CARDIOLOGÍA
Cada minuto sin actuar tras una parada cardíaca reduce un 10% las probabilidades de supervivencia
JANO.es · 25 Febrero 2011 12:31
Las nuevas Guías de Práctica Clínica de Reanimación CardioPulmonar (RCP) recomiendan realizar 100 compresiones torácicas por minuto y evitar el boca a boca si no se es experto.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) advierte de la importancia de intervenir de manera rápida y eficaz tras una parada cardíaca, siguiendo el protocolo marcado por las Guías de Práctica Clínica de Reanimación CardioPulmonar, pues durante el primer minuto transcurrido tras el evento cardíaco las posibilidades de supervivencia si se comienza una reanimación básica, sin esperar al personal especializado, son del 70%. Esta probabilidad va reduciéndose un 10% sucesivamente cada minuto que transcurre sin realizar compresiones torácicas, debido a la falta de oxígeno a la que se ve expuesto el cerebro durante el tiempo que dura la parada cardíaca. Por ello, el riesgo de lesión cerebral también aumenta un 10% cada minuto transcurrido tras este episodio, pudiendo padecer hemiplejia, déficit de memoria, de habla o de movilidad de manera temporal o incluso irreversible.
Tal y como recomienda la nueva versión de estas Guías, publicadas en 2010, tras la parada cardíaca de un individuo, resulta imprescindible confirmar la inconsciencia y la falta de respiración, aunque puede persistir una respiración suave e irregular durante el primer minuto. La causa mas frecuente de pérdida de conciencia es una lipotimia, que es benigna, transitoria y no precisa reanimación, así que conviene detectar bien los síntomas. La lipotimia y la parada cardíaca se pueden distinguir fácilmente, ya que en la lipotimia persiste la respiración y se recupera la conciencia en menos de uno o dos minutos. En tal caso, se recomienda tumbar al individuo y levantarle las piernas.
Ante la sospecha de una parada cardíaca se deberá llamar al teléfono de emergencias 112, dando un mensaje claro y sin demoras, alertando del estado de inconsciencia y de la falta de respiración del individuo e informando de la presencia o ausencia de dolor torácico y de los antecedentes de enfermedad cardíaca, en caso de que los hubiera.
Lo antes posible, se procederá a la realización de 100 compresiones torácicas por minuto, obviando, en un principio, las ventilaciones (boca a boca), al menos hasta que llegue personal experto.
Gracias a estas compresiones en la región central del pecho, realizadas con ambas manos entrelazadas, conseguiremos descender y ascender el esternón unos 5 centímetros cada vez, lo que moverá la sangre dentro del corazón y del tórax y en consecuencia activará la circulación en todo el organismo.
El 20% de las personas que sufren una parada cardíaca, no sólo pueden sobrevivir, sino que pueden quedar sin secuelas si el familiar, amigo o persona que visualiza el episodio, realiza una reanimación básica de forma precoz y sin esperar al personal especializado. En la actualidad, menos de un 5% lo logra.
“Es por ello que resulta imprescindible la formación continuada tanto a los especialistas de la sanidad como al público general, en especial a los familiares de los cardiópatas o al personal que trabaja en lugares muy transitados como colegios, estadios deportivos o centros comerciales, donde, además, deberían haber desfibriladores”, comenta la Dra. Nekane Murga, secretaria de la Sección de Cardiología Clínica y Extrahospitalaria de la SEC.
Sociedad Española de Cardiología
Sociedad Española de Cardiología: profesionales sanitarios y cardiólogos.
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