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España
la técnica de alta tasa de dosis ha sido un avance
Braquiterapia prostática, efectiva y poco tóxica
Los modernos sistemas de radiación han permitido que ciertos cánceres, como el de próstata, se beneficien de la acción de la braquiterapia, una técnica muy efectiva en el control tumoral y con toxicidad asumible.
José Luis Labat. Zaragoza - Lunes, 27 de Diciembre de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
Actualmente, numerosos estudios valoran el impacto de la supervivencia del paciente y su relación con el tiempo de las dosis radioterápicas
La braquiterapia prostática de alta tasa de dosis está indicada, de forma combinada con la radioterapia externa, en pacientes con tumores de próstata localmente avanzados de alto riesgo y riesgo intermedio en casos seleccionados. Tal y como señala el Libro Blanco SEOR XXI, de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, "el desarrollo de nuevas técnicas informáticas y de imagen y sobre todo la aparición de los aparatos de alta tasa de dosis (HDR), que permiten optimizar la dosis y evitan el aislamiento del paciente y la irradiación del personal, han supuesto un nuevo auge en las indicaciones y utilización de la braquiterapia para el tratamiento integral del cáncer", según Natividad Bascón, del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Lozano Blesa, de Zaragoza, y responsable de la Unidad de Braquiterapia del citado hospital, que es de referencia para la Comunidad Autónoma de Aragón y con amplia experiencia en tumores ginecológicos, en coordinación con el Hospital Miguel Servet.
El tratamiento, según Bascón, se realiza en una o dos sesiones combinado con la radioterapia externa. Bajo anestesia epidural se realiza inserción de agujas transperinealmente con apoyo ecográfico en el volumen de la próstata. Se obtienen imágenes de todo el volumen y esta información se exporta a un planificador 3D en el que se establecen las características concretas del tratamiento de ese paciente. Las agujas implantadas se conectan a la unidad de tratamiento.
Corta estancia
Una fuente de iridio 192 de alta tasa de dosis recorrerá la trayectoria de las agujas y administrará la dosis en la próstata. Al finalizar el tratamiento se retiran las agujas y el paciente permanece ingresado 24 horas, pudiendo incorporarse a su vida normal tras el procedimiento.
La braquiterapia aporta numerosas ventajas para el tratamiento del cáncer prostático, pero también para el paciente y el sistema sanitario. Para el paciente y su enfermedad, "recientes estudios están valorando el impacto en la supervivencia de los afectados por cáncer de próstata del tiempo total de tratamiento con radioterapia a favor de un acortamiento de los ciclos. Asimismo, se consigue ajustar muy bien la dosis de radiación curativa que desea administrarse a la zona que hay que tratar, hecho que minimiza la dosis en órganos adyacentes que no se desea que sean irradiados, reduciendo la incidencia de toxicidad aguda y crónica respecto a otras técnicas". Reduce además la necesidad de colocación de una aguja en la próstata, en cuyo interior se detendrá la fuente radiactiva, provoca una fijación del volumen prostático y evita la movilidad del órgano durante el tratamiento asegurando que la dosis se administra en el área planificada", indica Bascón.
Rentable para el sistema
El sistema sanitario se beneficia de la creación de un mayor número de huecos de máquina en los aceleradores lineares, dado que esta técnica reduce el número de sesiones de radioterapia externa. "Como en la actualidad el cáncer de próstata es la patología más tratada en los servicios de radioterapia, este impacto puede ser de gran importancia en comunidades deficitarias en tales unidades".
El Libro Blanco de la Sociedad Española de Oncologia Radioterápica XXI distingue a la Unidad del Lozano Blesa como centro de nivel medio, lo que significa que puede tratar cualquier tipo de patología.
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