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Institutos Nacionales de la Salud
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Preocuparse por su relación de pareja puede acabar enfermándole
Un estudio relaciona el hecho de estar siempre preocupado con el aumento de la actividad de las hormonas del estrés y la disminución de la respuesta del sistema inmunológico
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_134293.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 05/23/2013) Traducido del inglés: viernes, 22 de febrero, 2013 Los sentimientos pueden aumentar los niveles de las hormonas del estrés y reducir la actividad del sistema inmunológico, según investigadores de la Universidad Estatal de Ohio.
En su estudio, las personas casadas que a menudo estaban ansiosas por su relación (preguntándose si su pareja realmente les amaba, por ejemplo) tenían los niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, y niveles más bajos de células T, que tienen un papel importante en la lucha del sistema inmunológico contra las infecciones, afirmó la autora principal Lisa Jaremka.
"Este tipo de preocupaciones sobre el rechazo o por si realmente le aman tienen consecuencias fisiológicas que podrían, a largo plazo, afectar negativamente a su salud", afirmó Jaremka, becaria posdoctoral en el Instituto de Investigación en Medicina Conductual de la Universidad Estatal de Ohio.
El estudio se presentó recientemente en línea y aparecerá próximamente en una edición impresa de la revista Psychological Science.
Jaremka aclaró que no se refería a las preocupaciones habituales y puntuales sobre el estado de una relación. "Todo el mundo experimenta este tipo de pensamientos y sentimientos algunas veces", explicó. "Son una parte natural de las relaciones".
Pero para aquellas personas con mucha ansiedad, añadió, "se vuelve algo crónico".
Jaremka estudió a 85 parejas casadas durante un promedio de más de 12 años. La mayoría eran blancas. El promedio de edad era de 39 años. Todas hablaron sobre sus niveles generales de ansiedad y sus síntomas, y respondieron a preguntas sobre su matrimonio y sobre la calidad del sueño.
En general, las personas gozaban de una buena salud. Las que esperaban un bebé o las que tomaban alcohol o cafeína de manera excesiva o que tenían problemas de salud que afectaban al sistema inmunológico fueron descartadas.
Las parejas proporcionaron muestras de saliva cada tres días y muestras de sangre dos veces. A partir de estas muestras, el equipo de investigación midió los niveles de cortisol y de las células T.
Los participantes con los niveles de ansiedad más altos en relación a su matrimonio produjeron alrededor de un 11 por ciento más de cortisol que los que tenían niveles de ansiedad más bajos. Los cónyuges con un nivel de ansiedad más alto tenían un nivel de células T entre un 11 y un 22 por ciento menor que los que tenían menos ansiedad.
Jaremka afirmó que los dos hallazgos probablemente estén relacionados, porque el cortisol puede dificultar la producción de células T.
El estudio halló un vínculo o asociación entre la ansiedad por el estado de la relación de pareja y el estrés del cuerpo y la respuesta inmunológica, pero no pudo probar que se tratara de una relación de causa y efecto.
Aunque el estudio no se centró en la cuestión de si las personas con una mayor ansiedad enfermaban más a menudo, el vínculo es razonable, según Jaremka, basándose en otras investigaciones sobre las consecuencias negativas en la salud producidas por tener de forma crónica unos niveles altos de las hormonas del estrés.
"Muchas de las consecuencias negativas de los niveles altos de cortisol van más allá de la gripe común", afirmó. Más bien, añadió, esos niveles altos se han relacionado con problemas cardiacos, problemas con el sueño, con la depresión y con otras complicaciones.
Otra experta que también estudia los estilos de apego afirmó que el vínculo entre la ansiedad por apego y el estrés no es nuevo, aunque el vínculo con la función del sistema inmunológico es más nuevo. Y "no es tan sorprendente", comentó Jeni Burnette, profesora asistente de psicología en la Universidad de Richmond, en Virginia.
Hasta que no se realicen más investigaciones, Jaremka sugiere que las personas que vivan sus relaciones con mucha ansiedad intenten hacer algo para reducir su nivel de estrés. Reduzca el estrés practicando yoga, otros ejercicios o meditación, sugirió. Eso reduciría los niveles de cortisol, presumiblemente, y por tanto ayudaría a mejorar su salud.
Burnette sugirió que las personas con mucha ansiedad podrían además tratar de mostrarse más flexibles y evitar entrar una y otra vez en situaciones negativas, como las discusiones. "Parte de nuestro trabajo sugiere que las personas cuyo apego por otras se vive con mucha ansiedad son poco flexibles y tienden a reaccionar dándole muchas vueltas a las cosas", afirmó.
El estudio fue financiado por una beca de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society), una beca del Centro Integral de Cáncer de la Universidad Estatal de Ohio y por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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