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ESPAÑA
SE ENSAYAN MEDIDAS PREVENTIVAS Y DE TRATAMIENTO
La falta de vitamina D eleva el riesgo y agresividad del cáncer
Las condiciones médicas que se alteran por la deficiencia de vitamina D y sus análogos están aumentando. Además de cánceres como el de colon, mama y próstata, entre otros, existen numerosas patologías. La prevención puede llevarse a cabo con suplementación específica.
Raquel Serrano - Martes, 29 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
Sentados: Michael Holick y Franco Sánchez; de pie: Alberto Muñoz y Donald Trump, en la Fundación Ramón Areces.
La carencia de vitamina D se relaciona con un aumento del riesgo de desarrollo de cáncer, especialmente de colon, mama y próstata, aunque también ha empezado a constatarse este fenómeno en cáncer de pulmón y de ovario. Pero es que, además del mayor riesgo, la agresividad tumoral también parece ser más elevada cuando los pacientes con cáncer presentan bajos niveles de vitamina D, según han puesto de manifiesto los referentes mundiales que han participado en la reunión sobre Vitamina D y cáncer que se ha celebrado en la Fundación Ramón Areces, en Madrid.
En estos momentos existe una enorme controversia científica sobre qué límites de vitamina D y derivados son los adecuados para mantener una óptima salud. Se considera que un nivel mínimo de 20 ng/ml de vitamina D asegura una buena salud ósea, pero al referirse a la prevención de otras patologías en las que esta vitamina y sus derivados están implicadas, las cifras se elevarían hasta los 30 ng/ml, según Michael Holick, director de la Unidad de Investigación Clínica en el Centro Médico de la Universidad de Boston (Estados Unidos).
La carencia también está implicada en el desarrollo de importantes enfermedades autoinmunes, infecciosas y cardiacas
El principal aporte de vitamina D en el organismo proviene de la radiación solar. Entre 10-15 minutos de exposición al sol serían suficientes en los meses de mayor energía solar. Sin embargo, se considera que tres cuartas partes de la población estadounidense, cifra muy similar a Europa, presentan niveles deficientes de vitamina D durante gran parte del año en la que la exposición solar es menor.
Asegurar los niveles
"Sólo un 10 por ciento de esta vitamina proviene de la dieta. El resto, cuando no se puede adquirir a través del sol, debe administrarse mediante alimentos fortificados con vitamina D o, cuando esto es insuficiente, administrar suplementos farmacológicos específicos, no sólo en adultos sino también en niños por sus positivos efectos a largo plazo sobre la salud humana", ha señalado Alberto Muñoz, co-organizador del simposio y profesor de Investigación en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, de Madrid.
Estudios llevados a cabo en Canadá y Estados Unidos han relacionado la falta de radiación solar, lo que reduce los niveles de vitamina D, con el riesgo de cáncer de mama, ovario, próstata y colon. Y también existe, según los ensayos que está efectuando el equipo de Donald Trump, co-organizador del simposio y presidente del Instituto del Cáncer Roswell Park, de la Universidad de Búfalo, en Nueva York, una creciente evidencia tanto en la incidencia como en la progresión y agresividad de la enfermedad tumoral. "El 70 por ciento de los pacientes con cáncer presentan deficiencia vitamínica que se ha asociado con mayor agresividad, fundamentalmente en tumores de pulmón, colon, mama y ciertas leucemias".
A raíz del conocimiento de estos datos, Trump ha insistido en aprovechar el potencial preventivo de la vitamina D y sus análogos y trasladarlo al tratamiento con la posibilidad de "uso en monoterapia o en combinación con quimioterapia. Estudios in vitro han puesto de manifiesto que la administración de muy altas dosis de vitamina D, concretamente calcitriol, puede disminuir el número de células tumorales. La posibilidad de incluir vitamina D a muy altas dosis en el esquema de tratamiento con quimioterapia es positivo, pero precisa de una estrecha vigilancia médica por la toxicidad".
Actualmente, el equipo de Búfalo lleva a cabo estudios preclínicos en células tumorales de experimentación, pero los datos preliminares apuntan a un hecho: la corrección de los niveles de vitamina D favorece la respuesta al tratamiento.
Implicación patogénica
Holick ha enumerado otros grandes grupos de patologías cuyo desarrollo podría estar ligado a deficiencias: las autoinmunes, las infecciosas y las cardiacas, así como "la gripe y la tuberculosis -en la que está muy bien definido el mecanismos de acción-, la esclerosis múltiple, la diabetes 1 e incluso la artritis reumatoide. No hay que olvidar eventos cardiovasculares, como la HTA, y las cardiacas, puesto que 200 genes se expresan en músculo cardiaco y dependen de la expresión de este complejo vitamínico".
SENSIBILIDAD Y SUPLEMENTACIÓN UNIVERSAL
La carencia de vitamina D es el defecto nutricional más frecuente entre la población española, lo que nos equiparaba, contrariamente a lo que se pensaba con respecto a los países mediterráneos, con otras zonas en las que la radiación solar es menor, según Franco Sánchez, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Carlos III, de Madrid, y uno de los líderes mundiales en el estudio de deficiencias hormonales. Este defecto, según el especialista, está ligado a la obesidad y al embarazo, ya que actualmente es necesario contemplar la suplementación en las gestaciones, y a enfermedades autoinmunes. "Hay que sembrar la sensibilización entre los médicos, y no sólo los endocrinólogos, con respecto a la vitamina D y a la suplementación universal". A su juicio, la corrección de la deficiencia vitamínica no es posible sólo a través de la dieta, "por lo que es necesario plantearse la suplementación de alimentos con vitamina D o de administrar medicación específica que actualmente se está desarrollando", ha indicado Sánchez.
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