MUJER | Salud cardiovascular
Es la edad, no la menopausia
Una mujer mayor hace ejercicio. | Reuters
- Un trabajo desmiente que la enfermedad cardiaca se dispare en el climaterio
- Es el envejecimiento, y no la caída hormonal, lo que explica las muertes
En contra de lo que se pensaba hasta ahora, la caída hormonal que acompaña a la retirada de la menstruación, la menopausia, no parece provocar un aumento de la mortalidad cardiovascular en las mujeres. Esa es la conclusión de un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins (EEUU) que ha comparado las muertes por esta causa en tres grupos poblacionales de dos países distintos.
"Nuestros datos indican que no hay un gran cambio en las tasas de ataques de corazón fatales antes y después de la menopausia", explica Dhananjay Vaidya, que ha liderado la investigación. "Lo que creemos que sucede es que las células del corazón y las arterias envejecen igual que las del resto de tejidos del cuerpo y por este motivo vemos cada vez más infartos a medida que las mujeres cumplen años. El envejecimiento, por sí mismo, es una explicación adecuada y la llegada de la menopausia, con sus cambios hormonales, no parece tener relación", añade.
Estas conclusiones contradicen lo que se pensaba hasta ahora, que el climaterio representaba en un punto de inflexión en la salud cardiovascular femenina y que a partir de ese momento, la pérdida del efecto protector de las hormonas equiparaba la mortalidad de las mujeres a la de los varones.
Pero, como recuerdan los autores en las páginas de 'British Medical Journal', no existen pruebas que demuestren este fenómeno y varios estudios recientes se han cuestionado si es cierto, apoyándose en datos como que la terapia hormonal sustitutiva no disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Vaidya y sus colegas han analizado las estadísticas de mortalidad de personas nacidas entre 1916 y 1945 en Inglaterra, Gales y EEUU y han observado que "la enfermedad isquémica del corazón en las mujeres evoluciona a lo largo de la vida y aumenta a un ritmo constante, sin mostrar una aceleración en la mediana edad", indica Nisha Parikh, de la División de Cardiología de la Universidad de Hawai, en un editorial.
Las curvas que dibujaron las cifras de mortalidad no reflejaban un incremento de estas muertes entre los 45 y los 54 años -ventana dentro de la cual suele presentarse la menopausia- sino un incremento exponencial de alrededor del 8% anual.
Sin embargo, como recuerda Parikh, "esto no significa que los factores de riesgo cardiovascular en las mujeres sean 'sexualmente neutrales'". Cada vez hay más pruebas de que ciertos factores relacionados con el embarazo aumentan a largo plazo las posibilidades de padecer del corazón aunque no está claro que actúen de forma independiente. Se trata, de "un área importante en la que seguir investigando", afirma la cardióloga.
"Nuestros datos indican que no hay un gran cambio en las tasas de ataques de corazón fatales antes y después de la menopausia", explica Dhananjay Vaidya, que ha liderado la investigación. "Lo que creemos que sucede es que las células del corazón y las arterias envejecen igual que las del resto de tejidos del cuerpo y por este motivo vemos cada vez más infartos a medida que las mujeres cumplen años. El envejecimiento, por sí mismo, es una explicación adecuada y la llegada de la menopausia, con sus cambios hormonales, no parece tener relación", añade.
Estas conclusiones contradicen lo que se pensaba hasta ahora, que el climaterio representaba en un punto de inflexión en la salud cardiovascular femenina y que a partir de ese momento, la pérdida del efecto protector de las hormonas equiparaba la mortalidad de las mujeres a la de los varones.
Pero, como recuerdan los autores en las páginas de 'British Medical Journal', no existen pruebas que demuestren este fenómeno y varios estudios recientes se han cuestionado si es cierto, apoyándose en datos como que la terapia hormonal sustitutiva no disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Vaidya y sus colegas han analizado las estadísticas de mortalidad de personas nacidas entre 1916 y 1945 en Inglaterra, Gales y EEUU y han observado que "la enfermedad isquémica del corazón en las mujeres evoluciona a lo largo de la vida y aumenta a un ritmo constante, sin mostrar una aceleración en la mediana edad", indica Nisha Parikh, de la División de Cardiología de la Universidad de Hawai, en un editorial.
Las curvas que dibujaron las cifras de mortalidad no reflejaban un incremento de estas muertes entre los 45 y los 54 años -ventana dentro de la cual suele presentarse la menopausia- sino un incremento exponencial de alrededor del 8% anual.
Sin embargo, como recuerda Parikh, "esto no significa que los factores de riesgo cardiovascular en las mujeres sean 'sexualmente neutrales'". Cada vez hay más pruebas de que ciertos factores relacionados con el embarazo aumentan a largo plazo las posibilidades de padecer del corazón aunque no está claro que actúen de forma independiente. Se trata, de "un área importante en la que seguir investigando", afirma la cardióloga.
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