alteraciones en oído externo y medio
Un implante osteointegrado ofrece una solución cuando no se admite audífono
Los pacientes pediátricos cuyas afecciones no admiten un audífono convencional pueden beneficiarse de un novedoso implante osteointegrado.
Sonia Moreno | soniamb@diariomedico.com | 26/02/2013 00:00
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En España, ya se han intervenido los dos primeros casos de pacientes pediátricos cuyas patologías en el oído externo y medio impiden la colocación de un audífono convencional. Javier Cervera, jefe del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid, ha efectuado ambas cirugías con el nuevo dispositivo. Este implante osteointegrado -en esencia, una plataforma imantada que asegura la colocación de un dispositivo externo- se indica sólo en los casos en los que el paciente exhibe un oído interno completamente sano. Las principales indicaciones, y de hecho, las dos que han motivado sendas intervenciones en el Hospital Niño Jesús, son la malformación congénita del oído externo y medio, y la otitis media crónica bilateral.
"La principal indicación se establece en pacientes cuyo oído interno se encuentre sano; básicamente, en niños con agenesia (falta de desarrollo del conducto auditivo externo) y en aquéllos con otitis media bilateral crónica siempre que no admitan un audífono convencional. En los dos casos que hemos realizado, uno presentaba la malformación y otro un colesteatoma bilateral, que exigió la resección de todo el sistema de transmisión del oído medio", detalla a DM Cervera.
Otras posibles indicaciones podrían encontrarse en algunos pacientes con síndrome de Down cuyo conducto auditivo externo es demasiado estrecho y tampoco admite el audífono convencional. Mucho menos frecuentes y bastante raras en los niños, pero también motivo para la intervención serían las otitis externas crónicas asociadas a conductos muy cerrados que impiden la transmisión del sonido al oído interno
El nuevo dispositivo se fija, bajo la piel, en el hueso temporal; para ello, con una cirugía sencilla, sin riesgos y de unos veinte minutos de duración, se crea un pequeño lecho en el hueso, donde estará alojada la placa cuya fijación se asegura mediante pequeños tornillos. Una vez asentada, la placa se recubre con la piel y de esta forma, el dispositivo externo puede adherirse mediante el imán, lo que permite la transmisión de la vibración sonora hacia el oído interno. La recuperación de la función auditiva es del cien por cien.
Opción convencional
Hasta ahora, en estos pacientes se colocaba un dispositivo que requería de un tornillo transcutáneo para asegurar la fijación. Este tipo de sistema conlleva problemas de infección, alteraciones dérmicas, rechazos y obtiene una peor calidad del sonido.
Cervera recuerda que el dispositivo se ha empezado a aplicar desde hace un par de años en Alemania y Estados Unidos, con excelentes resultados. También ha insistido en la importancia de adoptar éstas y otras medidas para tratar la hipoacusia lo más precozmente posible. "Está en juego el desarrollo del lenguaje", ha enfatizado.
En ese sentido, el nuevo dispositivo osteointegrado puede aplicarse a partir de los tres años, cuando el hueso temporal tiene el grosor suficiente para alojar la placa, y por tanto, no se compromete la función del lenguaje.
"La principal indicación se establece en pacientes cuyo oído interno se encuentre sano; básicamente, en niños con agenesia (falta de desarrollo del conducto auditivo externo) y en aquéllos con otitis media bilateral crónica siempre que no admitan un audífono convencional. En los dos casos que hemos realizado, uno presentaba la malformación y otro un colesteatoma bilateral, que exigió la resección de todo el sistema de transmisión del oído medio", detalla a DM Cervera.
Otras posibles indicaciones podrían encontrarse en algunos pacientes con síndrome de Down cuyo conducto auditivo externo es demasiado estrecho y tampoco admite el audífono convencional. Mucho menos frecuentes y bastante raras en los niños, pero también motivo para la intervención serían las otitis externas crónicas asociadas a conductos muy cerrados que impiden la transmisión del sonido al oído interno
El nuevo dispositivo se fija, bajo la piel, en el hueso temporal; para ello, con una cirugía sencilla, sin riesgos y de unos veinte minutos de duración, se crea un pequeño lecho en el hueso, donde estará alojada la placa cuya fijación se asegura mediante pequeños tornillos. Una vez asentada, la placa se recubre con la piel y de esta forma, el dispositivo externo puede adherirse mediante el imán, lo que permite la transmisión de la vibración sonora hacia el oído interno. La recuperación de la función auditiva es del cien por cien.
Opción convencional
Hasta ahora, en estos pacientes se colocaba un dispositivo que requería de un tornillo transcutáneo para asegurar la fijación. Este tipo de sistema conlleva problemas de infección, alteraciones dérmicas, rechazos y obtiene una peor calidad del sonido.
Cervera recuerda que el dispositivo se ha empezado a aplicar desde hace un par de años en Alemania y Estados Unidos, con excelentes resultados. También ha insistido en la importancia de adoptar éstas y otras medidas para tratar la hipoacusia lo más precozmente posible. "Está en juego el desarrollo del lenguaje", ha enfatizado.
En ese sentido, el nuevo dispositivo osteointegrado puede aplicarse a partir de los tres años, cuando el hueso temporal tiene el grosor suficiente para alojar la placa, y por tanto, no se compromete la función del lenguaje.
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