Las directrices sobre las pruebas de detección del cáncer de próstata son ampliamente ignoradas
(26/04/2012) - E.P.
En agosto de 2008 los servicios de prevención norteamericanos, declararon que no hay certeza de que esta prueba tenga ningún beneficio neto o de que el riesgo supere los beneficios
Una nueva investigación confirma que, a pesar de las recomendaciones del año 2008 de La U.S. Preventive Services Task Force, contra las pruebas del cáncer de próstata en hombres mayores de 75 años, casi la mitad de los hombres en este grupo de edad siguen pasando por pruebas de detección.
En 2005, antes de publicarse las recomendaciones, el 43 por ciento de los hombres de más de 75 años, se realizaban la determinación de PSA, antígeno prostático específico en sangre.
Sin embargo, los resultados de una encuesta realizada en 2010, publicada ahora en JAMA, señala que, dos años después de que se anunciaran esas recomendaciones, la tasa de detección en este grupo de hombres había subido ligeramente, al 43,9 por ciento, un porcentaje más alto que las tasas de los varones de 40 años (12,5 por ciento) y 50 años (33,2 por ciento), que tienen más probabilidades de beneficiarse de un diagnóstico precoz.
"La determinación de PSA en hombres mayores de 75 años no es apropiada", afirma el autor del estudio, Scott Eggener, profesor asistente de Cirugía en la Universidad de Chicago. El investigador explica que esta prueba es razonable para los hombres sanos, mayores de 75 años; pero para la gran mayoría de los hombres en este grupo de edad, la detección temprana puede conducir al tratamiento de una enfermedad, que probablemente nunca llegue a causar un problema. Una proporción importante de hombres de más de 75 años, con un PSA elevado, morirá por otro motivo, antes de que un cáncer de próstata interfiera con la calidad o la duración de su vida".
Los investigadores trabajaron con información de los Suplementos de Control del Cáncer de 2005 y 2010, parte de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), que recopila información a través de entrevistas personales, y es una muestra representativa de la población de los EE.UU.
Las recomendaciones revisadas, presentadas en octubre de 2011, son aún más críticas con la prueba de PSA, que la versión de 2008, lo que sugiere que no hay pruebas suficientes de que la prueba de PSA mejore los resultados de salud, como para recomendar su uso rutinario a hombres de cualquier edad. La prueba PSA se traduce en una reducción pequeña, o nula, en la mortalidad por cáncer de próstata, según concluye La U.S. Preventive Services Task Force, añadiendo que "los daños relacionados con una posterior evaluación y tratamientos, pueden ser innecesarios".
En 2005, antes de publicarse las recomendaciones, el 43 por ciento de los hombres de más de 75 años, se realizaban la determinación de PSA, antígeno prostático específico en sangre.
Sin embargo, los resultados de una encuesta realizada en 2010, publicada ahora en JAMA, señala que, dos años después de que se anunciaran esas recomendaciones, la tasa de detección en este grupo de hombres había subido ligeramente, al 43,9 por ciento, un porcentaje más alto que las tasas de los varones de 40 años (12,5 por ciento) y 50 años (33,2 por ciento), que tienen más probabilidades de beneficiarse de un diagnóstico precoz.
"La determinación de PSA en hombres mayores de 75 años no es apropiada", afirma el autor del estudio, Scott Eggener, profesor asistente de Cirugía en la Universidad de Chicago. El investigador explica que esta prueba es razonable para los hombres sanos, mayores de 75 años; pero para la gran mayoría de los hombres en este grupo de edad, la detección temprana puede conducir al tratamiento de una enfermedad, que probablemente nunca llegue a causar un problema. Una proporción importante de hombres de más de 75 años, con un PSA elevado, morirá por otro motivo, antes de que un cáncer de próstata interfiera con la calidad o la duración de su vida".
Los investigadores trabajaron con información de los Suplementos de Control del Cáncer de 2005 y 2010, parte de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), que recopila información a través de entrevistas personales, y es una muestra representativa de la población de los EE.UU.
Las recomendaciones revisadas, presentadas en octubre de 2011, son aún más críticas con la prueba de PSA, que la versión de 2008, lo que sugiere que no hay pruebas suficientes de que la prueba de PSA mejore los resultados de salud, como para recomendar su uso rutinario a hombres de cualquier edad. La prueba PSA se traduce en una reducción pequeña, o nula, en la mortalidad por cáncer de próstata, según concluye La U.S. Preventive Services Task Force, añadiendo que "los daños relacionados con una posterior evaluación y tratamientos, pueden ser innecesarios".
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