Nace la 'Camilla de la Misericordia'

El pasado domingo la iglesia de San Antón de Madrid inauguró oficialmente la Camilla de la Misericordia, una iniciativa de la Fundación Mensajeros de la Paz, donde participan médicos y enfermeros voluntarios para ayudar a los sin techo.

Mª Carmen Torrente. Madrid |mctorrente@unidadeditorial.es | 22/03/2016 09:00

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El padre Ángel, en la iglesia de San Antón (Madrid), con voluntarios como Consuelo Peciña (primera por la izquierda), monja mercedaria de la Caridad. (Fundación Mensajeros de la Paz)

La Misa del Domingo de Ramos fue el momento elegido por la Fundación Mensajeros de la Pazpara presentar su Camilla Solidaria en la iglesia de San Antón, en Madrid, aunque la iniciativa cobró vida en diciembre de 2015. Se trata de una actividad pionera en España, que el Padre Ángel García Rodríguez, fundador y presidente de la Fundación, pretende hacer itinerante por los barrios más necesitados de Madrid.

"Es la respuesta al llamamiento que hizo el Papa", asegura Jesús García Pérez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social, quien desde diciembre de 2015 pasa consulta una vez por semana, en una parte de la sacristía habilitada para ello. "No se trata de crear un ambulatorio o centro de salud, sino de apoyar a estas personas sin techo", explica García Pérez, que prefiere denominar la iniciativa Casa de la Misericordia, una especie de réplica del ambulatorio creado por el Papa Francisco en Roma gracias a la asociación italiana Medicina Solidaria.

No es un ambulatorio. Hacemos una labor de apoyo complementario a la red sanitaria"

Equipo de voluntarios
El equipo médico que atiende a los sin techo está formado por "un médico de familia, un pediatra, que soy yo, y enfermeras hermanas de la Caridad. Atendemos hasta aproximadamente diez personas por día, cifra que sabemos va a incrementarse, porque acuden muchas personas diagnoticadas, pero sin prescripción...", relata quien comienza su consulta a las 5 de la tarde y acaba cuando no queda gente. "Hacemos una labor de apoyo complementario a la red sanitaria, una labor orientativa y asistencial, de acompañamiento si necesitan acudir a los centros de salud o de urgencias. No queremos interferir en los centros de salud. Es un centro de asesoramiento, donde hacemos un primer diagnóstico, pero sin ser sustitutivo de la Seguridad Social", explica.

Todo ello no sería posible sin la ayuda del Padre Ángel. "Hay farmacias que nos suministran médicamentos, gracias a los trámites del Padre Ángel con Cofares y los colegios de farmacéuticos", matiza García Pérez, quien se deshace en elogios hacia las personas que se acercan a ellos: "Yo creía que mi capacidad de sorpresa estaba anulada, pero no. Es increíble la capacidad de resistencia de estas personas, sus ganas de vivir. No tienen odio", y relata algunas de las anécdotas vividas: "Conocí a una persona que tuvo un infarto y no se tomaba la medicación. Vivía en la calle, pero nunca tuvo recaídas, y también recuerdo a una madre con su hijo de unos 5 años", comenta con simpatía, "al que le daba el pecho: le dije ingenuamente: Con esos dientes le estará haciendo daño, y tenía sentido del humor. Cuando ese niño probó un bocadillo que le dimos...", se ríe.

Jesús García Pérez: "Esta labor te renueva como profesional"

La iglesia de San Antón permanece abierta las 24 horas del día. "Colocamos colchones en los bancos para que puedan dormir, cargan el móvil, desayunan...Hacemos un servicio público", resume Jesús García Pérez, quien plasma así sus sentimientos: "Esto te renueva como profesional".

La labor no acaba aquí. De hecho, la intención del Padre Ángel es convertir la iglesia de San Antón también en un centro de donación de sangre, mediante la instalación de una unidad móvil.