estudio publicado en 'Annals of oncology'
Razones inciertas en mortalidad por cáncer
En España la mortalidad por cáncer es menor que en otros países europeos: afirmativo, según un estudio italiano. No se sabe bien por qué: también afirmativo, según las respuestas de cuatro especialistas españoles. Se trata del típico caso en investigación científica en el que se llega a una conclusión sin estar seguro de los factores que la han provocado. La prevención, el estilo de vida, las pruebas de cribado y la implicación de los médicos de primaria podrían formar parte de la respuesta. Sólo quizá; la epidemiología a veces no entiende de porqués.
José A. Plaza | 04/04/2012 00:00
¿Por qué, si la incidencia es similar, la mortalidad por cáncer es menor en España que en otros países europeos? Es la pregunta que surgía tras echar un vistazo a los resultados de un estudio italiano publicado en Annals of Oncology. Una primera consulta a la Sociedad Española de oncología Médica (SEOM) dejó entonces la respuesta en suspenso, por lo que Diario Médico ha consultado con cuatro especialistas para saber qué razones se pueden esconder tras estos datos positivos en comparación con Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Polonia.
Marina Pollán, del Centro Nacional de Epidemiología, perteneciente al Instituto de Salud Caros III, comienza su búsqueda de respuestas aludiendo a que la mortalidad "es un indicador complejo, ya que depende tanto de la incidencia como de la supervivencia". Respecto al primer indicador, "sabemos que España, comparada con países de su entorno, tiene una incidencia de cáncer intermedia en hombres, mientras que en mujeres la situación es mucho mejor". Según datos de Globocan, España está en la posición decimoséptima en incidencia de cáncer; las estadísticas en hombres son similares a las del resto de países europeos, pero las españolas salen ganando.
Buen diagnóstico
Los datos disponibles sobre supervivencia para comparar con Europa proceden del proyecto Eurocare y señalan "unas cifras de supervivencia ligeramente superiores a la media". Más allá de los datos, y teniendo en cuenta "particularidades ligadas a tumores concretos", Pollán cree que "los números demuestran que el sistema sanitario español ha sido hasta ahora capaz de diagnosticar y tratar los casos convenientemente, lo que explica los buenos datos de supervivencia".
Huyendo de cifras relativas, y hablando de términos absolutos (número de casos), la epidemióloga alude al envejecimiento de la población como factor determinante y hace un guiño a la capacidad terapéutica en España y en el resto del mundo: "Las continuas mejoras suponen que ese incremento de casos no se traduzca en un número mayor de muertes".
Gustavo Ossola, oncólogo del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, se muestra particularmente sorprendido por los resultados de la publicación italiana: "La gente, al menos la que tengo cerca, no se ha enterado; me llama poderosamente la atención el hecho en sí y las conclusiones en concreto". Para buscar un porqué a la realidad española dirige su mirada a la detección precoz: "Puede ser un factor determinante en cáncer de colon, extrapolable a otros tumores". Además, echa flores a la atención primaria española, "cuyos médicos están muy concienciados en la atención al cáncer". En cáncer de pulmón, muy vinculado al tabaquismo, es donde más importante está siendo su implicación.
¿Qué pasa en mama?
El único cáncer que le "chirría" a Ossola en su argumentación es el de mama, ya que las políticas de detección precoz son muy útiles en el diagnóstico "pero no muestran relación con mejoras en la supervivencia". A su juicio, decir que en España las mujeres mueren menos por tumores mamarios gracias al screening "contravendría la opinión a escala mundial". Ossola también valora positivamente la "gran conciencia social que hay en España en relación con el cáncer".
Jaime Feliú, responsable de la Unidad de Tumores Digestivos del Hospital Universitario de La Paz de Madrid, habla en tono multifactorial: "Si la mortalidad es menor en España será por varios motivos, entre otros, la epidemiología y una buena labor de cribado". Además de las bondades de una detección precoz, los estilos de vida, y concretamente la dieta mediterránea, pueden tener también relación. En cualquier caso, Feliú cree que la labor preventiva saca buena nota.
Más difícil considera que las razones estén vinculadas con que España disponga de mejores terapias, aunque deja una puerta abierta a esta posibilidad: "Quizá en otros países europeos las limitaciones presupuestarias que ahora alcanzan a España llegaran antes e influyeran al respecto".
Hay que estar orgullosos
En este sentido, el especialista teme que los recortes puedan provocar que "España pierda la ventaja adquirida frente a otros países: a ver cómo recortamos en sanidad". Admite que sí hay ámbitos en los que ahorrar puede ser más sencillo ("a veces los médicos nos excedemos en la realización de pruebas diagnósticas") y, al margen de los resultados del estudio, señala que "debemos estar orgullos de nuestra Oncología Médica, que está reconocida internacionalmente".
La tardía incorporación de España a ciertas costumbres que en Europa llevan décadas establecidas supone el punto de partida de la argumentación de Alfredo Carrato, jefe del Servicio de Oncología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid: "La incorporación de la mujer al trabajo y al hábito tabáquico difiere en casi treinta años con muchos países europeos, algo que puede influir en la incidencia y mortalidad debida a ciertos tumores". El caso particular del tabaco, de confirmarse la teoría de Carrato, sería definitivo, ya que no sólo se relaciona con el cáncer de pulmón: vejiga, estómago, páncreas, etc., cuentan con este hábito como factor de riesgo directamente relacionado con la aparición de la enfermedad.
En todo caso, cree que los resultados del estudio italiano hablan en favor de la política de prevención de la que hace gala España: "Sin duda, puede reducir la incidencia del cáncer y mejorar los datos relativos a la supervivencia".
También valora positivamente que los planes de cribado hayan ganado peso social y político, "llegando incluso a debatirse en el Congreso", y la relación entre la atención primaria y la especializada: "El trabajo conjunto entre ambos niveles ha mejorado mucho en España. La implicación de la atención primaria en el manejo del cáncer es parte fundamental del equipo multidisciplinar".
Admitir que es incierto
En definitiva, y resumiendo, no parece que se pueda hablar de una sola razón que explique la menor mortalidad española por cáncer en relación con otros países europeos. Tampoco suena muy fiable, atendiendo a la opinión de los cuatro especialistas, echarse flores asistenciales o ligadas a la calidad terapéutica: una mezcla entre prevención, estilos de vida, implicación de la atención primaria y, por qué no decirlo, de factores desconocidos, es la que permite unos números que sitúan a España entre los más agraciados de Europa en mortalidad por cáncer. Que la comunidad científica se pregunte el porqué es de rigor, pero en ocasiones hay que conformarse con saber exclusivamente que el resultado es positivo.
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