Investigadores del CIBERobn descubren que la 'brecha de glicación' podría servir de termómetro para controlar la diabetes
E.P.
El estudio, que se publica en el último número de Clinical Chemistry, apunta que los diabéticos tipo 2 que son glicadores altos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades vasculares, nefropatía, retinopatía o neuropatía
Madrid (29/31-1-11).- Investigadores del CIBERobn han realizado un estudio que demuestra que la conocida como 'brecha de glicación' podría ser utilizada como termómetro para controlar la diabetes y conocer las probabilidades de sufrir enfermedades vasculares, nefropatía, retinopatía o neuropatía.
La glicación es la unión espontánea de la glucosa a diferentes proteínas fisiológicas. Por su parte, la brecha de glicación se refiere al diferente grado de glicación en enfermos de diabetes con similares niveles de glucemia. "Hay personas con glucosa alta que pasan los años y prácticamente no tienen complicaciones, y al revés, otras que controlan mucho su diabetes y están fatal", explica el investigador del CIBERobn y autor principal del estudio, Santiago Rodríguez Segade.
El estudio, que se publica en el último número de Clinical Chemistry, apunta que los diabéticos tipo 2 que son glicadores altos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades vasculares, nefropatía, retinopatía o neuropatía.
Por tanto, estos datos "avalan" la hipótesis de la llamada 'brecha de glicación', que actúa como un "termómetro" según el cual para el mismo nivel de glucemia media existen pacientes que son bajos, moderados y altos glicadores, que pueden a consecuencia desarrollar distintos grados de complicaciones microvasculares.
Para llevar a cabo la investigación, el equipo ha analizado los datos de una cohorte realizada durante 14 años sobre 2.314 pacientes con diabetes tipo 2. En el seguimiento se valoró a los pacientes que progresaban a nefropatía diabética según los sujetos presentasen un nivel de glicación bajo, moderado o alto.
Para calcular la 'brecha de glicación', los autores utilizaron los test de hemoglobina glicada (que indica la glucemia media durante los 2 o 3 meses precedentes al día del examen y la glicación intracelular) y el método de la fructosamina (que aporta datos sobre las dos semanas anteriores e indica la glicación extracelular).
"El clínico podrá hacer un manejo y seguimiento de cada paciente sí sabe si es alto o bajo glicador y podrá ajustar mejor la dosis en cada caso", asegura Santiago Rodríguez, quien advierte de que esta prueba no resta importancia al "habitual" test de hemoglobina glicada, sino que proporciona "información adicional y complementaria".
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