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ESPAÑA
los enfermos se sienten más vulnerables
Estado de ánimo y salud, un binomio clave
El estado de ánimo influye en la salud; y la salud, en el estado de ánimo. Los enfermos sienten amenazada su forma de vida, su libertad y su bienestar, lo que altera su estado de ánimo, mientras que en personas sanas un estado de ánimo alterado es el causante de que sigan hábitos poco saludables que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad o empeorarla. Esta relación, que no siempre se tiene en cuenta en el ámbito sanitario, puede ser un factor clave para mejorar el bienestar de los pacientes.
José Andrés Rodríguez . Barcelona - Miércoles, 5 de Enero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
Paciente oncológico en una sala de espera
Paciente oncológico en una sala de espera
Paciente oncológico en una sala de espera.
Los profesionales sanitarios son cada vez más conscientes de que es necesario tener en cuenta la relación que existe entre estado de ánimo y salud. No afronta su enfermedad de la misma manera un paciente alegre y optimista que un paciente con tendencia a la depresión. "Cualquier enfermedad crónica influye en el estado de ánimo. Y viceversa, el estado de ánimo puede influir ya sea de modo positivo o negativo en el tratamiento de la enfermedad", ha explicado Milagros Bárez, psicóloga clínica y psicooncóloga del Instituto Catalán de Oncología de Badalona, en Barcelona, en una jornada organizada por la Fundación Hospital del Espíritu Santo de Santa Coloma de Gramenet. "Aunque es importante desterrar la creencia popular de que un estado de ánimo positivo cura las enfermedades", ha apuntado.
Aparte de las consecuencias físicas, las personas que padecen una enfermedad se sienten más vulnerables: "La enfermedad crea fisuras en la salud física y psicológica. Ya no eres el de antes", ha asegurado Bárez. Además, no sólo se ve afectado el estado de ánimo del paciente. La enfermedad también condiciona la vida familiar y de pareja, la vida social y la vida laboral. Y en algunos casos puede aislar al paciente.
* Los expertos creen que es importante desterrar ya la creencia popular de que con un estado de ánimo positivo es posible curar las enfermedades
Y la ansiedad o la depresión pueden incrementar la vulnerabilidad del organismo. No tanto porque le afecten directamente sino porque llevan a la persona a adoptar hábitos poco saludables, como descuidar su alimentación o consumir drogas para intentar modificar su estado de ánimo. "Asimismo, según las teorías del estrés, el estrés continuado, que conlleva una elevada activación fisiológica, sí puede dañar directamente algún órgano. Por ejemplo, las personas con personalidad tipo A, impacientes y ansiosos, pueden sufrir más problemas cardiovasculares", ha precisado la experta.
Hay numerosas enfermedades en las que se aprecia de una forma evidente la influencia del estado de ánimo. Por ejemplo, en algunos trastornos dermatológicos, como la psoriasis o la dermatitis atópica, la relación es bidireccional. Hay estudios que señalan que el 30 por ciento de los diabéticos sufren depresión y que el 70 por ciento de las personas que tienen colon irritable padecen además depresión o ansiedad. La cefalea tensional, causada por una tensión excesiva, y la fibromialgia también están muy asociadas al estado de ánimo. Asimismo, los problemas asmáticos pueden empeorar por la impaciencia del paciente para recuperarse. Y, en los estados iniciales de una demencia, la persona puede sufrir ansiedad o depresión si toma conciencia de la enfermedad.
* Algunos estudios señalan que entre el 30 y el 40 por ciento de las personas que sufren cáncer requerirán atención psicológica en algún momento
El cáncer es una de las enfermedades en las que se está estudiando con más interés la relación con el estado de ánimo. Algunos estudios señalan que entre el 30 y el 50 por ciento de las personas que sufren cáncer requerirán atención psicológica en algún momento. En este sentido, Bárez ha querido poner especial énfasis en que la influencia del estado de ánimo en este caso es "indirecta": un estado de ánimo alterado hace que la persona siga peores hábitos de salud, lo que repercute negativamente en su enfermedad, pero la tristeza o la ansiedad no hacen que la quimioterapia sea menos efectiva.
Por la salud de los hijos
En el terreno de la salud mental, Eulàlia Sayrach, trabajadora social del Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil de Santa Coloma, ha aportado este otro punto de vista: "Es importante tener en cuenta cómo influye el estado de ánimo de los padres en la salud mental de los niños y adolescentes". En muchas ocasiones los problemas psicológicos de los hijos son reactivos a los problemas que arrastran los padres. "Por eso es necesario conocer y mejorar el estado de ánimo de los padres, porque si ellos no están bien no podrán cuidar bien a sus hijos. Nosotros intervenimos cuando hay riesgo psicosocial para el hijo. Intentamos que los padres tomen conciencia y les brindamos apoyo social y psicológico".
* Cefalea tensional y fibromialgia son enfermedades vinculadas al estado de ánimo, que también puede hacer empeorar a los asmáticos
El psicooncólogo, figura al alza
La figura del psicooncólogo tiene cada vez más importancia en el sistema sanitario español. La principal función del psicooncólogo es tratar los problemas emocionales de los pacientes oncológicos y sus familiares, así como los del equipo sanitario que los atiende. Esta labor se realiza en un contexto multidisciplinar, en el que el trabajo en equipo es fundamental para realizar una atención integral al paciente oncológico en cada una de las fases de la enfermedad. En este sentido, el psicooncólogo también puede proporcionar a los diferentes miembros del equipo sanitario estrategias para detectar aquellos problemas emocionales que requerirán atención psicológica. Entre los principales motivos de consulta a la Unidad de Psicooncología se encuentran los problemas relacionados con alteración de la imagen corporal, la ansiedad o la depresión asociadas a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia o los problemas de adaptación a los cambios en el estilo de vida provocados por la enfermedad.
'Espada de Damocles'
Algunos especialistas hablan del síndrome de espada de Damocles para referirse al temor a recaer que sienten las personas que han sufrido una enfermedad grave, como un cáncer, y se han recuperado. En algunos casos, pueden desarrollarse tendencias hipocondríacas o terrores nocturnos. En los casos más extremos, las personas se autolesionan en un intento de controlar su angustia.Por otro lado, estas personas pueden consultar con mucha frecuencia al médico por síntomas sin ningún tipo de importancia y dedicar mucho tiempo a buscar por internet información que confirme sus temores. Y, cuando deben acudir al médico para someterse a revisión, sienten gran ansiedad.
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