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jueves, 25 de febrero de 2010
Iniciar la TAR simultánea con la TB mejora la supervivencia
Imagen de micobacterium tuberculosis en cultivo.
Diariomedico.com
ESPAÑA
SEGÚN EL CENTRO PARA EL PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN EN SIDA DE SUDÁFRICA
Iniciar la TAR simultánea con la TB mejora la supervivencia
Varios estudios clínicos en África y en el Sudeste asiático intentan dar respuesta a la controversia sobre si lo mejor para los pacientes coinfectados por la tuberculosis y el VIH/sida es el tratamiento simultáneo o bien el diferido. Los resultados se publican hoy en el New England.
DM Nueva York - Jueves, 25 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
Los pacientes coinfectados por la tuberculosis y el VIH/sida son frecuentes en los países en vías de desarrollo. La principal dificultad que plantea su tratamiento es el inicio de la terapia antirretroviral (TAR); hay controversia sobre si lo mejor es el tratamiento simultáneo o bien el diferido: esperar a finalizar el de la tuberculosis para empezar la TAR.
Diversos estudios clínicos en África y en el Sudeste asiático intentan dar respuesta a ello. Uno de estos trabajos publica hoy sus resultados en The New England Journal of Medicine.
El estudio, que ha sido coordinado desde el Centro para el Programa de Investigación en Sida de Sudáfrica y la Universidad de KwaZulu-Natal, en Durban, ha resuelto que iniciar la TAR durante el tratamiento de la tuberculosis mejora significativamente la supervivencia y además favorece la integración de los servicios asistenciales de ambas patologías.
Quarraisha Abdool Karim, de la citada universidad sudafricana, ha coordinado el trabajo, para el que se incluyeron 642 pacientes coinfectados. Los enfermos se dividieron en dos grupos de terapia simultánea, en la que se les administró la TAR mientras se les trataba la tuberculosis, y otro grupo en el que se esperó a completar el tratamiento antibiótico antes de iniciar la terapia antirretroviral. Todos los pacientes presentaban un recuento de menos de 500 CD4+. El régimen para la tuberculosis fue el convencional (isomiazida, pirazinamida y rifampicina) y la TAR se basó en didanosina, lamivudina y efavirenz.
Menos mortalidad
Los investigadores registraron una reducción en la tasa de mortalidad de los 429 pacientes con la terapia simultánea, comparada con la terapia diferida. La mortalidad fue menor en los grupos tratados simultáneamente, obsrvada según los recuentos de linfocitos CD4. Los efectos adversos resultaron similares en todos los grupos de pacientes.
El estudio se publica junto a otro trabajo también sobre coinfección de tuberculosis y VIH. En éste se presenta un algoritmo para el diagnóstico de la tuberculosis basado en evidencias clínicas, aplicable a las zonas donde la presencia del VIH/sida es muy elevada y los recursos sanitarios, escasos. Para ello, los autores, del Centro para el Control de Enfermedades, de Atlanta, y del Ministerio de Sanidad tailandés, estudiaron la capacidad diagnóstica de diversos síntomas de la enfermedad que combinados con pruebas podían alcanzar una sensibilidad del 85 por ciento.
En total se recopilaron datos de pacientes de ocho clínicas en Camboya, Tailandia y Vietnam. A cada uno se le realizó un análisis de tres muestras de esputo, de orina, heces, sangre y del ganglio linfático (en los casos con linfadenopatía). Se compararon los síntomas de los pacientes que fueron diagnosticados con tuberculosis a partir del análisis de las muestras, con los que no arrojaron ese diagnóstico.
La tuberculosis se detectó en 267 de 1.748 pacientes. La presencia de tos al menos dos o tres semanas en el mes precedente obtuvo una sensibilidad del 33 por ciento. La tos y fiebre de cualquier duración, y la sudoración nocturna durante tres semanas resultó sensible en un 93 por ciento y específica para la tuberculosis en un 36 por ciento. En 1.199 pacientes con alguno de esos síntomas, la combinación de muestras de esputo negativas, radiografía de tórax normal y nivel de CD4 de 350 descartó la enfermedad, mientras que en 113 pacientes con una o más muestras positivas se diagnosticó.
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