Lucha genética contra una herencia maligna
El Clínico de Málaga combate el cáncer hereditario con estudios de ADN
FERNANDO J. PÉREZ - Málaga - 25/02/2011
Alrededor de una treintena de personas puede haber evitado este año desarrollar un tumor de mama o de colon gracias a los estudios de cáncer hereditario que realiza el Hospital Clínico de Málaga, cuyos primeros resultados fueron presentados ayer. Estos estudios, basados en el análisis de ADN, permiten que los familiares directos de una persona enferma de cáncer puedan saber si también sufren una mutación del mismo gen y por ello tienen una alta probabilidad -entre el 70% y el 80%- de sufrir un tumor maligno.
El doctor Emilio Alba, jefe de Oncología del Clínico y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, informó ayer de que aproximadamente el 5% de los cánceres de mama y colorrectales tienen un origen hereditario. "El gen mutado se hereda de forma mendeliana [en referencia a Gregor Mendel, el padre de la genética]. Si el padre o la madre lo tienen, lo hereda el 50% de los hijos", afirmó Alba. En la provincia de Málaga, donde se producen alrededor de 1.100 casos de estos dos tipos de cáncer, unos 50 son por herencia de padres a hijos.
Cuando una persona es diagnosticada de un cáncer de mama o de colon, los servicios sanitarios trazan su "árbol genealógico", para discernir si su caso puede encajar en esa minoría de tumor hereditario. Algunos de los marcadores en los que se fijan los médicos son, por ejemplo, que haya antecedentes familiares con este tipo de tumores, que el cáncer se haya desarrollado a una edad más temprana que la media o que, en el caso del cáncer de mama, que este se presente en ambos pechos.
Si existen indicios de que el tumor puede ser hereditario, los oncólogos realizan un test genético mediante una extracción de sangre. Una muestra se analiza en los laboratorios del hospital y otra es enviada al Centro de Investigación del Cáncer. En ambos lugares se busca los genes presumiblemente mutados -denominados BRCA-1 Y BRCA-2 en los tumores de mama y MLH-1 y MSH-2 en los colorrectales-. Tras ubicarlos y comprobar que efectivamente están alterados, se repite la misma operación en los familiares directos delpaciente, tanto hermanos como ascendientes y descendientes.
El proceso completo tarda unos nueve meses, según Alba. De las 100 familias con un pariente enfermo a las que se ha realizado el test genético en los 14 meses que lleva funcionando el programa, solo 10 tienen disponibles los resultados -en el resto aún no se ha encontrado el gen mutado-. De estos diez grupos, en seis familias se han encontrado coincidencias. "En cada familia, unas cuatro o cinco personas tienen el gen mutado", asegura Emilio Alba, que advierte que los estudios están diseñados únicamente para familiares de pacientes diagnosticados de cáncer. "No admitimos pacientes con cancerofobia", afirma.
El diagnóstico genético en personas sanas permite iniciar mucho antes los tratamientos para evitar que se desarrolle el cáncer. "Estas personas tendrán que someterse a colonoscopias o resonancias magnéticas y mamografías anuales toda su vida. Si haces colonoscopias a partir de los 25 o los 30 años, puedes quitar los pólipos que pueden degenerar en tumor", asegura el médico.
Otro tipo de cáncer del que se cree que tiene un componente hereditario, el de próstata, puede incorporarse en el futuro a esta técnica. "El problema que tenemos es que todavía no se ha identificado el gen que al mutar provoca este cáncer", lamenta Alba.
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