La exposición a la contaminación del tráfico en el embarazo, asociada a un mayor riesgo de autismo
29/11/2012 - E.P.
También durante el primer año de vida los niños que viven rodeados de mayores niveles de contaminación eran tres veces más propensos a desarrollar autismo
Según un informe publicado en Archives of General Psychiatry, los autores utilizaron las direcciones de las madres de los 279 niños con autismo y 245 niños con desarrollo típico del grupo de control para estimar la exposición en cada trimestre del embarazo y el primer año de vida del niño. Los niveles más altos de exposición a partículas menores a 2,5 y 10 micras de diámetro (PM 2.5, PM 10) y el dióxido de nitrógeno registrado en el programa de monitorización regional en el Sistema de Calidad del Aire de la Agencia de Protección se asociaron con un mayor riesgo de autismo.
Tuvieron en cuenta la distancia a la que vivían de las carreteras, la meteorología, en qué dirección soplaba el viento, la afluencia de automóviles y otros factores para estudiar la contaminación relacionada con el tráfico, según explicó Heather Volk, profesor asistente de medicina preventiva en la Escuela de Medicina Keck de la USC y científico en la División de Investigación sobre Niños, Jóvenes y Familias en Keck School, asociada al Hospital Infantil de Los Ángeles.
La exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico, peso molecular de las partículas y el dióxido de nitrógeno se asoció con un mayor riesgo de autismo. Estos efectos se observaron utilizando medidas de la contaminación del aire con variación en los niveles local y regional, lo que sugiere la necesidad de seguir estudiando para comprender las contribuciones individuales de contaminantes y los efectos de las mezclas de contaminantes sobre la enfermedad, comentan los autores, de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos).
Según los investigadores, este estudio sobre los efectos de la exposición a contaminantes y su interacción con factores de susceptibilidad pueden conducir a la "identificación de las vías biológicas que se activan en el autismo y mejorar la prevención y las estrategias terapéuticas".
Tras reconocer la necesidad de una investigación adicional para replicar estos hallazgos, añaden que la implicación de estos hallazgos en la salud pública es grande, ya que "la exposición de la contaminación atmosférica es común y puede tener efectos duraderos neurológicos".
Tuvieron en cuenta la distancia a la que vivían de las carreteras, la meteorología, en qué dirección soplaba el viento, la afluencia de automóviles y otros factores para estudiar la contaminación relacionada con el tráfico, según explicó Heather Volk, profesor asistente de medicina preventiva en la Escuela de Medicina Keck de la USC y científico en la División de Investigación sobre Niños, Jóvenes y Familias en Keck School, asociada al Hospital Infantil de Los Ángeles.
La exposición a la contaminación del aire relacionada con el tráfico, peso molecular de las partículas y el dióxido de nitrógeno se asoció con un mayor riesgo de autismo. Estos efectos se observaron utilizando medidas de la contaminación del aire con variación en los niveles local y regional, lo que sugiere la necesidad de seguir estudiando para comprender las contribuciones individuales de contaminantes y los efectos de las mezclas de contaminantes sobre la enfermedad, comentan los autores, de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos).
Según los investigadores, este estudio sobre los efectos de la exposición a contaminantes y su interacción con factores de susceptibilidad pueden conducir a la "identificación de las vías biológicas que se activan en el autismo y mejorar la prevención y las estrategias terapéuticas".
Tras reconocer la necesidad de una investigación adicional para replicar estos hallazgos, añaden que la implicación de estos hallazgos en la salud pública es grande, ya que "la exposición de la contaminación atmosférica es común y puede tener efectos duraderos neurológicos".
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