Las hemotopoyéticas de los mayores sanos fabrican menos linfocitos
Las CM elevan la vulnerabilidad senil de leucemia e infecciones
Un trabajo que se publica hoy en PNAS ha mostrado que las células madre humanas no son inmunes al proceso de envejecimiento, lo que podría explicar por qué con la edad aumenta el riesgo de leucemia.
Redacción | 29/11/2011 00:00
Las células madre humanas no son inmunes al proceso de envejecimiento, según han explicado científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, en un estudio que se publica hoy en la edición digital de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los investigadores han estudiado células madre hematopoyéticas, que generan las células que componen la sangre y el sistema inmunológico. Entender cómo y cuándo estas células madre comienzan a fallar con el paso de los años puede explicar por qué la prevalencia de algunas enfermedades, como la leucemia mieloide aguda, aumenta con la edad, y también por qué las personas mayores tienden a ser más vulnerables a las infecciones como los resfriados y la gripe.
"Sabemos que la función del sistema inmunológico parece disminuir con la edad", ha afirmado Wendy Pang, coordinadora del estudio. "Este es el primer estudio que compara la función y los perfiles de expresión génica purificada de jóvenes y viejos, las células madre hematopoyéticas, y nos dice que estos cambios clínicos se remontan a la función de las células madre."
Diferencias generacionales
En concreto, los investigadores encontraron que las células madre hematopoyéticas de las personas sanas mayores de 65 años fabrican menos linfocitos que las células madre de las personas sanas entre las edades de 20 y 35 años. En cambio, las células madre hematopoyéticas de las personas mayores tienden a ser parciales en su producción de otro tipo de glóbulos blancos llamados de células mieloides. Este sesgo puede explicar por qué las personas mayores son más propensas que las jóvenes a desarrollar neoplasias mieloides malignas.
"Los resultados también pueden servir como una base importante para futuros estudios de enfermedades relacionadas con la edad, como el síndrome de displasia mieloide, la anemia y la leucemia, entre otras", ha afirmado Pang.
(PNAS; 2011; DOI: 10.1073/pnas.1116110108).
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