La comorbilidad con TDAH en el adulto es del 20%

Expertos reunidos en Madrid coinciden en la importancia de tratar desde la infancia para evitar la disfuncionalidad.

Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com | 12/12/2014 00:00

Fulgencio Madrid, presidente de Feaadah; Fátima Guzmán, de la Fundación Educación Activa; Javier Quintero, del Infanta Leonor; Timothy Wilens, del Hospital de Massachusetts, y Miguel Casas, del Valle de Hebrón. (DM)

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"Son pocos ya los que tienen la osadía de discutir la existencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en la infancia, pero muchos los que lo hacen en la edad adulta". Así de tajante se ha mostrado Javier Quintero, jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor, de Madrid, en la XII Jornada sobre Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, celebrada ayer en Madrid.

Con él ha coincidido Miguel Casas, jefe de Psiquiatría del Valle de Hebrón, de Barcelona, para quien el TDAH no tratado en la infancia tiene una carga social enorme en la vida adulta, y que se relaciona con adicciones, pertenencia a bandas, conflictividad laboral, desempleo, delincuencia, accidentes de tráfico y maltrato doméstico. "En estos casos convendría hacer un examen pericial para ver si hay psicopatología; no todo es problema de hormonas y machismo".

Aunque comienza a diagnosticarse en adultos, muchas veces se confunde con el trastorno límite de la personalidad o el antisocial. "Se debe en parte a su patoplastia, ya que en adultos la hipercinesia se reduce, la impulsividad puede mantenerse o elevarse, y la inatención aumenta", ha dicho Casas.

Según Quintero, hay que tener en cuenta el TDAH como un factor de riesgo evolutivo y desarrollar objetivos terapéuticos en función de la edad, de las relaciones y de las necesidades. "Muchos síntomas son comunes con cuadros depresivos, pero para diagnosticarlo hay que buscarlo".

Sin que se sepa aún por qué, el TDAH desaparece o se minimiza en el 30-40 por ciento de los niños. "En el adulto es el principal factor de confusión en el diagnóstico psiquiátrico y una probable explicación de fracasos terapéuticos recurrentes. No en vano, la comorbilidad de otros trastornos con el TDAH supera el 20 por ciento", ha dicho Casas.

Timothy Wilens, jefe de Psiquiatría Infantil del Hospital General de Massachusetts, coincide en la necesidad de diagnosticar y tratar precozmente.

Casas ha resaltado la necesidad de hacerlo antes de la adolescencia cuando se inicia el consumo de cannabis, "punto de inflexión en el que el niño deja de luchar -hiperactivándose con conductas antinormativas- y se abandona al consumo, lo que empeora la atención, la concentración y la abstracción".

Él y Wilens comparten la necesidad de aplicar fármacos y psicoterapia. Wilens ha explicado a DM que "ya hay estudios de imagen que muestran diferencias cerebrales, aunque aún no podemos diagnosticar con esas técnicas. Lo que sí muestra la evidencia es que el cerebro madura menos y, al pedirles que realicen una tarea, se activan diferentes áreas del cíngulo interior, encargado de la atención. Es más difícil, más lento y menos eficiente". Los fármarcos consiguen que se utilice el córtex del cíngulo interior aunque se desconoce si de forma permanente. "La medicación no daña al cerebro, ni siquiera en niños pequeños, siempre que se utilice en la dosis terapéutica, si bien en Estados Unidos hay problemas con la compra de estos? fármacos en el mercado negro".