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lunes, 20 de julio de 2009
Tomoterapia, eficaz en cáncer infantil y con mínima toxicidad
Raúl Matute
Diariomedico.com
ESPAÑA
LOS TUMORES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Tomoterapia, eficaz en cáncer infantil y con mínima toxicidad
La precisión y seguridad que aporta la irradiación con tomoterapia ha aportado grandes ventajas a los niños afectados de cáncer. Esta modalidad terapéutica disminuye los efectos adversos y secuelas, respetando la eficacia oncológica, aspecto vital en la población pediátrica.
RAQUEL SERRANO - Viernes, 17 de Julio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. En indicaciones que afectan al neuroeje, cerebro y canal medular, la técnica se ha convertido en una herramienta de suma utilidad
2. El seguimiento valorará si se reducen no sólo los efectos adversos agudos sino las secuelas que suelen aparecer en los supervivientes
Los avances que se han producido en los últimos años en el tratamiento del cáncer pediátrico se han traducido en incrementos en la supervivencia y la curación de los pacientes.
Sin embargo, las terapias no son inocuas y, en el caso concreto de los niños, pueden interferir en el proceso normal de crecimiento, uno de los efectos secundarios más frecuentes de las estrategias de irradiación.
La tomoterapia o técnica de radioterapia en 3D guiada por imagen ha surgido en el panorama terapéutico como una de las herramientas más útiles para evitar este riesgo sin mermar la efectividad oncológica, hecho que recobra especial importancia en el caso de los tumores cerebrales.
"La ventaja más destacable de la tomoterapia es evidente en los tumores del sistema nervioso central (SNC), localización en la que permite la irradiación de todo el volumen tumoral en una única planificación sin solapamientos de campos y eliminando los restos del tumor evitando que el tejido adyacente reciba radiaciones.
En la clínica, y más concretamente en niños, estos beneficios son de especial relevancia en indicaciones en las que hay que irradiar el neuroeje, que abarca el cerebro y el canal medular y que tradicionalmente es un abordaje muy complejo", ha explicado a DM Raúl Matute, oncólogo radioterápico de la Unidad de Tomoterapia de la Clínica La Milagrosa, en Madrid, perteneciente al Grupo Instituto Madrileño de Oncología (IMO), que junto a Rosa Morera y Cristina Minguez, del mismo grupo, llevan tratando tres años a pacientes pediátricos en esta unidad, pionera en España en la puesta en marcha de la nueva metodología y del abordaje de tumores pediátricos.
En el caso de los pacientes pediátricos, la irradiación de la tomoterapia se aplica en el contexto de indicaciones precisas de radioterapia, establecidas por protocolos terapéuticos multidisciplinares e internacionales, en los que se incluye a los pacientes pediátricos.
La peculiaridad es que la radioterapia se aplica con una técnica de mayor precisión y seguridad, pero sin variar dosis o volúmenes, por ejemplo. Según Matute, el primer objetivo del empleo de tomoterapia es reducir los efectos secundarios, "hecho que se consigue al aplicar la irradiación con más seguridad y precisión.
La disminución de las dosis de irradiación de los tejidos sanos adyacentes a la zona que se irradia se empieza a traducir en una disminución de los efectos secundarios, en principio agudos, en comparación con la radioterapia tradicional.
Es de esperar que el seguimiento a largo plazo confirme una reducción de las secuelas en los largos supervivientes que son la mayoría de lo niños tratados de cáncer".
Resultados oncológicos
Vómitos, toxicidad hematológica, disfagia, diarrea y molestias urinarias suelen ser los efectos agudos más comunes de la irradiación de tejidos, mientras que, a largo plazo, suelen presentarse secuelas que afectan al crecimiento, deterioros cognitivos, con cierta disminución de las capacidades de atención y aprendizaje, y fibrosis pulmonares.
Para el equipo, no obstante, lo esencial no es sólo valorar el efecto agudo sino determinar las consecuencias a largo plazo y, sobre todo, si la seguridad mejora los resultados oncológicos.
El seguimiento medio de 14 meses sobre 32 niños indica que "el 60 por ciento está actualmente libre de enfermedad, aunque hay que tener en cuenta que el grupo es heterogéneo porque incluía tratados con quimioterapia y tomoterapia, los que la tomoterapia era estrategia inicial y en recidivas.
El número de niños es aún limitado en el contexto global, pero, desde luego, los datos son muy esperanzadores"
LOCALIZACIONES Y MODALIDADES TERAPÉUTICAS
El equipo del IMO acumula una experiencia de 41 niños tratados, de entre 8 meses y 14 años de edad, con patologías tumorales de diversa localización. Los del sistema nervioso central (meduloblastomas, ependimomas y astrocitomas) son los tumores sólidos más numerosos, ya que ocupan casi un 50 por ciento del total, aunque también los ha habido abdominales, torácicos e incluso un raro caso de sarcoma prostático infantil. Los datos de los primeros 37 niños tratados, de manejo bastante complejo, indican que el 76 por ciento de los niños también han recibido quimioterapia y en otro 76 por ciento la tomoterapia se ha aplicado como tratamiento inicial. En el resto se han aplicado pararrecidivas. Sobre otras posibles utilidades de la tomoterapia, según los datos del equipo del IMO, existen experiencias internacionales con el empleo de la metodología para la irradiación total en pacientes adultos con procesos tumorales hematológicos.
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