Descubren un nuevo proceso químico en el cerebro que condiciona la respuesta frente al estrés
Redacción
El hallazgo ofrece una nueva esperanza para desarrollar tratamientos dirigidos, incluso preventivos, para los desórdenes psiquiátricos relacionados con el estrés
Madrid (29-04-11).- Cerca del 20 por ciento de la población ha sufrido alguna forma de desorden de ansiedad al menos una vez durante su vida. La prevalencia de acumulación de desórdenes relacionados con el estrés durante toda la vida es difícil de calcular, pero probablemente podría superar el 30 por ciento.
Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, en colaboración con investigadores de Polonia y Japón, ha descubierto una 'vía química' clave en el cerebro, antes desconocida, vinculada a la respuesta de los individuos al estrés. El hallazgo se publica en la revita Nature.
Según explica Robert Pawlak, investigador de la Universidad de Leicester jefe del equipo de Reino Unido, "los desórdenes relacionados con el estrés afectan a un gran porcentaje de la población y generan un enorme impacto personal, social y económico".
Ya se sabía que ciertos individuos son más susceptibles a los efectos dañinos del estrés que otros. Aunque la mayoría de las personas experimentan algún suceso traumático, sólo algunos desarrollan problemas psiquiátricos asociados al estrés, como la depresión, la ansiedad o los desórdenes de estrés postraumático. La razón de esto no está clara.
La falta de correspondencia entre la frecuente exposición a traumas psicológicos y el desarrollo de patologías relacionadas con la ansiedad animó a los investigadores a buscar los factores que pueden hacer a un individuo más vulnerable al estrés que a otros.
Este estudio ha descubierto que el centro emocional del cerebro, la amígdala, reacciona al estrés incrementando la producción de una proteína denominada neuropsina, que dispara una serie de reacciones químicas que, por turnos, hacen que la amígdala aumente su actividad. Como consecuencia, se activa un gen que determina la respuesta de estrés a nivel celular.
Los autores examinaros las consecuencias conductuales por encima de las reacciones celulares causadas por el estrés en la amígdala, señalando que estudios en modelos experimentales revelaron que, al estresarse, se alejaban de las zonas donde se sentían inseguros, que eran los espacios amplios e iluminados.
Sin embargo, cuando las proteínas producidas por la amígdala eran bloqueadas, bien por vía farmacológica o a través de una terapia genética, los sujetos del modelo no mostraban las mismas características. Según los investigadores, la actividad de la neuropsina y sus homólogos puede determinar la vulnerabilidad de los individuos frente al estrés.
La neuropsina fue descubierta antes por el profesor Sadao Shiosaka, coautor de este estudio. La investigación de Pawlak, que ha tardado cuatro años en completarse, ha sido la primera en describir este mecanismo de acción en el control de la ansiedad en la amígdala.
No obstante, según afirma Pawlak, serán necesarias más investigaciones para valorar el potencial de las terapias de intervención y controlar las conductas inducidas por el estrés. Aunque los resultados de esta investigación deben aún trasladarse a la práctica clínica, el descubrimiento abre nuevas posibilidades para la prevención y el tratamiento de los desórdenes psiquiátricos relacionados con el estrés, como la depresión y los desórdenes de estrés postraumático", concluyó.
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