EVIDENCIA | Amamantar 12 meses
Proteger del VIH con la lactancia
Una mujer amamanta a su hijo en un campo de refugiados de Maputo (Mozambique).| Reuters
- La transmisión del VIH podría aumentar como resultado del destete precoz
Desde que la infección por el virus del sida comenzó a ser una verdadera pandemia, han sido muchos los avances que se han realizado en la lucha contra esta enfermedad y también numerosos los cambios en las políticas de prevención y tratamiento para frenar la expansión de los casos y las muertes. Algunos de esos cambios se han dado en la estrategia para frenar la transmisión de madre a hijo, pasando por diferentes modelos terapéuticos. Un estudio, que publica la revista 'The Lancet', corrobora la importancia de mantener la lactancia materna más allá de los seis meses, siempre que la mujer o el niño estén recibiendo terapia antirretroviral, algo que hace unos años no se contemplaba pero que ahora la evidencia subraya como una buena estrategia para reducir la transmisión vertical.
Entre el 20% y el 30% de las mujeres embarazadas del África subsahariana está infectada por el virus del sida. En 2006 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó la terapia antirretroviral a las gestantes seropositivas en el tercer trimestre; pero en 2009, tras la aparición de varios estudios, estableció que el tratamiento debía adelantarse a la semana 14 de gestación hasta el final de la lactancia.
De hecho, la lactancia en sí también ha sido objeto de diferentes recomendaciones debido a la mejora en el conocimiento de la enfermedad. De tal manera que, hace años se aconsejaba a las mujeres seropositivas evitar dar el pecho a sus hijos. Algo, que aunque no es muy complicado de llevar a cabo en los países ricos, generaba gran controversia en el Tercer Mundo, donde el acceso a la lactancia artificial era para muchas madres inviable económicamente.
Por este motivo, en los últimos años, han sido varios los estudios que han analizado si la lactancia materna aumenta realmente o no el riesgo de transmisión cuando la madre tiene VIH. Uno de ellos es el que acaba de publicar la revista 'The Lancet', que evaluó además qué efecto tenía el destete precoz a los seis meses en un grupo de 2.369 madres seropositivas de Malawi.
Lo que pudieron comprobar es que 30 niños del grupo de madres que tomaron los fármacos antirretrovirales durante la lactancia, otros 25 niños del grupo que recibió esta terapia en esos primeros seis meses (en lugar de administrársela a la madre) y 38 bebés del grupo control se infectaron por el VIH entre la semana dos y 48 de vida. Es decir, el riesgo de transmisión del VIH fue mayor en los bebés cuyas madres o ellos no tomaron los antirretrovirales durante la lactancia, un 7% en comparación con el 4% observado en los otros dos grupos. Además del beneficio de la terapia antirretroviral, se comprobó que un 30% de los bebés se infectó después del momento en que la mayoría de las madres había dejado de amamantarles, es decir, a partir de la semana 28 (aproximadamente los seis meses), lo que sugiere que la transmisión del VIH podría realmente aumentar como resultado del destete.
Por otro lado, los episodios de diarrea, malaria, retraso del crecimiento, tuberculosis y muertes se produjeron con mayor frecuencia después de la semana 28, independientemente del grupo de tratamiento donde estuvieran los bebés. "Nuestros resultados corroboran los de otros estudios de niños expuestos al VIH al mostrar que el cese de la lactancia materna es el mayor factor de riesgo de enfermedad y mortalidad [...]. En base a los resultados de estas investigaciones, incluida BAN [las siglas como se identifica este estudio], la OMS ahora recomienda que las madres seropositivas o sus hijos sin infección reciban terapia antirretroviral durante los 12 meses de lactancia", afirman los autores.
Para Louise Kuhn de la Universidad de C
olumbia, en Nueva York (EEUU), y Hoosen Coovadia de la Universidad de Witwatersrand, de Johannesburgo (Sudáfrica), autoras de un editorial que también publica 'The Lancet', "BAN enfatiza que la lactancia materna es esencial para la supervivencia del niño y su bienestar. El destete precoz no es una estrategia ni eficaz ni segura para prevenir la infección por VIH".
Entre el 20% y el 30% de las mujeres embarazadas del África subsahariana está infectada por el virus del sida. En 2006 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó la terapia antirretroviral a las gestantes seropositivas en el tercer trimestre; pero en 2009, tras la aparición de varios estudios, estableció que el tratamiento debía adelantarse a la semana 14 de gestación hasta el final de la lactancia.
De hecho, la lactancia en sí también ha sido objeto de diferentes recomendaciones debido a la mejora en el conocimiento de la enfermedad. De tal manera que, hace años se aconsejaba a las mujeres seropositivas evitar dar el pecho a sus hijos. Algo, que aunque no es muy complicado de llevar a cabo en los países ricos, generaba gran controversia en el Tercer Mundo, donde el acceso a la lactancia artificial era para muchas madres inviable económicamente.
Por este motivo, en los últimos años, han sido varios los estudios que han analizado si la lactancia materna aumenta realmente o no el riesgo de transmisión cuando la madre tiene VIH. Uno de ellos es el que acaba de publicar la revista 'The Lancet', que evaluó además qué efecto tenía el destete precoz a los seis meses en un grupo de 2.369 madres seropositivas de Malawi.
Un año de lactancia
En el estudio, investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (EEUU) analizaron el efecto de administrar antirretrovirales, bien a las madres lactantes o a sus bebés durante los seis meses de lactancia, o el impacto de no hacerlo en esta etapa (grupo control) y también evaluaron el efecto del destete a partir de esa fecha. El seguimiento que realizaron tanto a madres como a sus hijos fue de 48 semanas (un año), desde el momento del nacimiento.Lo que pudieron comprobar es que 30 niños del grupo de madres que tomaron los fármacos antirretrovirales durante la lactancia, otros 25 niños del grupo que recibió esta terapia en esos primeros seis meses (en lugar de administrársela a la madre) y 38 bebés del grupo control se infectaron por el VIH entre la semana dos y 48 de vida. Es decir, el riesgo de transmisión del VIH fue mayor en los bebés cuyas madres o ellos no tomaron los antirretrovirales durante la lactancia, un 7% en comparación con el 4% observado en los otros dos grupos. Además del beneficio de la terapia antirretroviral, se comprobó que un 30% de los bebés se infectó después del momento en que la mayoría de las madres había dejado de amamantarles, es decir, a partir de la semana 28 (aproximadamente los seis meses), lo que sugiere que la transmisión del VIH podría realmente aumentar como resultado del destete.
Por otro lado, los episodios de diarrea, malaria, retraso del crecimiento, tuberculosis y muertes se produjeron con mayor frecuencia después de la semana 28, independientemente del grupo de tratamiento donde estuvieran los bebés. "Nuestros resultados corroboran los de otros estudios de niños expuestos al VIH al mostrar que el cese de la lactancia materna es el mayor factor de riesgo de enfermedad y mortalidad [...]. En base a los resultados de estas investigaciones, incluida BAN [las siglas como se identifica este estudio], la OMS ahora recomienda que las madres seropositivas o sus hijos sin infección reciban terapia antirretroviral durante los 12 meses de lactancia", afirman los autores.
Para Louise Kuhn de la Universidad de C
olumbia, en Nueva York (EEUU), y Hoosen Coovadia de la Universidad de Witwatersrand, de Johannesburgo (Sudáfrica), autoras de un editorial que también publica 'The Lancet', "BAN enfatiza que la lactancia materna es esencial para la supervivencia del niño y su bienestar. El destete precoz no es una estrategia ni eficaz ni segura para prevenir la infección por VIH".
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