lunes, 10 de octubre de 2011

Sumar sedación a hipotermia mejora la neuroprotección en asfixia perinatal - DiarioMedico.com

DEBE INICIARSE EN EL TIEMPO DE VENTANA TERAPÉUTICA, ES DECIR, EN LAS SEIS PRIMERAS HORAS

Sumar sedación a hipotermia mejora la neuroprotección en asfixia perinatal

La hipotermia es una técnica que ha demostrado buenos resultados en el tratamiento de la encefalopatía hipóxico-isquémica perinatal. Además, si este procedimiento va acompañado de sedación y analgesia del recién nacido, la neuroprotección es aún mayor, según lo expuesto en el Congreso Nacional de Neonatología y Medicina Perinatal.
C. D. Oviedo   |  11/10/2011 00:00

Dorotea Blanco, del Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, y coordinadora del Grupo de Estudio de Hipotermia de la Sociedad Española de Neonatología, ha aludido a los resultados del estudio multicéntrico europeo neo.nEURO Network, durante el XXIII Congreso Nacional de Neonatología y Medicina Perinatal y III Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Neonatal, en Oviedo.

La incidencia de la asfixia perinatal que cursa con clínica de encefalopatía hipóxico-isquémica es de un caso por cada mil recién nacidos vivos, frecuencia que no ha disminuido en los últimos años, a pesar de los avances conseguidos en las medidas de control fetal. Además, sólo un tercio de los casos de asfixia perinatal presentan algún evento centinela (rotura uterina, prolapso de cordón, desprendimiento de placenta, etc.) que indique de manera precisa la causa y el momento de la agresión hipóxico-isquémica.
  • La disminución del metabolismo cerebral tras el insulto hipóxico isquémico consigue, especialmente en las primeras horas de vida, una 'hipotermia pasiva'
Un aspecto clave para que la hipotermia consiga los resultados esperados es que se inicie lo antes posible tras el nacimiento, durante la ventana terapéutica, antes de haberse desencadenado el fallo energético secundario. Ese tiempo se estima, de acuerdo a conocimientos experimentales, en las seis primeras horas de vida del recién nacido.

La técnica ha demostrado su seguridad y eficacia en unidades de cuidados intensivos de tercer nivel, sin efectos sistémicos significativos, siguiendo protocolos definidos de enfriamiento y recalentamiento. Los resultados de los principales ensayos clínicos indican que "el número de pacientes a tratar para rescatar a un niño de la muerte o de una discapacidad grave (NNT) a los 18 meses es de entre 6 y 9. Los resultados del estudio europeo publicados recientemente encuentran un NNT de 4 si la hipotermia se asocia a una analgesia adecuada.

La hipotermia reduce la temperatura corporal central a 33 ± 0,5 ºC. Dos son las opciones: realizar una aplicación generalizada, es decir, efectuar una hipotermia moderada corporal total, o bien efectuar una hipotermia cerebral selectiva. El enfriamiento se mantiene 72 horas y el recalentamiento debe realizarse muy lentamente (<0,5 ºC/ hora).

Por supuesto, además del tratamiento con hipotermia deben tratarse todas las manifestaciones a nivel sistémico de la asfixia perinatal, sobre todo las crisis convulsivas secundarias a encefalopatía y las manifestaciones multiorgánicas del síndrome hipóxico-isquémico: coagulopatía, daño renal, alteraciones metabólicas, etc.

Monitorización
La monitorización neurológica continua de la actividad cerebral del recién nacido es una herramienta importante para detectar crisis subclínicas y su respuesta al tratamiento (estudios recientes muestran una clara relación entre el tiempo de crisis subclínicas y las alteraciones en RM en los niños con EHI), evaluar la evolución del daño cerebral y adecuar el esfuerzo terapéutico.

Dado que la mayoría de niños con asfixia perinatal y encefalopatía significativa no nacen en unidades de tercer nivel con programas de hipotermia, y que la eficacia de este tratamiento depende de la precocidad de su implantación, el gran reto asistencial es ofrecer esta intervención terapéutica a todos los niños que la necesiten, para lo cual es esencial disponer y garantizar un traslado adecuado de estos pacientes.

La disminución del metabolismo cerebral tras el insulto hipóxico isquémico permite conseguir, especialmente en las primeras horas de vida, una "hipotermia pasiva" no calentando al recién nacido.

Esa tendencia, controlada para evitar el sobreenfriamiento, permite en muchos casos el inicio precoz de la hipotermia hasta la llegada al centro de referencia. Nuevos equipos servocontrolados de hipotermia utilizables durante el traslado aumentarán la seguridad de un enfriamiento precoz y controlado.
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