25 de enero de 2011 • Volumen 3 - Edición 2
Estudio calcula que ocurren más de 600.000 muertes en todo el mundo por el humo secundario del tabaco
Se estima que durante el 2004, el humo secundario del tabaco causó en todo el mundo más de 600.000 muertes y la pérdida de más de 10 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD), según resultados del primer análisis de este tipo. Las mujeres y los niños tuvieron más probabilidad que los hombres de estar expuestos al humo secundario del tabaco y a presentar morbilidad y mortalidad debido a la exposición. Los resultados se publicaron en línea el 25 de noviembre pasado en la revista The Lancet.
Los investigadores, dirigidos por el doctor Mattias Öberg del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, usaron para su análisis datos de la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en los Jóvenes y 19 encuestas adicionales publicadas entre 1980 y el 2007. Ellos utilizaron modelos para estimar la carga de la enfermedad debido a la exposición al humo secundario del tabaco en países que no contaban con datos directos de encuestas. El equipo de investigación usó el método comparativo de evaluación de riesgos, que se basa en la proporción de personas expuestas a la sustancia contaminante y el riesgo relativo conocido de enfermedad relacionada con esa exposición.
Los autores estiman que, a nivel mundial, el 40 por ciento de los niños, el 35 por ciento de las mujeres no fumadoras y el 33 por ciento de los hombres no fumadores están expuestos al humo secundario del tabaco. En el 2004, el humo secundario del tabaco causó 379.000 muertes por cardiopatía isquémica, 165.000 muertes por infecciones de las vías respiratorias bajas, 36.900 muertes por asma y 21.400 muertes por cáncer de pulmón. El cuarenta y siete por ciento de estas muertes ocurrieron en mujeres y el 28 por ciento en niños.
"Dos terceras partes de esas muertes [de niños] se presentan en África y el sur de Asia…. La combinación de enfermedades infecciosas y el tabaco parece ser mortal para los niños de esas regiones”, anotaron los autores. “Se requiere prestar una atención inmediata a esta situación para disipar el mito de que los países en vías de desarrollo pueden esperar para abordar la problemática de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, hasta que hayan solucionado la de las enfermedades infecciosas.
“Las disposiciones del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco se deben poner en práctica inmediatamente para crear ambientes totalmente libres del humo del tabaco en todos los sitios de trabajo dentro de edificaciones, lugares públicos y de transporte público", recomendaron los autores.
“Este estudio pionero documenta la magnitud global del problema de exposición al humo secundario del tabaco y sus devastadoras consecuencias", dijo la doctora Cathy Backinger, jefa de la Subdiv isión de Investigaciones sobre el Control del Tabaquismo del NCI. “Estos hallazgos deben resaltar la urgencia de garantizar que las personas no fumadoras estén protegidas de la exposición al humo secundario del tabaco, un riesgo de salud que es totalmente prevenible".
Boletín del Instituto Nacional del Cáncer - National Cancer Institute
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