meat Institute Foundation, Betsy Booren.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sabine Rohrmann, Ph.D., head, division of cancer epidemiology and prevention, Institute of Social and Preventive Medicine, University of Zurich, Switzerland; David Katz, M.D., M.P.H., director, Yale University Prevention Research Center, New Haven, Conn.; Samantha Heller, R.D., clinical nutritionist, NYU Center for Musculoskeletal Care, New York City; March 6, 2013, BMC Medicine online; March 6, 2013, American Meat Institute statement
HealthDay
Más noticias de salud en:
Cáncer
Dietas
Enfermedades del corazón

No hay comentarios:

Publicar un comentario