Los avances de la medicina en el campo de la genética, por ende de la herencia, están modificando el paisaje del conocimiento médico de las enfermedades. Este BLOG intenta informar acerca de los avances proveyendo orientación al enfermo y su familia así como información científica al profesional del equipo de salud de habla hispana.
miércoles, 27 de mayo de 2009
DEPRESIONES
SIMPOSIO
EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
MAYO 2009
“Las depresiones son más graves y crónicas de lo que pensábamos hace tiempo, a pesar de que la opinión pública siga pensando que se trata sólo de un estado de ánimo”, advierte el profesor López-Ibor
Nekane Lauzirika
Ha sido uno de los integrantes del jurado del Primer Certamen de Cortometrajes sobre la estigmatización de las enfermedades del Sistema Nervioso Central (SNC), organizado por Lundbeck
Madrid (27-5-09).- “Uno de los grandes avances que se ha dado en los últimos años en la siquiatria es distinguir que no existe sólo un estigma para las enfermedades mentales; que hay muchos. Está el estigma de la esquizofrenia, el de la depresión, del trastorno bipolar… y cada uno de ellos hay que combatirlo de forma distinta. Para ello, la colaboración entre los profesionales sanitarios, los pacientes y los medios de comunicación resulta imprescindible”, ha explicado el profesor y siquiatra Juan José López Ibor.
Este especialista advierte de que la opinión pública sigue pensando que la depresión es simplemente un estado de ánimo que afecta a personas débiles de carácter que incluso se puede llegar a fingir. “La depresión ha dejado de ser una patología estigmatizada. Ello ha hecho que se disparen el número de bajas por esta enfermedad. En España son altísimas; hay un cierto abuso de personas que argumentan tener una depresión para cogerse la baja. Esto está haciendo muchísimo daño a las personas que en realidad sí la padecen. Sin embargo, las depresiones son dolencias más graves y crónicas de lo que pensábamos hace tiempo. De ahí la importancia de la detección precoz y la necesidad de tratarla durante mucho tiempo”, reconoce López-Ibor.
El prestigioso siquiatra ha sido uno de los integrantes del jurado del Primer Certamen de Cortometrajes sobre la estigmatización de las enfermedades del Sistema Nervioso Central (SNC), organizado por Lundbeck, y convocado en junio de 2008, que ha contado con la participación de 160 guiones de los que han resultado tres finalistas: “En Zapatillas”, de Daniel Alonso, “Nuestras estrategias”, de Didac y Sergi Cervera y “3 Tigres” de Artur Rodríguez. “Los tres trabajos han ofrecido una original lectura del papel que ocupa el estigma en la vida, el tratamiento y la recuperación de las personas con depresión”, ha explicado el especialista.
Los tres finalistas han recibido 15.000 euros para el rodaje de sus cortometrajes y en la Casa de las Américas se dio a conocer el ganador de la primera edición que recibió además 3.000 euros para promocionar el proyecto. El premio recayó en el film de Artur Rodríguez, “3 Tigres”.
Un paso adelante contra la estigmatización
Para el profesor López-Ibor, el certamen de Lundbeck se trata de una “estrategia eficaz para acercar el mundo de la enfermedad mental a la realidad cotidiana y en esta tarea las actividades artísticas son un instrumento muy importante”. Asimismo, José María Monge, presidente de FEAFES, ha asegurado que “es una buena forma de erradicar los prejuicios que existen en torno a la enfermedad”. Los miembros del jurado, entre los que también se encontraban componentes del Tricicle y la ANIS, han destacado que la iniciativa organizada por Lundbeck “supone un paso adelante para acabar con la estigmatización que enmarca a estas enfermedades”.
En esta misma línea se ha pronunciado Paco Mir, de Tricicle, para quien el SNC Film lucha contra la estigmatización “demostrando que, de puertas a dentro, todos sufrimos nuestras dosis de ansiedad y depresión. Pequeñas o grandes”.
“Los pacientes con depresión deben enfrentarse no sólo al sufrimiento emocional y físico que conlleva la enfermedad sino también al estigma social. Esto supone un obstáculo para desarrollar su vida personal, profesional y familiar con normalidad y dificulta la adherencia al tratamiento, un factor clave para superar la depresión”. En este sentido, el profesor López-Ibor considera que “sobre la depresión pesan dos estigmas. Uno el de la debilidad de quien la padece y el segundo estigma es que por el hecho de ser una enfermedad mental se piensa que es incurable”.
Para José María Sánchez Monge, presidente de la Confederación de Agrupaciones de Familiares y personas con Enfermedad Mental, “la depresión puede afectar a todo tipo de personas pero la sociedad todavía tiende a culpabilizar a los que la sufren y esto dificulta su recuperación”.
En opinión de López-Ibor, el público general rechaza el uso de fármacos antidepresivos porque cree que estos no ayudan y además el consumo de fármacos sólo es bien considerado en periodos cortos. “Suele ocurrir que muchos pacientes están tratados innecesariamente y los que lo necesitan no lo están. Además, el porcentaje elevado de las recaídas se debe a la interrupción de los tratamientos por parte de los pacientes. El reto que nos marcamos los especialistas es la detección precoz de la depresión y la adherencia a la terapia”, añade, al tiempo que quiere recalcar la idea de que lo primero es “reconocer qué paciente debe ser tratado y, luego, hacerlo bien y durante bastante tiempo2.
Con la crisis más alcoholismo y suicidio
Y como la crisis lo impregna todo, también en estas épocas aparecen más dolencias depresivas. “Sube el alcoholismo, los suicidios, la violencia de género y aumentan los infartos de miocardio; en muchas ocasiones la depresión y la ansiedad van de la mano. Por género, también está afectando más a las mujeres porque el hombre sigue sin manifestar sus sentimientos y cae en el alcohol y la violencia”, ha añadido el profesor.
Cerca del 20% de los pacientes con depresión oculta su enfermedad por miedo a ser “estigmatizado” y prejuzgados, sobre todo, en el entorno laboral. En opinión de López-Ibor, “el primero que está estigmatizado por la depresión es el propio enfermo; luego los familiares. Los sentimientos de culpabilidad son un síntoma muy frecuente. El enfermo pierde la perspectiva de futuro y está pendiente del pasado, que vive de forma muy negativa, se siente culpable de haber hecho cosas mal o de no haberla hecho”, concluye López Ibor.
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